La politización de la epidemia es un peligro global

Tras el estallido de la epidemia COVID-19, los círculos políticos occidentales, liderados por el gobierno de los Estados Unidos, han intensificado sus ataques contra China, creando condiciones para lanzar una nueva ronda de “Guerra Fría”, así lo afirmó el Dr. Richar Horton, editor jefe de la prestigiosa revista médica The Lancet, en un artículo de opinión publicado el día 3 de agosto por el periódico británico The Guardian.

Para los políticos estadounidenses, las elecciones de noviembre son actualmente la prioridad y están haciendo todo lo posible para socavar las relaciones bilaterales existentes entre China y Estados Unidos, lo que se ha convertido en su "corrección política" más importante. Hace unos días, USA Today informó que la congresista republicana Jackie Walorski preguntó al destacado epidemiólogo estadounidense Anthony Fauci sobre el "robo de la investigación y el desarrollo de vacunas en Estados Unidos": "¿Es China una amenaza para el desarrollo de la vacuna para el coronavirus? Fauci respondió "No" y aseguró que los resultados de la vacuna podrían haberse puesto a disposición del público en una revista como el New England Journal of Medicine y que no había necesidad de piratear el sistema informático.

Al mismo tiempo, el público estadounidense es cada vez más pesimista sobre la lucha contra la epidemia. Una encuesta reciente realizada por el periódico y encuestador de The Huffington Post, YouGov, muestra que el 46 por ciento de los entrevistados cree que Estados Unidos se encuentra en una situación menos favorable que otros países.

En el segundo trimestre, la economía estadounidense sufrió su peor recesión desde que comenzó la recopilación de datos en 1947. El producto interno bruto registró una caída que equivale a un ritmo del 32,9 por ciento. En su artículo "El egoísmo mata a los Estados Unidos" publicado por New York Times, Paul Robin Krugman, catedrático y Premio Nobel de Economía, afirmó que Donald Trump y algunos políticos estadounidenses ignoraron el riesgo de relajar la sociedad y no tomaron en cuenta los daños económicos que están atravesando. Estados Unidos fracasó en las dos batallas especiales: prevención y control de epidemias y recuperación económica.

Anteriormente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había publicado el pronóstico económico global en el cual se espera que el PIB de Estados Unidos disminuya ocho puntos porcentuales este año. Dado que es la economía más grande del mundo y los sectores económicos de todos los países están indisolublemente unidos, la profunda recesión estadounidense inevitablemente arrastrará el comercio mundial y la cadena industrial global hacia un decrecimiento. Esta será una inmensa "espada de Damocles" para la economía global y los mercados de capitales que están al borde de la crisis.