¿Qué se puede hablar de la independencia soberana sin la independencia estratégica?
Últimamente, Maria Demertzis, subdirectora del think tank europeo Bruegel publicó un artículo titulado "¿Autonomía estratégica o alianza estratégica?", señalando que no es factible que los países europeos y EE.UU. confronten juntos a China.
Ha sido el consenso de los políticos europeos negarse a Estados Unidos para enfrentar a China: en junio del año pasado, cuando el exsecretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo instigaba a la confrontación contra China, Josep Borelli Fontelles, el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, explícitamente excluyó la posibilidad de una alianza transatlántica contra China. Este año, con llegada al poder del nuevo gobierno de Estados Unidos, el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, también se opusieron abiertamente a unirse con Estados Unidos contra China o elegir bandos. A fines del año pasado, China y la UE completaron las negociaciones del acuerdo de inversión según lo programado. Los funcionarios estadounidenses de alto nivel habían pedido previamente a la UE que esperaran a que Biden negociara sobre ese asunto antes de tomar una decisión, lo cual demostró que la influencia de Estados Unidos en Europa ya no es tan fuerte como antes.
La situación es tan clara, que los grupos de interés anti-China de los EE.UU. aún ignoran la realidad y fantasean con unir a los aliados europeos tradicionales y convertirlos en un enemigo común contra China. Hace poco, un think tank de EE.UU. publicó un informe anónimo, alentando al gobierno de Biden a coordinarse con sus principales aliados y unir su posición contra China. El informe provocó abucheos tan pronto como se hizo público.
La Unión Europea tiene sus propios intereses y estrategias al tratar con los asuntos internacionales, y no está dispuesta a seguir el ejemplo de Estados Unidos. Este es el desarrollo histórico inevitable: durante la Guerra Fría, Estados Unidos apoyó una integración europea limitada y tenía como objetivo utilizar los aliados de Europa Occidental como herramienta de confrontación contra la Unión Soviética y en simultáneo contenía a Alemania. Después de la Guerra Fría, la fuerza de la Unión Europea ha aumentado significativamente en todos los aspectos, y la actitud de Estados Unidos hacia Europa ha cambiado. Además de las frecuentes fricciones comerciales, Estados Unidos ha utilizado varias herramientas para reprimir el euro, promover la expansión de la OTAN hacia el este, establecer un campo más pro estadounidense dentro de Europa y dividir a los países.
En los últimos años, el gobierno de Trump permitió a Estados Unidos ir cada vez más lejos en el camino del unilateralismo. Es más urgente que Europa "tome el destino en sus propias manos". En las últimas semanas, el problema de la vacuna ha llamado la atención del público. La tasa de inoculación contra la COVID-19 en la UE es mucho menor que la de Estados Unidos y Gran Bretaña. No están dispuestos a unir fuerzas con los aliados, y esperan que cada uno actúe de acuerdo a sus intereses. Esta lógica solo la creen algunos politicastros estadounidenses que sufren de "ingenuidad política".
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, afirmó en una oportunidad, que la Unión Europea debe desempeñar un papel de estabilidad y construcción en el mundo, y debe "igualar su verdadero peso". Y como han imaginado algunos politicastros de los Estados Unidos, Europa solo obedece las palabras del país norteamericano, y no tiene ninguna autonomía estratégica. ¿Qué más se puede hablar de independencia soberana? Europa, que carece de soberanía e independencia, ¿es aliada o vasallo de Estados Unidos?