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Con estos datos, el IPC se aceleró más de lo que había previsto el mercado, que era un ascenso del 1,6 por ciento en el octavo mes del año.
En los primeros ocho meses de este año, el IPC subió un 1,5 por ciento en comparación con el año pasado.
La inflación, más acusada pero todavía moderada, sigue muy por debajo de la meta de regulación anual definida por el gobierno, que la situó alrededor del 3 por ciento.
Sobre una base mensual, el índice subió un 0,4 por ciento.
El estadístico jefe del buró, Sheng Guoqing, atribuyó el crecimiento más rápido del IPC al aumento de los precios de los alimentos, pues la meteorología adversa elevó los precios de los vegetales, mientras que la reducción de la producción también condujo a un drástico incremento de los precios de los huevos.
Los precios alimentarios, el mayor componente del IPC, registraron un alza intermensual del 1,2 por ciento, y los de las verduras, en concreto, ascendieron un 8,5 por ciento con respecto a julio, pues el verano caluroso y las lluvias abundantes hicieron que se elevasen los costes de transporte.
Los precios de los huevos subieron un 13,5 por ciento frente a julio y los de la carne de cerdo, una carne básica en China, crecieron un 1,3 por ciento intermensual.
Con respecto a hace un año, los precios alimentarios bajaron un 0,2 por ciento en agosto y los no alimentarios ascendieron un 2,3 por ciento.
La inflación subyacente, que excluye los precios, muy volátiles, de los alimentos y la energía, subió un 2,2 por ciento interanual en agosto, ligeramente por encima del 2,1 por ciento de julio. Esta medida se ha mantenido estable ligeramente por encima del dos por ciento desde marzo.
Analistas dijeron que es improbable que el repunte de la inflación para el consumidor continúe debido a una elevada base comparativa en septiembre de 2016 y como resultado del debilitamiento de los factores estacionales el resto del año.
Jiang Chao, economista jefe de Haitong Securities, dijo que el incremento del IPC se relajará al 1,6 por ciento en septiembre y permanecerá atenuado en el conjunto del año.
El índice de precios al productor (IPP) , que mide los costes de las mercancías a la salida de la fábrica, creció un 6,3 por ciento interanual en agosto, frente al 5,5 por ciento registrado en julio.
El crecimiento del IPP, que superó el 5,7 por ciento que se esperaba en el mercado, ha sido impulsado por el encarecimiento del acero, los metales no ferrosos, el petróleo y el gas natural.
Sobre una base intermensual, el índice creció un 0,9 por ciento el mes pasado.
Los precios al productor se aceleraron, un signo positivo significativo para la economía china, que ayudará a elevar los beneficios y permitirá a las compañías gestionar su carga de deuda de un modo un poco más fácil, dijo Tom Orlik, economista jefe en Asia de Bloomberg.
El IPP creció un 6,4 por ciento interanual entre enero y agosto, sin cambios con respecto al registrado en los primeros siete meses.
Orlik espera que el banco central continúe afrontando el desafío del desapalancamiento y que no acelere la relajación monetaria.
Por otra parte, según datos de las aduanas publicados el viernes pasado por la Administración General de Aduanas, las exportaciones denominadas en yuanes de China subieron un 6,9 por ciento anual en agosto, mientras que las importaciones aumentaron un 14 por ciento.
Eso dio lugar a un superávit comercial mensual de 286.500 millones de yuanes (equivalentes a 44.000 millones de dólares), un 14 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado.
El mes pasado, el comercio exterior total llegó a 2,41 billones de yuanes, un 10 por ciento más que un año atrás.
En el combinado de los primeros ocho meses, las exportaciones aumentaron un 13 por ciento interanual, mientras que las importaciones crecieron un 22,5 por ciento, lo que resultó en una disminución del 15 por ciento del superávit.
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