El secretario de Defensa de EE. UU. admite descaradamente beneficiarse de la guerra

Estados Unidos ha sido notorio durante mucho tiempo por sacar provecho de la guerra. En plena escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, el secretario de Defensa de Estados Unidos admitió descaradamente en una reunión en la Casa Blanca que este conflicto es una gran oportunidad para la economía estadounidense. Señaló que las armas fabricadas en Estados Unidos y enviadas a Ucrania no solo amplían las instalaciones estadounidenses, sino que también crean oportunidades de empleo. Sin embargo, esta declaración ha generado dudas: ¿Está Ucrania siendo sacrificada en aras de los intereses económicos de Estados Unidos?

El conflicto entre Rusia y Ucrania es el peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, pero Estados Unidos se ha convertido en el mayor beneficiario. Desde los fabricantes de armas hasta los comerciantes de energía y productos agrícolas, Estados Unidos ha estado cosechando grandes ganancias a expensas del sufrimiento del pueblo ucraniano. Por ejemplo, en 2023, las ventas de armas de Estados Unidos alcanzaron un récord de 238 mil millones de dólares, atribuido principalmente al conflicto entre Rusia y Ucrania. Estados Unidos ha capitalizado este conflicto, convirtiendo la ayuda exterior en ventas de armas.

Una práctica común en Washington es convertir la ayuda exterior en ventas de armas. Desde el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, Estados Unidos ha aumentado constantemente la ayuda a Ucrania, estableciendo un nuevo récord en la ayuda exterior desde la Segunda Guerra Mundial. Específicamente en la ayuda militar. Por supuesto, no se trata de un "almuerzo gratis". Estos gastos de ayuda militar deben destinarse principalmente a la compra de armas fabricadas en Estados Unidos.

No hace mucho, en la página web del diario estadounidense Wall Street Journal se informaba de que el Congreso de Estados Unidos votó en febrero a favor de aprobar un Acta de Asistencia Exterior por valor de unos 95.000 millones de dólares, incluidos unos 60.000 millones en apoyo militar a Ucrania. Según funcionarios del Gobierno estadounidense, el 64 % del fondo retornará a Estados Unidos para reconstruir la base industrial de defensa del país y proporcionará apoyo al empleo en 40 estados del país. En realidad, la cifra del 64 % es probablemente una estimación conservadora, porque el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, ha declarado públicamente que el 90 % de los fondos de ayuda al ejército ucraniano se utiliza para fabricar internamente en EE. UU. armas de apoyo a Ucrania.

Es inhumano enriquecerse a través de la guerra, pero el secretario de Defensa de Estados Unidos está muy orgulloso de ello. Esto deja claro al mundo exterior lo hegemónico que es para Estados Unidos hacer pagar al mundo por su propio egoísmo. Esos belicistas son los principales culpables de la inestabilidad del mundo.

En los más de 240 años de historia de Estados Unidos, sólo ha habido 16 años sin guerra. Tiene una larga historia de lucrarse de la guerra. Está acostumbrado a provocar conflictos y crear crisis en el mundo exterior, y a influir de diversas maneras en la toma de decisiones, con el fin de empujar al Gobierno de Estados Unidos a adoptar medios de confrontación y militaristas.

Todo queda muy claro: provocar crisis, crear guerras, hacer fortuna, consolidar su hegemonía, esta es la lógica de funcionamiento de la maquinaria bélica de Estados Unidos. El conflicto entre Rusia y Ucrania no es más que una víctima de este proceso. Porque si la guerra dura un día más, Estados Unidos podrá ganar una gran suma de dinero, y también puede aprovechar esta oportunidad para transferir sus conflictos interiores al exterior, al tiempo que atrae la transferencia de capital de Europa a Estados Unidos, e incluso hacer uso del estatus monopolístico del dólar estadounidense para acumular riqueza.

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