El estado de excepción no detiene la violencia en Ecuador

El estado de excepción en tres provincias no detiene la ola de delincuencia en Ecuador. Analistas advierten que el gobierno está perdiendo el control de varias zonas, mientras los ciudadanos no se sienten seguros en las calles. Sicariato, asesinatos y atentados con coche bomba forman parte de los hechos violentos.

En un mes de vigencia del estado de excepción en las provincias ecuatorianas de Manabí, Guayas y Esmeraldas, la policía y las Fuerzas Armadas realizaron 126.775 operativos, se detuvieron a 2.715 personas. Se incautaron 4.989 kilos de droga y se decomisaron 337 armas de fuego.

"Las organizaciones delictuales deben tener la certeza de que el estado ecuatoriano les va a combatir con decisión y sin temor, no les vamos a ceder un centímetro de nuestro territorio y vamos a luchar para rescatar a los jóvenes que han caído en sus redes", dijo Patricio Carrillo, ministro del Interior de Ecuador.

Mientras el ministro de Defensa de Ecuador, Luis Lara, espresó que el clamor de la ciudadanía y la acción decidida del actual gobierno han permitido dar respuestas fuertes a la delincuencia y al narcotráfico, y que los operativos policiales con el respaldo de las fuerzas armadas están conteniendo la escalada de violencia.

Pese al estado de excepción y a la presencia de la fuerza pública en las calles, los casos de robos, asesinatos y sicariato continúan, este es el panorama en la ciudad de Guayaquil. En Esmeraldas se registraron varios casos de atentados en donde explotaron coches bomba. Según analistas existe una infiltración del crimen organizado en el estado y la sociedad, a lo que se suma la impunidad.

En lo que va del año, en Ecuador se han producido más de 1.600 muertes violentas, 832 más que en el mismo periodo del 2021.