El principal fabricante chino de automóviles eléctricos, BYD, ha anunciado una importante inversión de mil millones de dólares en Turquía. Se espera que este movimiento estratégico tenga un impacto positivo en la industria automovilística de Turquía y mejore la capacidad de China para exportar vehículos eléctricos a la Unión Europea.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, asistió el 8 de julio a la ceremonia de firma de un acuerdo entre BYD, el mayor fabricante chino de automóviles eléctricos, y el Ministerio de Industria y Tecnología de Turquía, en la Oficina de Trabajo de Dolmabahce, en Estambul.
Según el acuerdo, BYD creará una planta de producción de coches eléctricos e híbridos recargables y un centro de I+D en Turquía con capacidad para producir hasta 150.000 vehículos eléctricos al año.
También se espera que la inversión, estimada en unos 1.000 millones de dólares, cree 5.000 puestos de trabajo. La medida llega tras la decisión de Ankara de imponer un arancel adicional del 40 % a las importaciones chinas de vehículos, anunciada en junio.
Sin embargo, Turquía forma parte de la Unión Aduanera de la UE, que recientemente ha añadido un aumento provisional del 38 % a los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos. Al abrir una fábrica en Turquía, BYD podrá exportar a la UE, aprovechando la posición estratégica de Turquía entre Europa y Asia.
El acuerdo de Turquía con BYD se produce días después de que el presidente turco Erdogan se reuniera con el presidente chino Xi Jinping en la Cumbre de la OCS en Astaná. Erdogan subrayó que seguir mejorando los lazos entre los dos países en todos los ámbitos beneficiaría a ambas naciones.