Economía china: un oasis en el desierto económico mundial en medio de la epidemia
Autor:Dr. Michael Borchmann, ex director general del Departamento de Asuntos Europeos e Internacionales del Estado de Hesse, Alemania, y consultor senior de la Agencia de Promoción de Inversiones Internacionales de China (Alemania)
Hace unos días, el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) de China anunció que el producto interno bruto (PIB) del país alcanzó los 101billones 598.600 millones de yuanes (aproximadamente 13 billones de euros) en 2020, un aumento interanual del 2,3%. Las importaciones y exportaciones de bienes de China alcanzaron los 32,16 billones de yuanes, un aumento del 1,9%. Las exportaciones aumentaron un 4 por ciento, mientras que las importaciones bajaron un 0,7 por ciento.
Al observar la situación mundial causada por la crisis epidémica, estas cifras son asombrosas e impresionantes. Por lo tanto, investigué más sobre el impacto de la epidemia de COVID-19 en toda la economía mundial y en los principales países industriales. La OCDE señaló en su informe de perspectivas el mes pasado que la producción económica mundial en 2020 caería un 4,2%. El informe decía: "Esta pandemia es la primera crisis verdaderamente global desde la Segunda Guerra Mundial".
El informe también señaló que la estrategia de respuesta de varios países no es más que acciones propias a gran escala y fronteras cerradas, con muy poca cooperación internacional. Sin embargo, el proteccionismo y el cierre de fronteras no son la mejor política.
Si se observan las cifras del PIB de varios países, se encuentra la gravedad de la crisis: casi todos los países industrializados se encuentran en la zona roja negativa: la zona del euro se contrajo un 7,5%, el Grupo de los Veinte (G20) se contrajo un 3,8% y algunos países importantes -desde Japón hasta Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania o India- la recesión del PIB se sitúa entre el 5,3% y el 11,2%, todos en la zona roja negativa sin excepción. La única excepción en el área "verde" es China, que ha logrado un crecimiento positivo mencionado al principio del artículo.
Aprecio un método retórico de expresar conceptos abstractos en imágenes objetivas y concretas. Cuando vi estos datos, una imagen así apareció inmediatamente en mi mente: un oasis en el desierto. Un oasis es una fuente de agua en el desierto que permite a los organismos sobrevivir en entornos hostiles. En mi opinión, la economía china actual es un "oasis".
En primer lugar, esta es una prueba convincente de que China básicamente ha contenido la epidemia gracias a las decididas acciones del liderazgo nacional y al alto grado de autodisciplina del pueblo. Además de las cifras anteriores, el éxito de China en la lucha contra la epidemia también se refleja en otros aspectos. Todos estos destacan la alta confianza de China en el desarrollo económico y el liderazgo político.
Por ejemplo, un informe reciente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) mostró que la inversión extranjera directa (IED) mundial cayó un 42% en 2020, de 1,5 billones de dólares en 2019 a 859.000 millones de dólares. En marcado contraste, China se convirtió en el mayor receptor mundial de IED en 2020 debido a que los flujos hacia China aumentaron cuatro por ciento para ubicarse en 163.000 millones de dólares, mientras que Estados Unidos cayó un 49% a 134.000 millones de dólares, ocupando el segundo lugar.
En términos de mercado de valores, en 2020, unos 18,02 millones de inversores en China abrieron cuentas para la compraventa de acciones en las bolsas de valores de Shanghai y Shenzhen. El número fue un 36,04 por ciento más alto que el de 2019, de acuerdo con la Corporación de Depósito y Compensación de Valores de China.
Por último, hablemos de comercio exterior: como alemán, me complace mucho ver que desde mediados de 2020, a pesar de la propagación de la epidemia, los datos del comercio exterior alemán han mostrado un repunte alentador, que se debe principalmente a la cooperación comercial con China. Y todavía continúa esta tendencia.
Las estadísticas oficiales alemanas muestran que en noviembre de 2020, las exportaciones alemanas a China aumentaron un 14,3% en comparación con el mismo período del año pasado, alcanzando los 9.300 millones de euros. Las exportaciones alemanas a los Estados Unidos en noviembre del año pasado cayeron un 3,1% a 9,6 mil millones de euros. Ese mes, las importaciones de Alemania desde China alcanzaron los 10.400 millones de euros, un aumento interanual del 5,4%. China también se convirtió en la mayor fuente de importaciones de Alemania ese mes. Por otra parte, las importaciones de Estados Unidos cayeron un 1,5% interanual hasta los 5.800 millones de euros.
En resumen, podemos sacar una conclusión: China tiene una economía sólida, una base sólida y una capacidad muy fuerte para resistir las crisis. Por lo tanto, no es sorprendente que los expertos tengan pronósticos optimistas para el crecimiento económico de China este año. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que la economía china crecerá con fuerza un 7,9% en 2021. Los analistas de UBS escribieron en un comunicado: "Esperamos que, impulsada por las exportaciones y el consumo interno, la tasa de crecimiento del PIB de China regrese al 8,2% en 2021".
Por otro lado, dado que la situación mundial todavía está llena de incertidumbre, los funcionarios chinos parecen haber adoptado una actitud más rigurosa y prudente. China trabajará arduamente para que la economía opere dentro de un marco responsable para asegurar un buen comienzo del XIV Plan Quinquenal. Basándose en esto, algunos economistas chinos creen que lo más importante en el objetivo de crecimiento anual del gobierno para este año no son las cifras específicas de crecimiento, sino la realización del pleno empleo. Tal objetivo coloca el bienestar de la gente en una posición especial e importante.
Desde una perspectiva global, toda la economía mundial se beneficiará de la fuerza de China. Esto es obvio en vista de la tendencia a la globalización y el entrelazamiento de países en el mundo. Esto también está en línea con la piedra angular de la política china enfatizada por el presidente Xi Jinping, es decir, el concepto de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
El presidente Xi acaba de reiterar este punto en su discurso en el Foro Económico Mundial de este año.“La humanidad tiene una sola Tierra y un futuro compartido. Las prácticas nos han enseñado una y otra vez que están condenados al fracaso aquellos que busquen beneficio propio a expensas de los vecinos, que actúen por cuenta propia y que caigan en aislamiento arrogante. Trabajemos de la mano para iluminar, con el multilateralismo como antorcha, el camino de avance hacia la comunidad de futuro compartido de la humanidad”.