Del 6 al 8, el secretario de Estado estadounidense Blinken visitó Arabia Saudí. Es la tercera vez este año que un alto funcionario estadounidense visita Arabia Saudí, tras el director de la CIA, Burns William Joseph Bums, en abril, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, en mayo. ¿Por qué tantas visitas? Reuters cree que Estados Unidos espera estabilizar las relaciones con su aliado Arabia Saudí.
El mismo día de la visita de Blinken a Arabia Saudí ocurrieron dos eventos en Medio Oriente: uno fue la reapertura de la Embajada iraní en Arabia Saudí. Se trata de otro hito en las relaciones bilaterales tras el anuncio de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán con la mediación de China; el otro es que el príncipe heredero saudí y el primer ministro Mohammed de Arabia Saudita se reunieron con el presidente venezolano Nicolás Maduro, que estaba de visita, y ambas partes examinaron las perspectivas de cooperación y las oportunidades de mejorar la cooperación en diversos ámbitos.
Los otros aliados no siguen el guión de Estados Unidos, lo que muestra que la tendencia de Oriente Medio a "alejarse de Estados Unidos" es más evidente. El Oriente Medio actual, encabezado por la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, está dominado por "darse las manos por la paz". Egipto y Turquía han elevado las relaciones diplomáticas, Siria vuelve de nuevo al abrazo de la Liga Árabe, se reconcilian las relaciones entre Irán y Jordania y otros países, un Oriente Medio más unido y autónomo se está formando.
En los últimos años, con el cambio de enfoque estratégico y ya no dependen de la energía de Oriente Medio, los vínculos entre Estados Unidos y Arabia Saudita y otros aliados de Medio Oriente de "petróleo por la seguridad" han sido más flojos. Junto con las irresponsables subidas de los tipos de interés estadounidenses, que han afectado profundamente a países como Egipto y Líbano, y la crisis alimentaria en países importadores de alimentos como Egipto como consecuencia de la excitación de Estados Unidos al actual conflicto Rusia y Ucrania, los países de Oriente Medio son plenamente conscientes de que Estados Unidos no es fiable y de que su futuro debe estar firmemente en sus propias manos. Una encuesta realizada en 14 países árabes por el Centro Árabe de Política e Investigación en 2022 muestra que el 78 % de los encuestados cree que la mayor amenaza y fuente de inestabilidad en Oriente Medio es Estados Unidos.
Viendo que ha quedado reducido a un papel más indeseado en Medio Oriente, Estados Unidos no se da vencido. El Gobierno estadounidense ha estado enviando de vez en cuando a altos funcionarios a Arabia Saudí, con el objetivo principal de impedir cuanto antes los cambios geopolíticos que se están produciendo en Medio Oriente y con la esperanza de salvar el sistema de alianzas de Medio Oriente estabilizando las relaciones con Arabia Saudí. El día antes de su visita a Arabia Saudí, Blinken anunció que Estados Unidos crearía un alto cargo diplomático adicional para ayudar a promover la "integración regional de Oriente Medio". Esto, en opinión de los analistas, pretende en realidad reforzar la presencia estadounidense en Oriente Medio y facilitar su continua implicación en los asuntos de Oriente Medio.
Por un lado, un nuevo cambio en la unión de Oriente Medio en su búsqueda de un desarrollo autónomo, y por otro, el viejo pensamiento de Estados Unidos obsesionado con provocar el enfrentamiento entre bandos. No es de extrañar que los analistas afirmen que aunque Biden viniera, de poco serviría. La "ola de reconciliación" que está surgiendo en Medio Oriente confirma la opinión del académico estadounidense Gregory Goss de que la era del monopolio estadounidense en Medio Oriente ha terminado.