La falsa contraacusación contra China no hará olvidar el vertido de agua contaminada al mar de Japón

CRI 2023-08-30 19:46:31
Share
Share this with Close
LinkedIn

En los últimos días, mientras el agua contaminada de la central nuclear de Fukushima sigue vertiéndose al océano Pacífico, las críticas de la comunidad internacional son como una densa lluvia que azota al Gobierno de Japón. Sin embargo, la parte japonesa no solo insiste en no corregir su error, sino que, además, se permite apuntar hacia China. Varios medios de comunicación japoneses especulan con que "el sentimiento antijaponés de China se está caldeando" y "los chinos están emprendiendo acciones de 'acoso' contra Japón". El primer ministro japonés, Fumio Kishida, y otros políticos del país exigen a China que levanten sus restricciones a la importación de productos marinos japoneses, e incluso amenazan con tomar unas llamadas contramedidas.

Esto forma parte de una guerra de opinión pública cuidadosamente planeada por la parte japonesa. Desde que Tokio anunció hace dos años que vertería al mar el agua contaminada por la energía nuclear, también puso en marcha una operación propagandística y de blanqueo. Si tomamos como ejemplo el presupuesto de 2021 de la Agencia de Reconstrucción de Japón, la financiación de las relaciones públicas para el accidente nuclear de Fukushima se ha incrementado significativamente hasta los 2.000 millones de yenes, cuatro veces más que en 2020. 

¿Por qué el Gobierno japonés ha sido criticado por tanta gente? Porque la parte japonesa, en contra de la oposición de la comunidad internacional, insiste en verter al mar el agua contaminada por la energía nuclear de Fukushima, lo que supone un riesgo impredecible y enorme para el medio ambiente marino mundial y la salud de toda la humanidad, provocando la indignación generalizada de la comunidad internacional. Esta es la raíz del incidente. La preocupación de los consumidores chinos por la seguridad alimentaria no solo es real, sino también muy fuerte. Por supuesto, el Gobierno chino debe responder a las preocupaciones de su pueblo y tomar las contramedidas necesarias, basadas en la ciencia y los hechos, para mantener la seguridad del medio marino y proteger la salud de su gente. 

De hecho, según las noticias publicadas por la Embajada de China en Japón, la Embajada y los Consulados de China en suelo japonés han recibido recientemente un gran número de llamadas telefónicas de acoso desde el interior de Japón, causando graves perturbaciones en el normal funcionamiento de estas instituciones. ¿Por qué los políticos y los medios de comunicación japoneses no mencionan ni una palabra al respecto? Resulta claro que la parte japonesa es la acosadora.

Por otro lado, ante las fuertes críticas externas, la razón por la que desde Tokio apuntan a China está relacionada con el estado político interno de Japón. La actual escena política japonesa es cada vez más conservadora, con una sociedad cada vez más expuesta a percepciones negativas de China. La retórica de la "amenaza china" ha sido habitual en algunos políticos japoneses.

A lo largo de los años, Japón se ha empeñado, por un lado, en promover el vertido al mar de aguas contaminadas con material nuclear y, por otro, ha ampliado su poderío militar e intensificado su confabulación con Estados Unidos en un intento de crear división y confrontación en la región Asia-Pacífico. Un Japón así solo conseguirá que los países vecinos y la comunidad internacional desconfíen más de él. Lo que la parte japonesa debe hacer ahora es rectificar su error de inmediato y detener el vertido de agua contaminada con material nuclear al mar. Confundir lo blanco con lo negro no engañará al mundo, solo hará más evidentes sus propios crímenes.

Políticas de privacidad y uso de cookies

Al continuar navegando en este sitio web expresa su conformidad con el uso de cookies y con la política de privacidad revisada. Puede cambiar la configuración del uso de cookies en su navegador.
Estoy de acuerdo