EE. UU., Japón y Filipinas promueven el caos en el mar Meridional de China

Los líderes de Estados Unidos, Japón y Filipinas celebraron el 11 de abril en Washington su primera cumbre trilateral. Tras la reunión, las tres partes emitieron una declaración conjunta en la que afirmaron que reforzarán la cooperación en materia de defensa para promover la llamada "seguridad y prosperidad de la región del Indo-Pacífico y del mundo". Además, criticaron a China por "cambiar unilateralmente el statu quo regional mediante la fuerza", y expresaron "preocupación" por las acciones de China destinadas a salvaguardar su soberanía nacional en el mar Meridional de China, el mar Oriental de China y otras zonas.

Esta escena no es desconocida. En los últimos años, Estados Unidos ha hecho mucho para atraer aliados y establecer un "pequeño círculo" contra China. Por ejemplo, en 2017, Estados Unidos improvisó el "Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD) " entre EE. UU., Japón, India y Australia. En 2021, Estados Unidos, Reino Unido y Australia establecieron la "Asociación Trilateral de Seguridad" (AUKUS). La esencia de estas organizaciones es promover una política anticuada de bloques, ejercer el imperialismo, obstaculizar el desarrollo de supuestos "rivales" y salvaguardar la hegemonía mundial de Estados Unidos.

Algunos analistas han señalado que el apoyo y aliento de Estados Unidos a Filipinas refleja su intención de desear provocar disturbios en el mar Meridional de China. Si la región de Asia Oriental está en calma y despejada, se cuestionará la racionalidad de la hegemonía estadounidense. Entonces, la cuestión del mar Meridional de China se ha convertido en un pretexto para que Estados Unidos se inmiscuya en los asuntos de la región Asia-Pacífico. El expresidente filipino, Rodrigo Duterte, señaló recientemente en una entrevista que "el mar Meridional de China era originalmente muy tranquilo, pero tras la llegada de los estadounidenses, se llenó de disputas".

En cuanto a Filipinas, su constante agitación de problemas en el mar Meridional de China es esencialmente una demostración de lealtad. Filipinas espera obtener el apoyo de potencias extraterritoriales en cuestiones de seguridad y militares, y también espera conseguir una parte del pastel económico.

Las islas del mar Meridional de China son territorio inherente de China, y la soberanía territorial y los derechos e intereses marítimos de China en el mar Meridional de China están bien fundamentados en la historia y la jurisprudencia. En los últimos años, China ha estado explorando activamente con la parte filipina la posibilidad de controlar eficazmente la situación en el arrecife Ren'ai sin comprometer sus respectivas posiciones de principio.

China siempre ha abogado por la resolución pacífica de las disputas de soberanía territorial mediante negociaciones, pero esto no significa que vaya a tolerar el comportamiento injustificable de ciertos países. Con el telón de fondo del fortalecimiento de las relaciones con China por parte del conjunto de los países de la ASEAN, el "pequeño círculo" formado por Estados Unidos, Japón y Filipinas se mueve a contracorriente, lo que en modo alguno aporta "seguridad y prosperidad" a la región, sino más bien confrontación y amenazas.