“Viejos amigos" de los hemisferios oriental y occidental abren un nuevo futuro

Este año se celebra el 30º aniversario de la asociación estratégica entre China y Brasil, y el año próximo el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. En este importante momento, la visita de Estado del Presidente, Luiz Inácio Lula da Silva aChina, del 12 al 15 de este mes, ha llamado mucha atención por parte de la comunidad internacional. A juzgar por el resultado de las conversaciones entre los jefes de Estado chino y brasileño y por la declaración conjunta emitida por ambas partes, la visita de Lula aChinaha sido todo un éxito. El presidente chino, Xi Jinping, afirma queChinaestá dispuesta a trabajar con la parte brasileña para abrir un nuevo futuro a las relaciones entre China y Brasil en la nueva era.

China y Brasil son los mayores países en desarrollo e importantes mercados emergentes de los hemisferios oriental y occidental, y aunque están muy alejados uno del otro, tienen una larga historia de interacción. Tras la fundación de la Nueva China, China y Brasil establecieron formalmente relaciones diplomáticas el 15 de agosto de 1974, y las relaciones bilaterales han seguido desarrollándose. El Presidente Lula ha visitadoChinaen cuatro ocasiones y es conocido como "un viejo amigo del pueblo chino".

Durante la reunión del día 14, el Presidente Xi utilizó tres palabras "firmes" para exponer la confianza política mutua y la comunicación estratégica entre China y Brasil, y el Presidente Lula expresó su esperanza de que las relaciones entre Brasil y China vayan más allá del sector comercial. Los dos jefes de Estado utilizaron coincidentemente el término "altura estratégica" para describir sus relaciones bilaterales. Esto demuestra que el nivel de confianza política entre ambas partes ha alcanzado nuevas alturas y que los cimientos de las relaciones entre China y Brasil en la nueva era han sido aún más sólidos.

Como país líder en desarrollo, el desarrollo de las relaciones entre China y Brasil va más allá del ámbito bilateral y contribuye positivamente a mejorar la gobernanza mundial.

 "¿Por qué todos estos países tienen que liquidar en dólares estadounidenses? ¿Por qué no pueden ser en RMB u otras divisas?", dijo Lula en Shanghai el día 13 al asistir a la toma de posesión de la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, Rousseff, causando una atención generalizada. En la actualidad, algunos países desarrollados impulsan con fuerza la "globalización inversa" y abogan por "desacoplar y romper la cadena", lo que ha creado grandes dificultades para la recuperación económica mundial. Para frenar la inflación en su propio país, Estados Unidos ha subido continuamente el tipo de interés de forma agresiva, con efectos negativos que se extienden y causan graves repercusiones en la mayoría de los países de mercados emergentes. Estos últimos reclaman cada vez más un autosostenimiento conjunto.

A finales de marzo, el gobierno brasileño declaró que Brasil había llegado a un acuerdo conChinapara liquidar el comercio en moneda local. Según esta declaración conjunta emitida por China y Brasil, ambas partes acordaron profundizar el diálogo en los ámbitos económico y financiero, fortalecer el comercio en moneda local y promover la cooperación en el campo de la financiación sostenible, entre otros. Los analistas señalan que esto promoverá la facilitación del comercio y la inversión entre China y Brasil, y también ayudará a estabilizar el comercio y la inversión mundiales.

 Además,Chinay Brasil han reforzado su colaboración estratégica en asuntos globales de interés común en la ONU, los BRICS y el G20...

En América Latina, el libro "Las venas abiertas de América Latina" es una obra clásica sobre cómo los países latinoamericanos son explotados por la hegemonía occidental, y Brasil es uno de ellos. Abogar por la paz, desarrollarse y modernizarse, este es el deseo del pueblo brasileño, y también el deseo del pueblo chino. Creemos que bajo el liderazgo de los dos jefes de Estado, las relaciones China-Brasil en la nueva era pasarán a un nivel superior, aportando más beneficios a los dos pueblos e inyectando nueva vitalidad a la cooperación sino-latinoamericana y a la paz y el desarrollo del mundo. Es fácil comprender por qué el Presidente Lula afirmó con firmeza que "nadie puede impedir que Brasil siga desarrollando sus relaciones conChina".