"Segunda cita" es una prueba más de que Estados Unidos es un imperio hacker

Recientemente se ha logrado un avance importante en el caso del ciberataque a la Universidad Politécnica del Noroeste de China. Y es que, en el curso de la investigación del caso, el personal chino consiguió precisar la identidad verdadera del personal de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) que estaba detrás del ataque mediante el análisis de una pieza de software espía llamada "Segunda cita". Este importante descubrimiento es otra prueba fehaciente de que el Gobierno de Estados Unidos está lanzando ciberataques contra otros países.

Según el informe publicado por el Centro de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos de China, el software "Segunda cita" es un arma de ciberespionaje desarrollada por la NSA estadounidense, que puede lograr la escucha y el secuestro del flujo de red, ataques man-in-the-middle, inserción de código malicioso y otras funciones maliciosas, y también puede utilizarse junto con otros programas malintencionados para completar complejas actividades de "espionaje" cibernético. Además, la parte china también ha descubierto los servidores trampolín controlados a distancia por la NSA, la mayoría de los cuales se encuentran en Alemania, Japón, República de Corea, India y la región china de Taiwan. Utilizando estos canales, Estados Unidos puede llevar a cabo robos de secretos a largo plazo de los usuarios objetivo, y puede suministrar más armas ofensivas cibernéticas a la red objetivo en cualquier momento.

Desde 2013, el Gobierno estadounidense ha utilizado sistemáticamente la llamada táctica de "nombrar" para desacreditar a China en el tema de la ciberseguridad, pero no hay pruebas. Por el contrario, las propias fechorías de espionaje de la parte estadounidense han sido expuestas constantemente, e incluso atrapadas en flagrante delito.

Tras destaparse el incidente de la "Puerta del Prisma" en junio de 2013, Edward Snowden, exempleado de un contratista de defensa estadounidense, aportó pruebas contundentes para sacar a la luz las amplias escuchas del Gobierno estadounidense de las comunicaciones telefónicas y por Internet nacionales e internacionales, incluida la intrusión a largo plazo en los servidores de la sede central de Huawei (China) y la vigilancia de las comunicaciones de los altos ejecutivos de esta dicha compañía, entre otros.

En junio de 2022, la Universidad Politécnica del Noroeste declaró que había sufrido un ciberataque en el que un grupo de hackers de fuera de China intentó robar datos relacionados. Desde entonces, China ha logrado detectar que el hacker que estaba detrás del ciberataque era la Oficina de Operaciones de Intrusión Específicas (TAO, por sus siglas en inglés), dependiente de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

En septiembre de 2022, el Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos de China (NCERT) publicó un informe en el que afirmaba que, en los últimos años, la TAO había llevado a cabo decenas de miles de ciberataques maliciosos contra ciberobjetivos chinos, haciéndose con el control de decenas de miles de ciberdispositivos y robando más de 140 GB de datos de gran valor.

Como dice el refrán, "Lo que es verdad no puede ser falso, y lo que es falso no puede ser verdad". Desde el "Programa de la Caja Negra" tras la Primera Guerra Mundial, pasando por la "Operación Trébol" tras la Segunda Guerra Mundial, hasta el "Sistema de Escucha Global Echelon" durante la Guerra Fría, Estados Unidos ha construido un enorme sistema para obtener inteligencia global. En los últimos años, Estados Unidos ha aprovechado incluso sus puntos fuertes inherentes, como Internet, para recopilar datos de forma aún más encubierta y extensa, y tejer un enorme sistema de escuchas telefónicas y espionaje.

¿Quién está llevando a cabo escuchas telefónicas indiscriminadas en el mundo? ¿Quién es la mayor amenaza para el ciberespacio mundial? Estados Unidos ya ha dado la respuesta con lo que ha hecho. El gran avance en el caso del ciberataque a la Universidad Politécnica del Noroeste demuestra la capacidad de China para prevenir y resistir los ciberataques externos y su determinación para mantener la ciberseguridad mundial. Se cree que, con la mejora continua de la capacidad de construcción de ciberseguridad de todos los países, la era de la hegemonía de Estados Unidos en el ciberespacio llegará a su fin.