El presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, se comprometieron este martes en Moscú a convertir las sólidas relaciones bilaterales en una piedra de lastre para la paz y la estabilidad en el mundo, mientras las dos naciones buscan coordinarse aún más estrechamente para lograr un mundo mejor.

comentario1707051

Los dos jefes de Estado también acordaron convertir los lazos bilaterales, descritos por Xi como "los mejores de la historia", en un propulsor del desarrollo de sus respectivos países.

Tras señalar que China y Rusia son buenos vecinos, amigos y socios, Xi dijo a Putin en conversaciones entabladas en el Kremlin que la asociación estratégica integral bilateral de coordinación favorece los intereses fundamentales de los dos países y pueblos, lo cual tiene una gran vitalidad y un enorme potencial de desarrollo y podrá tolerar la prueba de las vicisitudes internacionales.

Xi dijo: "un desarrollo continuo, sólido y firme de las relaciones China-Rusia favorece el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad de las dos naciones, su desarrollo y su revitalización, y también la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales".

El líder chino destacó los cercanos intercambios de los últimos años con el presidente Putin y dijo que los contactos frecuentes han dado un ímpetu importante al desarrollo de las relaciones entre los dos países.

Este es el sexto viaje de Xi a Rusia desde que asumió su cargo y la tercera reunión de este año entre los dos jefes de Estado.

Putin hizo eco de las palabras de Xi y señaló que los dos países han desarrollado una relación de alto nivel con un sólido mecanismo de cooperación y que los dos jefes de Estado han desarrollado una muy buena relación de trabajo y una profunda amistad.

Putin dijo que la visita de Xi fue un éxito total y que la parte rusa está dispuesta a trabajar con la parte china para seguir fortaleciendo la asociación estratégica integral de coordinación.

Durante las conversaciones, los dos líderes prometieron apegarse al Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación entre China y Rusia sin importar los cambios en el panorama internacional, emplear el papel de guía estratégica de los dos jefes de Estado en la relación bilateral, mantener intercambios frecuentes de alto nivel y ampliar la cooperación gubernamental y no gubernamental.

En el frente económico, las dos partes acordaron impulsar el comercio y la inversión, buscar la implementación de grandes proyectos y construir una asociación estratégica en energía.

También se debe profundizar la cooperación en áreas como energía renovable, carbón, infraestructura, ciencia, tecnología, innovación, ámbito aeroespacial, finanzas y asuntos del Ártico.

Las dos partes también desean ampliar los intercambios culturales y entre pueblos con el fin de promover el entendimiento y la amistad entre los dos pueblos.

Los dos líderes prometieron aumentar la coordinación estrecha y efectiva en asuntos regionales e internacionales para contribuir así a mejorar el sistema de gobernanza mundial y a salvaguardar el equilibrio y la estabilidad estratégicos internacionales.

Las dos partes enfrentarán de manera conjunta amenazas y desafíos globales como el terrorismo, buscarán un proceso de solución política para los problemas regionales, construirán una economía mundial abierta, trabajarán en favor de la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y construirán un nuevo tipo de relaciones internacionales caracterizadas por la cooperación y el beneficio mutuo.

Después de las conversaciones, el presidente Putin entregó a Xi la orden más alta de Rusia, la Orden de San Andrés Apóstol, el primer apóstol nombrado.

Los dos jefes de Estado firmaron una declaración conjunta sobre una mayor profundización de la asociación estratégica integral de coordinación chino-rusa y otra declaración conjunta sobre la situación mundial actual e importantes temas internacionales. Asimismo, ratificaron la directriz de implementación 2017-2020 del Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación China-Rusia.

Los dos líderes fueron testigos también del intercambio de documentos de cooperación entre sus respectivos funcionarios gubernamentales y de una declaración conjunta de las cancillerías de los dos países sobre la península de Corea.