Por fin Buda encontró al monje Xuanzang y le dijo que era la persona más cualificada de hacer este viaje al oeste, sin embargo, el viaje es muy difícil y peligroso, él necesita encontrar a unos discípulos que le acompañen y le ayuden a lo largo del camino. Buda también le regaló tres tesoros mágicos para que Xuanzang los entregue a sus discípulos, así empieza su viaje.