¿Quién ahogó la garganta de los afroamericanos?
El líder del Movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, Martin Luther King, fue asesinado en 1968, lo cual provocó conflictos raciales graves en todo el país. Para encontrar la causa principal, el entonces presidente, Lyndon Baines Johnson, nombró un comité y sacó la conclusión: “nuestro país está dividiéndose en dos partes, la sociedad de los ‘blancos’ y la sociedad de los ‘negros’. Son separadas y desiguales.” Desafortunadamente, esta conclusión frustrante aún se mantiene en los Estados Unidos tras pasado más de medio siglo.
Hace unos días, el afroamericano George Floyd fue presionado por el cuello con la rodilla de un policía blanco durante siete minutos hasta la muerte. La petición de "no puedo respirar" se propaga en todo el mundo, que ha provocado preocupaciones para la situación actual de los derechos humanos de los Estados Unidos. El accidente de George Floyd despertó la ola de protestas en más de 70 ciudades estadounidenses, incluso en Londres, Berlín, Toronto y otros lugares del mundo. En la capital, Washington, se encendió la Iglesia de San Juan, el Lincoln Memorial fue un garabateado, y la Casa Blanca, un hito político en los Estados Unidos, también fue asediada por los manifestantes, por lo que el presidente Donald Trump entró dos veces en búnkeres subterráneos para buscar seguridad.
"No puedo respirar" es una verdadera representación de la lucha de las minorías étnicas como los “negros” bajo la discriminación racial en los Estados Unidos. Según las estadísticas, en 2019 la policía estadounidense mató a 1099 personas, de los cuales el 24% son afroamericanos mientras que los afroamericanos solo ocupa un 13% de la población total del país. El informe de Race in America 2019 publicado por el Centro de Investigación Pew señaló que casi 58% de los encuestados pensaban que las relaciones raciales en los EE.UU. son terribles y más de una mitad de los afroamericanos encuestados creían que en los EE.UU. no se puede realizar la igualdad racial. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Verónica Michelle Bachelet Jeria, indicó que la discriminación racial en los EE.UU. está arraigada y se tienen que tomar acciones serias para detener que más afroamericanos mueran en la mano de la policía o por discriminación racial. El periódico The New York Times publicó un artículo declarando que la herida de los afroamericanos no puede recuperarse por la presión sino que se crece la depresión gradualmente hasta que se liberará y se estallará algún día. De acuerdo al artículo, el racismo es el origen del problema de los EE.UU. y este es el momento de recibir su castigo por el mismo.
En las protestas globales, la consigna de “la vida de los negros importa” ha sido mencionada muchas veces. La frase se originó en 2013 por la muerte de un estudiante afroamericano disparado por un policía y el policía que causó el accidente fue finalmente absuelto por falta de pruebas. Las historias son similares y esta vez la muerte de George Floyd es solo la última manifestación de los reiterados casos de discriminación racial y aplicación de la violencia de la policía en los Estados Unidos. The Washington Post dice que la historia muestra que habrá la próxima vez. Frente a la desigualdad de que la vida es diferente entre los blancos y los negros, los órganos judiciales y el gobierno estadounidense que deberían salvaguardar la ley y el orden no han intentado resolver el problema y lo cual deja que protestas a gran escala suceden cada pocos años.
En 1963, Martin Luther King dijo en el famoso discurso "I Have a Dream": "Sueño que algún día, mis cuatro hijos estarán en un país que no les evalúen por su color de piel, sino por su carácter." Desafortunadamente, esta hermosa luz de ideales nunca ha podido brillar en la brutal realidad racista de los Estados Unidos. Por el contrario, en el contexto del resurgimiento del conservadurismo, la brecha cada vez mayor entre los ricos y los pobres y la creciente injusticia social, la gente se sorprendió al ver que no solo "una rodilla" presionó el cuello de los afroamericanos, sino también "el perro más feroz y el arma más brutal ".
(Sofi, Mauricio)