Qué hay detrás de la retirada estadounidense de Alemania

Según informes de los medios estadounidenses del día 5 de junio, el presidente de EE.UU., Donald Trump, solicitó al Pentágono que retirara a cerca de 10.000 soldados estadounidenses de Alemania antes de concluir el mes de septiembre. Este plan de retiro repentino desencadenó un gran alboroto en ambos países.

Según el informe de Reuters, un funcionario que maneja información al respecto, aseguró que EE.UU. se embarcó en un plan de retirada de tropas en septiembre del año pasado y recientemente finalizó los detalles; una parte de las tropas estadounidenses retiradas de Alemania serán desplegadas en Polonia y otros países aliados, y el resto regresará a EE.UU.

El funcionario dijo que la razón de la movilización fue el aumento de los gastos de defensa de la OTAN y no tuvo nada que ver con la relación tensa que existe entre Donald Trump y la canciller alemana, Angela Merkel. Sin embargo, es de dominio público que la explicación estadounidense es de mala gama. De hecho, el conflicto entre los Estados Unidos y Alemania, ha sacudido la relación que alguna vez fue inseparable entre ambos países.

Algunos analistas creen que la medida de Trump está destinada a ejercer presión sobre el gobierno alemán e instar a otros aliados militares para seguir las instrucciones de los Estados Unidos.

Desde que Trump asumió el cargo, siempre ha puesto la prioridad de EE.UU. en una posición prominente en las relaciones exteriores. Incluso frente a su aliado más cercano al otro lado del Atlántico, EE.UU. no ha hecho ninguna concesión, e incluso rompió tratados, lo que provocó quejas de Alemania, Francia y otros grandes países europeos.

Paradójicamente, la retirada estadounidense de Alemania no fue como de costumbre; no se notificó a Alemania por adelantado antes de emitir la orden. Este movimiento raro ha atraído críticas de todos los ámbitos dentro de Alemania. Johann Wadepuhl, vicepresidente de bundestag, comentó: "Este plan muestra una vez más que el gobierno de Donald Trump ignora la tarea básica de liderazgo de involucrar a los aliados en el proceso de toma de decisiones". Wadepuhl calificó el incidente como "otra alarma" que advierte a los europeos que también deben dominar su propio destino en términos de política de seguridad. Muchas personas en EE.UU. también están inquietas por la retirada. El teniente general Ben Hodges, ex comandante del ejército de Estados Unidos en Europa, dijo en una entrevista que el número de personas que planean movilizar no tiene consideraciones estratégicas, y el tiempo para la retirada apresurada tampoco. Afirmó que, en cualquier caso, la retirada dañaría el estado operacional de los aliados en Europa. Reuters comentó que la medida de Trump puede hacer que los aliados europeos se preocupen por la confiabilidad de los compromisos acordados con Estados Unidos.

En la actualidad, las discrepancias en torno al ejército norteamericano estacionado en Alemania aún son difíciles de resolver, mientras que la visión de Alemania es aún más profunda. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Josef Maas, afirmó recientemente a los medios de comunicación que la Cumbre UE-China programada para septiembre continuará según lo pactado, y que Alemania tiene demasiados temas importantes para discutir con el gigante asiático. El sitio web Der Spiegel publicó un artículo el 30 de mayo, diciendo que la canciller alemana, Angela Merkel, espera usar el poder de la presidencia de la UE para estar cerca de Beijing. Merkel también enfatizó que la relación con China debe convertirse en un enfoque diplomático, no solo en el ámbito del comercio para determinar el lugar de China en las instituciones internacionales, sino también en los campos que comprenden el cambio climático, protección del medio ambiente, salud y seguridad, los cuales también necesitan cooperación en mayor grado con China.

Las personas siempre dicen que se puede fracasar en una ocasión y triunfar en otra. Alemania, mirando hacia el este, puede tener ganancias inesperadas.

(Jésica, Karina)