Esperamos que EE. UU. pueda mostrar al mundo su sinceridad

"No solo debemos conducir el desarrollo de las relaciones chino-estadounidenses por el camino correcto, sino también asumir las debidas responsabilidades internacionales y esforzarnos por la paz y la tranquilidad mundiales". Las declaraciones del presidente chino, Xi Jinping, con su homólogo estadounidense, Joe Biden, durante la videollamada muestran la sabiduría política y la responsabilidad del líder de un país importante.

Este es el segundo "intercambio en la nube" entre los líderes de los dos países después de la reunión por video entre los jefes de Estado de China y Estados Unidos en noviembre de 2021. Cuatro meses después, la situación internacional ha experimentado nuevos e importantes cambios. Bajo la incitación de la OTAN liderada por Estados Unidos, la contradicción entre Rusia y Ucrania se intensifica aún más, y finalmente estalla un conflicto militar. Como iniciador de la crisis de Ucrania, EE. UU. no solo ha ignorado sus propias responsabilidades, sino que ha seguido fabricando informaciones falsas contra China, ejerciendo una gran presión y coerción en un intento de transferir las contradicciones y sacar provechos. Esto ha traído más desafíos a las relaciones entre China y Estados Unidos y ha agregado más factores desestabilizadores a la paz mundial.

En el momento crítico, los líderes de China y Estados Unidos vuelven a realizar una videollamada para tener un intercambio franco y profundo de puntos de vista sobre temas de interés común como las relaciones entre China y Estados Unidos y la situación en Ucrania, que sin duda es de gran importancia para ambos países y el mundo.

En esa llamada, Biden reiteró su compromiso con "Cuatro Nos, Una sin intención", a saber: Estados Unidos no busca librar una "nueva Guerra Fría" contra China, no busca cambiar el sistema chino, no busca oponerse China al fortalecer las relaciones de alianza, y no apoya la "independencia de Taiwán", sin intención de conflicto con China. Al respecto, Xi Jinping expresó "gran importancia", y señaló que la situación actual de las relaciones chino-estadounidenses se debe "directamente a que algunas personas de los Estados Unidos no han implementado el importante consenso alcanzado por los líderes de los dos países. Estados Unidos malinterpreta y juzga mal las intenciones estratégicas de China".

Esta declaración franca y directa no solo señala la verdadera razón por la que EE. UU. no ha cumplido su promesa, sino también revela el profundo malentendido de la percepción que tiene EE. UU. sobre China como un "enemigo imaginario".

Entre ellos, el tema de Taiwán es el tema más complejo y sensible en las relaciones chino-estadounidenses. La administración actual de los EE. UU. ha prometido reiteradamente adherirse a la política de una sola China, pero lo que ha hecho ha ido contra la corriente, socavando gravemente la paz en el Estrecho de Taiwán y exacerbando las tensiones entre China y los EE. UU. Durante la reunión, el presidente Xi señaló que algunas personas de los Estados Unidos envían una señal equivocada a las fuerzas de "independencia de Taiwán", "esto es muy peligroso", y subrayó que si el tema de Taiwán no se maneja adecuadamente, tendrá un impacto subversivo en la relación entre los dos países. La parte estadounidense debe prestar suficiente atención y ser cautelosa en sus palabras y acciones, para no prenderse fuego a sí mismo.

Cabe señalar que el video encuentro entre los mandatarios de China y Estados Unidos coincide con el 50 aniversario de la emisión del “Comunicado de Shanghai” entre China y Estados Unidos. Biden mencionó el "Comunicado de Shanghai" durante la reunión, argumentando que el desarrollo de las relaciones entre Estados Unidos y China dará una configuración mundial en el siglo XXI.

"Una relación chino-estadounidense estable y en desarrollo es beneficiosa para ambas partes". Según el consenso de los dos jefes de Estado, la videollamada fue constructiva. Se espera que EE. UU. sean fieles a su palabra y tome acciones concretas para implementar el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado y cumplir con el compromiso político del presidente Biden. Ya sea para que las relaciones entre China y EE. UU. tomen el camino correcto, o para resolver adecuadamente la crisis de Ucrania, ¡EE. UU. no debe decepcionar a China y al mundo nuevamente esta vez!