¿Qué intenta este libro blanco de Japón, que menciona a China en 31 páginas?

El gobierno japonés aprobó recientemente la edición de 2023 del Libro Blanco de la Defensa, en el que afirma que Japón "se enfrenta al entorno de seguridad más grave y complejo de la posguerra" y sitúa a China como "el mayor desafío estratégico nunca visto antes". Al analizar la situación militar de varios países, el Libro Blanco, de 500 páginas, dedica 31 páginas a la situación de China, el mayor espacio entre las introducciones sobre otros países. Según algunos medios japoneses, los términos del nuevo libro blanco son más duros que los del año pasado en cuanto a la "amenaza china".

El llamado libro blanco de defensa es el documento oficial anual de Japón sobre el entorno de seguridad nacional y la política de defensa, ha sido considerado como la "veleta" de la política de defensa de Japón. En 1970 el gobierno japonés publicó el primer "libro blanco de defensa" de la posguerra, y a partir de 1976 se publicó todos los años. El libro blanco de este año es el primer libro blanco del gobierno japonés después de aprobar una nueva versión de la "estrategia de seguridad nacional" y otros dos documentos de seguridad, y cambiar sustancialmente los conceptos de seguridad de la posguerra y la política de defensa. En comparación con años anteriores, la nueva versión del Libro Blanco de la Defensa se centra en el contenido de los "tres documentos de seguridad". Por ejemplo, el libro blanco comienza con una descripción del grave entorno de seguridad exterior al que se enfrenta Japón y especulaciones sobre las amenazas de los países vecinos. Al mismo tiempo, se han añadido varios capítulos nuevos para presentar la estrategia de seguridad de Japón, la política de defensa y otros contenidos relacionados.

En cuanto a la cuestión de China, la nueva versión del "libro blanco de defensa" sigue la vieja cantinela de la llamada "amenaza china", y exagera aún más con la nueva evaluación del entorno de seguridad. El libro blanco menciona que espera invertir unos 43 billones de yenes (unos 2,2 billones de yuanes) en gastos de defensa en los próximos cinco años, hasta 2027, desarrollar la llamada "capacidad de contraataque", mejorar la defensa aérea integrada y la capacidad en nuevos campos como el espacio, el ciberespacio y las ondas electromagnéticas, "mejorar en lo fundamental la fuerza de defensa", y "mejorar la fuerza de defensa" y busca "la comprensión" para ello.

Algunos analistas señalan que este presupuesto de defensa es más de 1,5 veces que el coste de defensa del actual Plan de Preparación de la Fuerza de Defensa a Medio Plazo de Japón (2019-2023), lo que refleja el intento de Japón de encontrar una justificación para la expansión de la fuerza mediante la exageración de las llamadas amenazas periféricas, y luego deshacerse del control de la "Constitución de paz", resucitar el "sueño de gran potencia militar".

En la nueva edición del Libro Blanco de Defensa se encuentran a menudo las palabras "alianza Japón-Estados Unidos". Desde hace algún tiempo, el gobierno de Estados Unidos sitúa erróneamente a China como el "desafío geopolítico más importante" y pide a su aliado, Japón, que se alinee estratégicamente con él y desempeñe el papel de "multiplicador de fuerzas". El gobierno de Kishida sigue inmediatamente, convirtiendo el fortalecimiento de la alianza Japón-Estados Unidos en el núcleo de su garantía de seguridad nacional y respondiendo positivamente a las demandas estratégicas de Estados Unidos.

Desde el abandono del principio de "defensa exclusiva" en los "Tres Documentos de Seguridad" hasta la nueva versión del libro blanco de defensa, que exagera las amenazas de la vecindad, se anuncia un aumento del gasto en defensa y el desarrollo de capacidades de ataque de largo alcance. El peligroso comportamiento de Japón ha despertado una gran preocupación y un alto grado de vigilancia por parte de la comunidad internacional. "Japón está girando el timón hacia la senda del militarismo, lo que supondrá un grave problema que afectará al futuro desarrollo de las relaciones chino-japonesas", advirtió Strong Val Hau, investigador visitante de la Universidad de Ley y Política de Japón. En el futuro, el gobierno japonés debe pensar detenidamente qué tipo de percepción quiere establecer hacia China y cómo mantener sus promesas sobre las principales cuestiones entre ambos países.