El presidente palestino, Mahmoud Abbas, comenzó el día 13 de junio una visita de Estado de cuatro días a China. El 14 por la tarde, el presidente chino Xi Jinping mantuvo conversaciones con el presidente Abbas. Los dos jefes de Estado anunciaron el establecimiento de una asociación estratégica entre China y Palestina, que constituye un impulso a un nuevo nivel de la cooperación y el desarrollo de las relaciones bilaterales. En particular, la propuesta de tres puntos presentada por el presidente Xi demuestra una vez más el firme apoyo de China a la justa causa del pueblo palestino para restaurar sus legítimos derechos nacionales.
Para comprender el significado de la propuesta de tres puntos, hay que empezar por los antecedentes de la visita del presidente Abbas a China. Desde este año, Arabia Saudí e Irán se han dado la mano gracias a la mediación de China, dando paso a una ola de reconciliación en Oriente Medio. Con este telón de fondo, hay expectativas de solución a la cuestión palestina, núcleo del problema de Oriente Medio.
Desde la visita del enviado especial del gobierno chino a Palestina e Israel en marzo de este año, pasando por la llamada telefónica entre el ministro de Asuntos Exteriores chino y los ministros de Asuntos Exteriores palestino e israelí en abril, hasta la propuesta de tres puntos presentada por el presidente Xi, China no ha cejado en sus esfuerzos por promover el proceso de paz palestino-israelí. A juzgar por el contenido de la propuesta de tres puntos, no solo corresponde con la propuesta de cuatro puntos presentada por China en 2013 y 2017, sino que también apunta directamente al estancamiento actual al que se enfrenta el proceso de paz palestino-israelí, que puede decirse que señala el camino hacia una solución de la cuestión palestina.
China cree que la solución fundamental a la cuestión palestina radica en el establecimiento de un Estado palestino plenamente soberano e independiente basado en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital. Este es, de hecho, un elemento importante de la Iniciativa de Paz Árabe, o solución de los dos Estados, como suele denominarla la comunidad internacional.
El trasfondo histórico de esta idea es que Israel ocupó la Franja de Gaza, Cisjordania y otras zonas durante la guerra de los Seis Días en 1967. El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado resoluciones en dos ocasiones exigiendo a Israel que devuelva los territorios palestinos que ocupó en 1967. Sin embargo, Israel no los ha devuelto totalmente y ha seguido ampliando sus asentamientos en Cisjordania.
Además, China señala que se debe seguir la dirección correcta de las conversaciones de paz como la única manera de resolver la cuestión palestino-israelí. Las conversaciones de paz palestino-israelíes llevan estancadas desde 2014 debido a los asentamientos judíos y otras cuestiones. En lo que va de año, más de un centenar de palestinos han muerto en el conflicto y ha habido víctimas civiles en Israel. La reanudación de las conversaciones de paz tiene carácter urgente. China subraya que respetar el statu quo histórico en los lugares sagrados religiosos de Jerusalén y rechazar palabras y acciones excesivas y provocadoras contribuiría a aliviar la situación y a crear las condiciones necesarias para reanudar las conversaciones de paz.
El hecho de que China promueva el diálogo entre Palestina e Israel para resolver las diferencias supone un cambio positivo en la normalidad del profundo estancamiento entre Palestina e Israel. China no tiene ningún interés propio en la cuestión palestina y espera que las dos partes consideren en serio las tres propuestas presentadas por China, muestren coraje político y tomen medidas para reanudar las conversaciones de paz a fin de mantener la paz y la estabilidad regionales. Nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto.