Espectáculos deportivos salen adelante en España con formatos diferentes ante COVID-19

Xinhua 2020-08-26 09:54:24
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España, como todos los países del mundo, también ha sufrido los estragos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en el deporte, al provocar que algunos eventos como el Torneo Máster de Tenis de Madrid y los maratones de Madrid y Barcelona se reprogramen primero y luego se cancelen hasta el año próximo por motivos de seguridad.
  Muchos otros eventos han salido adelante con formatos diferentes, muy restringidos o, en la mayoría de los casos, sin la presencia de aficionados.
  El fútbol es sin duda el deporte de más alto perfil que se ha visto afectado, con La Liga en suspenso desde el 10 de marzo, aunque luego se celebraron los partidos sin espectadores hasta el fin de la temporada, después de que se implementaron estrictos protocolos para tratar de prevenir infecciones por la COVID-19 entre jugadores y personal técnico.
  Durante la mayor parte del estado de alarma impuesto por el gobierno, las reglas de confinamiento significaron que los jugadores no han podido salir de sus hogares ni siquiera para entrenar.
  Muchos se vieron obligados a improvisar entrenamientos, aunque algunos, como Sergio Ramos, del club Real Madrid, pudieron disfrutar de sus gimnasios bien equipados en sus residencias, como mostraron a través de las redes sociales.
  Cuando se ha permitido a los jugadores reanudar los entrenamientos a principios de mayo, fue tan solo después de pasar estrictos procedimientos de test y mediante sistemas de reincorporación escalonada, en el que los jugadores primero entrenaban solos, posteriormente en pequeños grupos de seis y más tarde de 10, previamente a que pudieran trabajar con todos los compañeros de su equipo.
  Los últimos 11 partidos de la temporada se jugaron a puerta cerrada en un intenso periodo de seis semanas, sin que se haya permitido la entrada de aficionados a los estadios, y los jugadores y cuerpo técnico fueron obligados a respetar las normas de distancia social e higiene.
  Los protocolos parecen haber funcionado hasta la última jornada de la Segunda División española, cuando unos 20 integrantes del equipo del Fuenlabrada dieron positivo y se reveló que el equipo había viajado a La Coruña antes de obtener el resultado de las pruebas PCR.
  Esta situación llevó a que el torneo se pospusiera y su rival, el Deportivo de La Coruña, descendió de división sin llegar siquiera a patear el balón.
  El Deportivo de la Coruña y el Numancia, otro equipo relegado, solicitaron la cancelación de sus descensos, y las consecuencias legales están llegando a unos niveles tales que el lunes la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se negó a aceptar la propuesta de calendario de LaLiga para el partido en la próxima temporada, que debía comenzar el 12 de septiembre.
  En tanto, el hecho de que unos 40 jugadores hayan dado positivo a la COVID-19 en los entrenamientos de pretemporada, la mayor parte asintomáticos, implica que la próxima temporada podría estar llena de dificultades.
  La nueva campaña volverá, en caso de poderse producir, sin aficionados en los estadios, y el propio Comité Superior de Deportes de España mantiene su oposición a que el arranque se produzca con normalidad.
  El periódico deportivo "Diario Marca" calculó que la suspensión de la competición y la falta de afición ha provocado pérdidas por unos 700 millones de euros (unos 828 millones de dólares) para los clubes españoles, aunque esa cifra aumentará a medida que se jueguen partidos más largos frente a gradas vacías.
  Quizás el partido de más alto perfil en ser víctima de la COVID-19 es la final de la Copa del Rey de España, cuyo primer derbi vasco se debía producir en la final entre el Athletic Club de Bilbao y la Real Sociedad.
  Se esperaba que unos 80.000 aficionados viajaran a Sevilla el 18 de abril, y la pérdida económica para la ciudad es difícil de cuantificar.
  La RFEF aún tiene que fijar una fecha para que se juegue este partido, después de que ambos clubes insistieran en que debía ser en presencia de su afición.
  Por su parte, la liga española de baloncesto ACB, posiblemente la más poderosa de Europa, también se jugó a puerta cerrada, y ha decidido que los 12 mejores equipos de la liga participarían en un "play-off" (eliminatoria) con todos los partidos jugados a puerta cerrada en Valencia para intentar formar una burbuja "libre de COVID-19".
  El plan funcionó, y el Kirolbet Basconia de Vitoria levantó el cuarto título de su historia tras vencer al Barcelona en la final.
  La nueva temporada comenzará el 12 de septiembre pero, una vez más, no se permitirá por el momento la entrada de aficionados a las gradas.
  Otros deportes, como las regatas de remo en la "Euskal Label League" en las costas del País Vasco, han vuelto a obligar a las tripulaciones a entrenar bajo estrictos protocolos y con pruebas periódicas, además de que solicitaron a los aficionados mantenerse alejados de los muelles, siempre abarrotados.
  Otro gran evento que ha sobrevivido, pero que podría ser muy diferente este año, es la carrera ciclista de la Vuelta de España, una de las más importantes del mundo, que ha tenido que posponerse de su habitual salida a finales de agosto para evitar chocar con el Tour de Francia.
  La Vuelta comenzará previsiblemente el 20 de octubre en Irún, en el norte de España, y finalizará en Madrid hasta bien entrado el mes de noviembre.
  Es probable que muy pocos corredores puedan coincidir en el Tour y la Vuelta, y también se podrá superponer el Giro de Italia, lo que robará a la carrera algunos grandes nombres, mientras que el cambio de calendario podría generar algunas condiciones inesperadas de frío y humedad, en una carrera que, en el caso de España, se celebrará principalmente en el norte del país.
  Para una carrera que generalmente se lleva a cabo con pelotones de ciclistas, la Vuelta parece ser una metáfora del deporte en tiempos de coronavirus: todo parece igual pero también es diferente.

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