¿Cómo puede la "democracia estadounidense" reverenciosa ante el dinero ser una verdadera democracia?

"Estados Unidos es un país gobernado por gente rica, no un país democrático". Ma Kaishuo, destacado académico del Instituto de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional de Singapur, hizo esta evaluación recientemente en una entrevista. De hecho, en los Estados Unidos, no es ningún secreto que la "democracia" sirve a los ricos y el dinero maneja el poder. Como se señala en el informe "Diez preguntas para la democracia estadounidense" emitido el día 6 por un grupo de expertos chino, en nombre de la "democracia", Estados Unidos es el "dueño del dinero" que encarna su voluntad.

Una gran cantidad de hechos muestran que el dinero es la nodriza de la política estadounidense, que existe en todos los vínculos de las elecciones, la legislación y el gobierno. Tomemos las elecciones como ejemplo: una estadística muestra que el 91% de las elecciones al Congreso de los Estados Unidos las ganan los candidatos que han recibido la mayor cantidad de fondos. Evidentemente, la democracia estadounidense es un "juego de los ricos" basado en el capital.

¿Garantiza la democracia estadounidense de hoy los derechos básicos de los estadounidenses como la supervivencia, la vida y la educación? Un informe sobre 163 países en 2020 muestra que solo tres países, incluido Estados Unidos, han experimentado una disminución en el "Índice de desarrollo social" en la última década, y el índice general de Estados Unidos es el que más ha caído.

El "Sueño Americano" fue anunciado como un faro deslumbrante de la democracia estadounidense. Pero ahora, datos fríos muestran que Estados Unidos está lleno de acusaciones de que "los sueños están muertos". A fines de 2020, más de 50 millones de estadounidenses se enfrentan a la desnutrición, un aumento de casi el 50% en comparación con 2019. Más de 220.000 personas duermen en las calles. Bajo la inacción de los políticos, el desempleo, la pobreza, la violencia doméstica y el abuso de drogas son las causas directas de la falta de vivienda de un gran número de estadounidenses.

Cuando los políticos estadounidenses son arrastrados por el dinero, el poder en sus manos girará inevitablemente en torno a las pocas personas ricas que tienen capital, y las demandas e intereses de innumerables personas comunes y corrientes quedarán atrás. Según un estudio de 2014 realizado por la Universidad de Princeton y la Universidad Northwestern de los Estados Unidos sobre casi 1.800 políticas estadounidenses, estas políticas fueron formuladas casi en su totalidad por los grupos ricos y de interés que representan a las grandes empresas, y la gente común tuvo una influencia casi nula en la toma de decisiones. No es de extrañar que Paul Krugman, el premio Nobel de Economía, señaló que "Estados Unidos es más una oligarquía que una democracia imaginaria".

El significado original de democracia es que "la soberanía recae en el pueblo" y el pueblo debe ser el dueño del país. Pero bajo la manipulación de los políticos estadounidenses que se rinden ante el dinero, la "democracia estadounidense" es como una escena deliberadamente organizada en las películas de Hollywood. La gente común es tratada como "actores extra".

La gente tiene toda la razón para preguntar: ¿Estados Unidos está calificado para ponerse el manto de la "democracia"? ¿Está calificado para actuar como modelo a seguir para todos los países del mundo?

Al respecto, la mejor respuesta es la sentencia que pronunció el juez de la Corte Suprema de Estados Unidos Brandeis hace más de cien años: "Este país o tiene democracia o su riqueza está concentrada en manos de unas pocas personas. Los dos sólo pueden elegir uno". Cuando la política monetaria ha sido un "cáncer" difícil de erradicar en la sociedad estadounidense, es realmente irónico que el gobierno de Estados Unidos tenga el coraje de organizar la llamada "cumbre de la democracia".