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El Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) adoptó este miércoles por unanimidad una resolución encaminada a evitar que los terroristas adquieran armas, sobre todo, armas pequeñas y ligeras.

El Consejo instó a la comunidad internacional, en la resolución 2370, adoptada en una reunión abierta, a reforzar la colaboración para eliminar las fuentes y los medios de los cuales los grupos terroristas adquieren armas, así como las vías con las que éstos grupos intercambian las armas, a fin de defender la paz y la seguridad del mundo.

El director ejecutivo de la Oficina sobre Drogas y Crímenes de la ONU, Yury Fedotov, destacó en su informe ante el Consejo la amenaza que genera el contrabando de armas a la seguridad mundial.

"El Consejo de Seguridad está bien consciente de la importancia de impedir a los terroristas la obtención de armas convencionales y de destrucción masiva. Estas personas adquieren armas por diversos medios en todo el mundo, como por el ejemplo, al saquear los equipos mal gestionados y almacenados, valerse de las lagunas en la administración fronteriza y aprovecharse de Internet, especialmente del Darknet. Estos contrabandos de armas, relacionados con otros crímenes organizados internacionales, presentan una amenaza cada día mayor a la paz y a la seguridad del mundo".

En la resolución, los 15 miembros del consejo dijeron que la acumulación desestabilizadora y el mal uso de las armas siguen representando una amenaza para la paz y para la seguridad internacionales y causan una pérdida significativa de vidas.

Chen Weixiong, director interino del Directorio Ejecutivo del Comité Antiterrorista del Consejo de Seguridad, indicó que los severos desafíos en esta tarea internacional, requieren más esfuerzos.

"A pesar de los avances que los Estados miembros han hecho para evitar la adquisición de armas por parte de los terroristas, han de esforzarse en los siguientes factores: deliberar y reforzar la legislación a nivel nacional sobre el combate a la oferta y a la transferencia de armas a los terroristas; consolidar las restricciones sobre la posesión, el uso y la transferencia de armas; garantizar el apropiado almacenamiento y control de las armas que pertenecen a las fuerzas de defensa nacional y de seguridad; evitar la entrada de armas en las zonas en conflicto o afectados por los conflictos; ofrecer formaciones técnicas así como equipos para que las naciones concernientes sean capaces de ejecutar eficientemente las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el embargo de armas; fortalecer y extender las relaciones de cooperación y asociación con las instituciones de la ONU, las organizaciones internacionales y regionales, así como con la sociedad civil".

Por su parte, el representante permanente de China ante la ONU, Liu Jieyi, aplaudió esta resolución del Consejo de Seguridad, manifestando su deseo de que se pueda abrir una nueva perspectiva de la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo. Indicó que la comunidad internacional debe adherirse a un estándar unificado en este combate, con miras a reparar los diversos puntos débiles por los que los grupos terroristas obtienen armas.

"Las resoluciones del Consejo de Seguridad prohíben explícitamente a todas las naciones del mundo ofrecer armas y cualquier otra forma de apoyo a las organizaciones terroristas. Todos los países deben ejecutar cabalmente estas resoluciones y llevar a cabo el embargo, el control y otras estipulaciones de las mismas. Sólo al tomar medidas conjuntas y eficientes, siguiendo los criterios fijados por el Consejo, se podrá cortar los medios por los que los grupos terroristas adquieren e intercambian armas, de manera que no se deje ninguna chance a los terroristas".

Destacando la activa participación de China en los mecanismos multilaterales como la ONU, la Organización de Cooperación de Shanghai y el Foro Global contra el Terrorismo, el enviado chino prometió que China seguirá reforzando su colaboración con los países interesados en esta área.

La resolución del Consejo exhortó a los Estados miembros de la ONU a prevenir y afectar las redes de adquisición de armas, sistemas y componentes entre tales grupos y entidades.

Específicamente, exhortó a garantizar la capacidad para tomar medidas legales apropiadas contra quienes participen a sabiendas en el suministro de armas a los terroristas y a garantizar una seguridad física y un manejo apropiado para las reservas de armas pequeñas y ligeras.

También pidió fortalecer su capacidad judicial, legal y de control fronterizo y desarrollar su capacidad para investigar las redes de tráfico de armas para abordar el vínculo entre el crimen organizado transnacional　y el terrorismo.