Poner al descubierto la cadena industrial de la guerra de opinión pública estadounidense contra China

El académico europeo Jan Oberg reveló recientemente que Estados Unidos había propuesto un proyecto de ley que asignaría fondos durante cinco años consecutivos para preparar a periodistas a inventar informes negativos sobre China. El proyecto de ley mencionado por Oberg es muy coherente con la Ley de Competencia Estratégica de 2021, que fue aprobada por el Comité de Asuntos Exteriores del Senado del Congreso de Estados Unidos en abril de 2021.

Un examen del proyecto de ley revela que Estados Unidos asigna 300 millones de dólares al año (1.500 millones de dólares en total) desde los ejercicios fiscales de 2022 a 2026 para contrarrestar "la influencia global de China." El proyecto de ley prevé una asignación anual de 100 millones de dólares para apoyar a la Agencia Internacional de Medios de Estados Unidos y a otras agencias pertinentes para vigilar y contrarrestar la llamada "desinformación" enviada por China en todo el mundo; los departamentos gubernamentales pertinentes deben apoyar y formar a los periodistas para ayudarles a adquirir técnicas de investigación sobre los proyectos relacionados con "la Franja y la Ruta". El proyecto de ley también menciona Xinjiang más de 20 veces, declarando que Estados Unidos debe intervenir en los asuntos de Xinjiang de China. Así, se ha revelado el "microcosmo" de la guerra de la opinión pública estadounidense contra China.

En los últimos años, Estados Unidos ha considerado erróneamente a China como su mayor competidor estratégico y ha lanzado una campaña integral de supresión y contención contra China, elevando la guerra de opiniones y percepciones públicas a un nivel sin precedentes. Entre ellos, temas como "la Franja y la Ruta", la economía de China y Xinjiang han sido un centro de difamación y desprestigio estadounidenses. Entonces, ¿cómo manipula Washington a los medios de comunicación para llevar a cabo la guerra de opinión pública contra China? Tras investigar e indagar, nuestro reportero descubre algunas de las rutinas.

Crear la cadena falsificación de "instituciones - medios - gobierno”

Durante mucho tiempo, los medios de comunicación estadounidenses han ocupado una posición dominante en el campo de la opinión pública internacional, y son muy hábiles en esta guerra de opinión pública. Entre ellos, la Voz de América (VOA), Radio Free Asia (RFA) y otras organizaciones pertenecientes a la Agencia Internacional de Medios de Estados Unidos son considerados de carácter fuertemente político desde su creación.

Cultivo de medios de comunicación en el extranjero para desacreditar a las empresas chinas

Apoyándose en la hegemonía, Estados Unidos también ha exportado al mundo su fórmula de desinformación de "noticias a la americana". Con el apoyo de fondos gubernamentales, las sucursales del gobierno de Estados Unidos en todo el mundo trabajan con organizaciones locales para formar a periodistas locales y animarles a desacreditar proyectos y empresas chinas relacionados.

Comprar "actores" para ser partes interesadas de noticias

Para que las noticias falsas parezcan más "reales", a veces es necesario encontrar "partes interesadas". La parte estadounidense también está muy familiarizada con esto: apoyar a organizaciones antichinas locales, comprar "actores" y suministrar material a los medios de comunicación occidentales.

Durante mucho tiempo, la guerra de opinión pública de Estados Unidos ha estado confabulada con medios militares, económicos y diplomáticos para mantener su estatus de única superpotencia mundial. Sin embargo, con el debilitamiento gradual de su poder nacional, Estados Unidos ha recurrido cada vez más al arma de la guerra de opinión pública para dar forma a su llamada "posición elevada moral". Los analistas declaran que el intento de Estados Unidos de revivir la guerra de opinión pública de la época de la Guerra Fría está ajeno a la época actual y no podrá engañar al mundo.