¿El político japonés que incita la "acción militar" quiere empujar de nuevo a los residentes de Taiwan al fuego?

El vicepresidente del Partido Democrático Liberal de Japón y ex primer ministro, Taro Aso, visitó recientemente la región china de Taiwan, animando a esta isla a "prepararse psicológicamente para la guerra con la parte continental", unas declaraciones duramente criticadas por diversos sectores. La opinión pública de la isla de Taiwan critica que Aso no sólo no pidiera perdón por el pasado de dominio colonial japonés sobre Taiwan, sino que además animara a la región a desarrollar la fuerza y prepararse para la guerra, lo que supone empujar al pueblo taiwanés "al abismo de fuego". El gobernador japonés de Okinawa, Danny Tamaki, señaló el 10 de agosto que la postura de Aso es contraria a la orientación coherente del Gobierno japonés, y expresó su deseo de que el Gobierno pueda iniciar un diálogo con la parte china para evitar malentendidos.

En la arena política japonesa, Aso, como representante "protaiwanés", ha hecho repetidamente declaraciones inapropiadas. En 2021, había amenazado con que "Estados Unidos y Japón defiendan juntos a Taiwan". En 2021, amenazó con que "Estados Unidos y Japón defenderán juntos a Taiwan". En junio de este año, también afirmó que "Taiwan es la línea vital de Japón". Esta vez, visitó Taiwan e incitó abiertamente al "uso de la fuerza", dejando al descubierto la peligrosa tendencia del militarismo japonés. No es de extrañar que los habitantes de la isla se declararan alarmados por el "argumento a favor del uso de la fuerza" de Aso, y recuerdan la trágica historia de Taiwan, colonizada y gobernada por Japón durante medio siglo. 

Ya a mediados del siglo XIX, Japón hizo de la anexión de Taiwan el principal objetivo de su conquista de Asia Oriental y "dominación mundial" y llevó a cabo una serie de expansiones militares. En 1895, el Gobierno de la dinastía Qing fue derrotado en la guerra chino-japonesa y se vio obligado a firmar el Tratado de Maguan. Como resultado, Japón se apoderó de Taiwan y las islas Penghu y comenzó su dominio colonial de 50 años, cometiendo innumerables crímenes.

Además, Japón también intensificó su saqueo económico de Taiwan y transfirió enormes recursos económicos de Taiwan a Japón monopolizando el comercio exterior de la región china. A finales de la década de 1930, más del 80 % del producto interior bruto de Taiwan se exportaba a Japón.

En vista de los graves crímenes cometidos por Japón al colonizar Taiwan e invadir China, en la Declaración Conjunta Chino-Japonesa emitida en 1972, la parte japonesa expresó su profunda introspección por el gran daño causado por la guerra de invasión al pueblo chino, reconoció que el Gobierno de la República Popular China es el único Gobierno legítimo de China y comprendió y respetó plenamente la postura de China de que Taiwan es una parte inalienable del territorio chino.

Como ex primer ministro de Japón, es imposible que Aso no conociera el compromiso adquirido por el Gobierno japonés con la parte china. Pero hace comentarios indiscretos y peligrosos sobre asuntos de Taiwan con la arrogancia de un colonialista que van en contra del principio de una sola China y del espíritu de los cuatro documentos políticos chino-japoneses, creando así más problemas para las relaciones chino-japonesas.

Como vicepresidente del gobernante Partido Democrático Liberal de Japón, la actuación de Aso refleja indirectamente ciertas tendencias del Gobierno japonés y representa la actitud de las fuerzas de derechas de Japón, que niegan la historia y se niegan a arrepentirse. Sin embargo, han juzgado mal la actual situación internacional y la correlación de poder. Estamos en la tercera década del siglo XXI y China hace tiempo que dejó de ser el Gobierno de Qing que firmó el Tratado de Maguan en 1895, por lo que la parte japonesa no tiene derecho a decir nada sobre la cuestión de Taiwan. Si los cerebros de los políticos japoneses siguen anclados en los últimos 100 años, y si siguen intentando interferir en los asuntos internos de China con pose de colonialistas, tarde o temprano jugarán con fuego y acabarán quemándose. Es una tendencia histórica imparable que China logre la reunificación nacional completa.