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El Buró Nacional de Estadísticas (BNE) anunció este miércoles que el índice de precios al consumidor (IPC) de China, un importante indicador de la inflación, subió un 1,4 por ciento interanual en julio.
De acuerdo con el buró, la expansión de julio fue levemente más baja que el 1,5 por ciento registrado en junio. El IPC subió un 0,1 por ciento en julio respecto al mes anterior.
Según la fuente, la inflación de consumo fue generalmente estable en julio. Los precios de los alimentos, el mayor componente del IPC, se situó en un 0,1 por ciento.
Los precios de las hortalizas subieron un 7 por ciento, después de caer durante cinco meses consecutivos, debido a la reducción de la producción provocada por el calor y las fuertes lluvias. Las frutas se abarataron un 9,2 por ciento debido a la sobreabundancia en la oferta. La carne de cerdo se pagó un 0,7 por ciento más barata, ya que su consumo se redujo en verano.
En términos interanuales, el precio de los alimentos bajó un 1,1 por ciento en julio, mientras el de los productos no alimentarios ascendió un 2 por ciento.
Sin calcular los volátiles precios alimenticios y energéticos, el IPC central se incrementó un 2,1 por ciento interanual en julio.
En los primeros siete meses de este año, el IPC subió un 1,4 por ciento interanual.
De acuerdo con el BNE, el índice de precios al productor (IPP) de China, que mide los costes de los bienes a la salida de fábrica, subió un 5,5 por ciento interanual en julio, el mismo nivel que los dos meses anteriores.
En términos mensuales, el IPP chino ascendió un 0,2 por ciento.
Sheng Guoqing, estadístico del BNE, indicó que los precios a puerta de fábrica de las industrias de minería de metales ferrosos y de fundición de metales no ferrosos subieron un 2,7 y un 1,5 por ciento, respectivamente, en comparación con el mes anterior.
Por su parte, los precios en las industrias de extracción y refinamiento de petróleo y gas bajaron un 5,3 y un 3 por ciento intermensual, respectivamente.
El IPP de China ha permanecido en terreno positivo desde septiembre, cuando terminó una caída de cuatro años de duración, debido en parte a una campaña del gobierno chino para reducir la sobrecapacidad industrial, que ha beneficiado a la economía en general.
China registró un crecimiento de un 6,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en la primera mitad de 2017, por encima del 6,7 por ciento de 2016, lo que superó el consenso de los analistas.
Según otra información, las nuevas reglas de China sobre las transacciones con tarjetas bancarias tendrán un efecto limitado en los usuarios de tarjetas pues su único objetivo es recabar información para detener el lavado de dinero, no el gasto.
De acuerdo con la Administración Estatal de Divisas (AED), a partir del 1 de septiembre se pedirá a los bancos que informen a diario de todos los retiros de efectivo, así como todas las transacciones con tarjetas bancarias nacionales por un monto mayor a 1.000 yuanes (alrededor de 148 dólares) en las tiendas físicas y de internet de ultramar.
La AED explicó que las nuevas reglas no significan que habrá un ajuste a las políticas de gestión de divisas relacionadas con el uso de tarjetas bancarias en ultramar.
La AED añadió que la acción pretende mejorar la transparencia y calidad de los datos de las transacciones de ultramar con tarjetas bancarias para cumplir las demandas de cooperación internacional para combatir los delitos, incluido el lavado de dinero.
La administración señaló que continuará apoyando el uso legal y conveniente de las tarjetas domésticas en ultramar bajo la cuenta corriente.
Las nuevas reglas serán puestas a prueba a partir del 21 de agosto.
Las transacciones hechas a través de instituciones de pago no bancarias no requieren ser reportadas.
China ha reforzado la supervisión de los riesgos financieros, incluida la fuga de capitales a gran escala.
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