La opción correcta para una solución política a la crisis de Ucrania

El 24 de febrero se cumple un año del estallido de la crisis en Ucrania. En el último calendario, esta crisis no sólo ha socavado la seguridad y la estabilidad de Europa, sino que también ha traído más incertidumbre e inseguridad al mundo. ¿Cómo detener la guerra? ¿Cómo reducir el impacto negativo de esta crisis a nivel global? Coincidiendo con la fecha de este lamentable aniversario, China ha publicado un documento titulado la "Posición china sobre la solución política de la crisis en Ucrania", en el que ofrece la perspectiva china de una resolución de la crisis.

Si se echa la vista atrás y se observa el impacto de la crisis en Ucrania durante el pasado año, se puede comprender mejor el valor y la importancia de esta propuesta china. La crisis ha causado graves problemas tanto en Rusia como en Ucrania, ha afectado el suministro mundial de energía y alimentos, ha disparado la inflación, ha supuesto una grave amenaza para la seguridad nuclear y ha asestado un nuevo golpe al proceso de globalización de la paz y la estabilidad.

China no está involucrada en la crisis de Ucrania, pero no puede quedarse de brazos cruzados. El presidente chino, Xi Jinping, ha presentado "cuatro deberes", "cuatro cuestiones comunes" y "tres puntos de reflexión" que señalan claramente la dirección correcta para promover una solución política a la crisis de Ucrania. El recién publicado documento de la postura de China ofrece una propuesta exhaustiva, detallada y exacta para la solución política a la crisis.

En concreto, la posición de China incluye doce aspectos, que no sólo defienden el principio coherente de "respetar la soberanía de todos los países", sino también proporcionan medidas concretas para resolver la crisis humanitaria. "No es sólo un llamamiento al alto el fuego para detener la guerra e iniciar conversaciones de paz, sino también una propuesta a largo plazo para promover la reconstrucción posbélica; además, tiene en cuenta las preocupaciones de todas las partes y no se inclina a ningún lado, al tiempo que define claramente las responsabilidades y obligaciones de todas las partes". Puede verse que estas ideas reflejan plenamente el papel de China como gran potencia que aboga por la justicia, adherida a la objetividad y la imparcialidad, y que persuade y promueve activamente las conversaciones de paz.

El estallido de la crisis en Ucrania es el resultado de una serie de factores complejos. Entre ellos, Estados Unidos y la OTAN desempeñaron el rol de provocadores, avivando las llamas y lanzando gasolina al fuego, y son los iniciadores y promotores de la crisis. Si se ignora este punto, será difícil resolver realmente el problema. Las propuestas de China de "abandonar la mentalidad de la Guerra Fría" y "poner fin a las sanciones unilaterales" apuntan a los puntos dolorosos de la crisis ucraniana, lo que ayudará al mundo a seguir viendo el quid de la crisis en Ucrania. Estados Unidos y la OTAN deben reflexionar profundamente al respecto.

Además, el llamamiento de China al establecimiento de corredores humanitarios para la evacuación de civiles de las zonas en guerra, la protección de civiles y prisioneros de guerra, y la garantía del transporte de alimentos son muy concretos y operativos, y reflejan nítidamente sus preocupaciones humanitarias.

Al mismo tiempo, China también aboga por mirar más allá. Y con los repetidos bombardeos de la central nuclear de Zaporiyia, existen grandes preocupaciones sobre la seguridad nuclear. China subraya la necesidad de garantizar la estabilidad de la cadena global de suministro, reitera que "las armas nucleares no deben utilizarse y la guerra nuclear no debe librarse", pide la seguridad de las instalaciones nucleares civiles y se opone al desarrollo y uso de armas biológicas y químicas por cualquier país y bajo cualquier circunstancia, lo que refleja un alto grado de responsabilidad por la seguridad y el desarrollo de toda la humanidad. En particular, la propuesta de China de promover la reconstrucción del país finalizada la guerra y su voluntad de facilitar la ayuda y desempeñar un papel constructivo a tal fin demuestra la alta moral de su política internacional.

Cuanto más complicada es la situación, mayor es la necesidad de serenidad y pragmatismo, y se debe actuar con más prudencia. La propuesta de China ofrece una solución viable a la crisis y merece una profunda consideración por todas las partes implicadas, creando las condiciones necesarias para  reconstruir la paz.