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El Índice de Precios al Consumidor (IPC), la principal medida de la inflación, creció un 1,2 por ciento interanual el mes pasado, 0,1 puntos porcentuales por encima de los pronósticos del Mercado.
Este crecimiento se aceleró con respecto al 0,9 por ciento del aumento de marzo y al 0,8 por ciento de febrero. Sobre una base mensual, el IPC subió un 0,1 por ciento, de acuerdo con la entidad.
El organismo atribuyó la subida del indicador al encarecimiento de aquellos productos diferentes de los alimentos, que fue del 2,4 por ciento interanual en abril y superó en un 0,2 por ciento al de marzo.
Sheng Guoqing, estadístico jefe del buró, explico que los dos días festivos nacionales que se celebran cada año en abril, acarrearon un aumento en los precios de los pasajes de avión, los hoteles y los servicios de viajes, lo que contribuyó a la aceleración en el ascenso del IPC.
Los precios de los alimentos, sin embargo, descendieron un 3,5 por ciento, gracias a la elevada oferta de verduras, que llevó a un abaratamiento del 21,6 por ciento interanual. A su vez, los precios de la carne de cerdo y de los huevos, cayeron un 8,1 por ciento y un 11,4 por ciento, respectivamente.
Al excluir los volátiles precios de los alimentos y la energía, el IPC básico se incrementó en abril un 2,1 por ciento frente a un año atrás, casi la misma cifra del mes anterior.
Tom Orlik, economista de Bloomberg, vaticinó que el crecimiento del IPC se acelerará en los próximos meses, pero no lo suficiente como para hacer que el banco central abandone su cauta senda de ajuste progresivo.
El IPC creció un 1,4 por ciento en los primeros cuatro meses del año. La meta del gobierno para este año es mantener la inflación en torno al 3 por ciento.
El Índice de Precios al Productor (IPP), que mide los precios de los productos al salir de fábrica, subió en abril un 6,4 por ciento interanual, luego de haber registrado una subida del 7,6 por ciento en marzo, y quedándose por debajo de lo pronosticado del 6,7 por ciento.
Orlik analizó que el principal impulsor de las modestas ganancias del IPP son los alicaídos precios de las materias primas, aunque una robusta demanda, los esfuerzos del gobierno para eliminar el exceso de capacidad y un yuan débil, que se traduce en un aumento en los precios de las importaciones, impedirán una caída más pronunciada de la inflación a puerta de fábrica.
Sobre una base mensual, el IPP cayó un 0,4 por ciento, el primer decrecimiento desde julio.
El economista jefe del Banco de Comunicaciones, Lian Ping, dijo que el incremento del IPP podría seguir perdiendo ritmo en lo que queda de 2017, y que el pico del año fue en febrero.
La estabilidad de los precios sirve como respaldo a las opiniones emitidas recientemente por expertos sobre la estabilización de la segunda mayor economía mundial. El Producto Interno Bruto de China creció en el primer trimestre del año un 6,9 por ciento, tras haber registrado un aumento del 6,8 por ciento en el último trimestre de 2016, superando, además, el objetivo oficial para todo 2017, de alrededor del 6,5 por ciento.
El Buró Nacional de Estadísticas, informó además que la inflación de los precios al productor de China continuó desacelerándose en abril, debido a que el abaratamiento de las materias primas rebajó los costos a puerta de fábrica.
El ritmo se volvió a desacelerar y fue inferior al 7,6 por ciento en marzo y al 7,8 por ciento en febrero, el más alto desde 2008.
En términos intermensuales, el IPP se contrajo un 0,4 por ciento, lo que supone la primera caída mensual desde julio pasado.
El IPP de China lleva en terrenos positivos desde septiembre, cuando acabó una racha de cuatro años de deflación, debido, en parte, a la exitosa campaña del Gobierno para reducir el exceso de la capacidad industrial, que benefició a la economía en general.
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