China y Uruguay están codo con codo en la batalla conjunta contra la pandemia

Desde el establecimiento de sus relaciones diplomáticas, China y Uruguay han mantenido firme su cooperación en casos desafiantes en el ámbito internacional. La lucha contra la pandemia de COVID-19 no es una excepción. Los dos países han estado codo con codo en esta batalla sanitaria global.

La conversación telefónica entre Xi Jinping y Luis Lacalle Pou, mantenida en un contexto de propagación de la COVID-19, ofreció una oportunidad para refrendar el compromiso de ambas naciones para trabajar en aras de una comunidad de salud humana. Uruguay honró los ideales solidarios y humanistas de su política exterior y, cuando el coronavirus asestó sus primeros golpes en China, el país charrúa dio muestras de una gran fraternidad y extendió asistencia a China para luchar contra la pandemia. De igual forma, en reciprocidad y amparada por el ideal de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, China proporcionó a Uruguay asistencia material y experiencias para la prevención y el control pandémicos. A ojos de China, la lucha contra la pandemia debe librarse de forma unida, y por ello, desplegando acciones con este ideal en mente, brindó ayuda al pueblo de Uruguay y suministró cuanto insumo y material tuvo en sus manos.

La pandemia de COVID-19, contrario a sus devastadores efectos, ha reafirmado la unión que hay entre China y Uruguay. Ambos países han manifestado la importancia de cooperar y dar apoyo a instituciones internacionales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud, para hacer frente a situaciones pandémicas como la de los últimos tres años. 

Hoy en día, cuando el poder devastador del coronavirus comienza a amainar, China y Uruguay coinciden con mayor convicción en que, solo cooperando con múltiples partes y haciendo de la solidaridad la bandera del mundo, los Estados podrán superar los desafíos que la pandemia supone para la materialización de intereses individuales y colectivos. Estos dos países, separados por un vasto mar, trabajan con los corazones palpitando al unísono para dejar atrás el amargo trago causado por la pandemia. Miran con los mismos ojos hacia el futuro, anhelando que la comunidad de salud humana para la humanidad, se convierta en una nueva realidad.