El acuerdo sobre indicaciones geográficas China-UE promueve el sistema comercial multilateral
El acuerdo bilateral entre China y la Unión Europea (UE) sobre indicaciones geográficas (IG) entró en vigor este lunes. Este es un hito importante en la relación sino-europea para mejorar la cooperación económica y comercial entre ambas partes, y fortalecer la protección del derecho a la propiedad intelectual, al mismo tiempo conforma los esfuerzos para promover el sistema comercial multilateral.
El acuerdo se firmó el 14 de septiembre de 2020 tras 22 rondas de negociaciones oficiales que se iniciaron en 2011. Se trata del primer acuerdo bilateral integral de alto nivel de China sobre las indicaciones geográficas. Más de 500 ítems fueron catalogados en la lista de indicaciones geográficas. Entre ellos, desde su misma entrada en vigor quedarán bajo protección un centenar de indicaciones geográficas de cada parte, incluyendo bebidas alcohólicas, té, alimentos y productos agrícolas, como el champán francés, la cerveza bávara alemana, el jamón de Parma italiano, el aceite de oliva Magina de España, entre otros, estarán protegidos por el acuerdo. Sin duda, dicho acuerdo traerá más fama de estos productos europeos al mercado chino y se beneficiará ampliamente de sus exportaciones al país asiático.
Al incrementar la economía China, también se desarrolla el poder adquisitivo de los consumidores chinos y sus demandas de los productos de alta calidad. Siguietne al Acuerdo sobre indicaciones geográficas China-UE, posiblemente llegarán más bienes europeos con indicaciones geográficas al país oriental. En un ambiente más amplio, dicho acuerdo entre China y Europa no sólo beneficiará a ambas partes, sino también ayudará al fortalecimiento de los intercambios culturales y al aprendizaje mutuo entre civilizaciones.
La protección de las indicaciones geográficas es un elemento importante del comercio multilateral internacional hoy en día. El Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), como el Anexo 1C del Convenio por el que se crea la OMC firmado en 1994, contiene la parte relacionada con indicaciones geográficas. En la ronda de Doha, China y UE eran defensores de la negociación sobre indicaciones geográficas. Siendo dos mercados enormes, China y UE aplican acciones para consolidar el sistema del comercio multilateral conjuntamente por dicho acuerdo.
Siempre existe una gran divergencia entre Estados Unidos y la Unión Europea sobre este tema, especialmente en la negociación sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Estados Unidos no reconoce que productos como el champán o el jamón de Parma contengan indicaciones geográficas. Y, al contrario, los estadounidenses acusan que dichas indicaciones son “barreras comerciales”. Paul Ryan, expresidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos manifestó seriamente: “En las siguientes generaciones, vamos a fabricar queso gouda en Wisconsin. Y queso feta, cheddar y cualquiera cosa más.”
En países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la agricultura y la ganadería juegan un rol muy importante en la economía. Estos países también buscan la protección de sus indicaciones geográficas para desarrollar sus propios productos. Por eso, la entrada en vigor de dicho acuerdo tiene el efecto de radiación e impulso. Los mercados de China, de la Unión Europea y de la ASEAN posiblemente acelerarán las comunicaciones por este tipo de acuerdos. En el año 2020, ASEAN se convirtió en el socio comercial más grande de China, y el país asiático llegó a ser el socio comercial más grande de la UE. Gracias a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), se integran economías como China, ASEAN, Japón, Corea de Sur, Australia y Nueva Zelanda a formar la región de libre comercio más grande en el mundo. Dichas actividades y medidas traen esperanza al sistema del comercio multilateral.