Optimismo y preocupación de los bodegueros australianos tras el levantamiento de aranceles de Beijing

Los vinicultores australianos siguen celebrando la vuelta a uno de sus mercados de exportación más lucrativos, después de que China retirara sus aranceles al sector a principios de este año. Afirman que varios factores más allá de los aranceles también han pasado factura a la industria vinícola australiana, que podría tardar años en recuperarse.

Alrededor del 20 % del vino que Stuart Hordern elabora y saca cuidadosamente de estas barricas de roble se envía al extranjero. Y espera aumentar la cantidad exportada a China, ahora que se han eliminado los aranceles impuestos a los vinos australianos.

Es un sentimiento que se comparte en toda la región australiana de Hunter Valley, donde las señales de su preciado producto salpican el paisaje.

Los aranceles de más del 200 % que China impuso a las importaciones de vino australiano en 2020 tuvieron un efecto devastador en la industria de Australia.

El comercio con China, su mayor destino de exportación, se redujo de más de mil millones de dólares en 2019 a poco más de 8 millones de dólares el año pasado.

Si bien el levantamiento de esos aranceles a principios de este año ha sido celebrado por el gobierno de Australia, muchos dentro de la industria son un poco más cautelosos.

Eso es porque la industria del vino de Australia se enfrenta a varios retos importantes. Los expertos afirman que también se ha producido un descenso del consumo mundial de vino, incluso en China, lo que ha contraído la demanda. Sin embargo, el presidente de Tyrell's Wines, Bruce Tyrrell, asegura que el interés en China por los vinos australianos sigue siendo alto.