El 6 de mayo, hora local, durante la visita de Estado del presidente chino Xi Jinping a Francia, China y Francia publicaron la Declaración Conjunta Sino-Francesa sobre la Situación en Oriente Medio, formando una postura unánime y emitiendo una voz común sobre las cuestiones acuciantes en Oriente Medio, como el conflicto palestino-israelí, la cuestión nuclear iraní y la crisis del mar Rojo. La declaración se emitió en un momento crucial y con un rico mensaje, reflejando la conciencia de la humanidad y la exigencia de equidad y justicia de la comunidad internacional, reflejando el papel de China y Francia como gran potencia en el mantenimiento de la paz y la estabilidad mundiales, e inyectando un importante impulso a la resolución de las cuestiones candentes en Oriente Medio.
Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y potencias independientes, China y Francia comparten un amplio consenso sobre la cuestión de Oriente Medio. Durante su visita a Francia, el Presidente Xi abordó la cuestión palestino-israelí en varios actos, subrayando que la prolongación de esta tragedia es una prueba para la conciencia humana y que la comunidad internacional debe hacer algo al respecto. Señaló que es imperativo lograr un alto el fuego general lo antes posible para poner fin a la guerra, que la máxima prioridad es garantizar la ayuda humanitaria y que la salida fundamental es aplicar la "solución de los dos Estados". La parte francesa expresó su voluntad de comunicarse y cooperar estrechamente con la parte china para salvaguardar conjuntamente el multilateralismo, los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
La declaración conjunta sobre la situación en Oriente Medio emitida por ambas partes encarna plenamente esas ideas. El consenso alcanzado por China y Francia en este momento crítico del conflicto palestino-israelí ha reforzado la confianza de la comunidad internacional en el mantenimiento de la paz y contribuirá a evitar un mayor deterioro de la situación y a hacer avanzar el proceso de la paz palestino-israelí.
El mundo actual no es un lugar pacífico. Cuanto más turbulento es, más deben China y Francia mantener el espíritu original de sus relaciones diplomáticas y asumir una mayor responsabilidad. El consenso alcanzado por ambas partes sobre la situación en Oriente Medio, así como la sabiduría y el valor que han demostrado, dan al mundo motivos para esperar que, en los próximos 60 años, China y Francia unan sus manos y se pongan de nuevo en marcha, "inyectando conjuntamente esperanza en un mundo perplejo y explorando la dirección para el progreso de la humanidad".