¡Estados Unidos no debe decepcionar nuevamente al mundo esta vez!

2021-11-15 20:19:02
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En la noche del 13, hora local, en la 26ª Conferencia de las Partes Signatarias de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) celebrada en Glasgow, Inglaterra, el presidente de la reunión, Alok Shamar, "parece estar llorando" con inquietud. Porque justo antes de la votación final, representantes de algunos países pidieron una modificación de términos de la resolución. Media hora después, la conferencia finalmente alcanzó un documento de resolución y alcanzó un consenso sobre las reglas de implementación del Acuerdo de París.

El día extra de la conferencia, el interludio de último minuto y la inquietud de Shamar destacaron profundamente la dificultad de la humanidad para cooperar en el tema del cambio climático y el consenso de la COP26, ganado con tanto esfuerzo. El primer ministro británico Boris Johnson, el país anfitrión de la COP26, dijo que el documento de resolución es un gran paso adelante.

Este documento de resolución de "importancia histórica" fue aprobado, el punto clave es que las dos grandes potencias China y Estados Unidos han alcanzado una cooperación en el campo del clima. La "Declaración conjunta chino-estadounidense sobre el fortalecimiento de la acción climática en la década de 2020", emitida conjuntamente por las dos partes el día 10, inyecta un impulso a la respuesta global al cambio climático. El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, comentó que la declaración conjunta ha traído un "espacio de esperanza" y la cooperación chino-estadounidense es "alentadora", sentando las bases para la publicación del documento de resolución de Glasgow.

Desde el punto de vista del contenido, esta declaración es fuerte. Por ejemplo, "Estados Unidos se ha fijado un objetivo del 100% para lograr la electricidad sin contaminación de carbono para 2035". "China reducirá gradualmente el consumo de carbón durante el período del '15º plan quinquenal' y hará todo lo posible para acelerarlo.” "Los dos países planean presentar informes en 2025 sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional en 2035”, etc., todo esto muestra la importancia y la resolución China y Estados Unidos para responder al cambio climático.

Sin embargo, la comunidad internacional sigue preocupada por la actitud de actuación de Estados Unidos. Algunos analistas creen que EE. UU. es la variable más importante en la cooperación mundial en materia de cambio climático. La revista "The Diplomat" señala que la comunidad internacional ha aprendido a no confiar con facilidad la declaración de Washington, que se aplica a sus objetivos de reducción de emisiones para 2030 y los últimos compromisos climáticos.

Las preocupaciones de la comunidad internacional no son sin fundamento. En los Estados Unidos, la política climática no es una cuestión científica, sino una cuestión política del juego entre las dos partes. Desde la retirada de la administración Bush del "Protocolo de Kioto" promovida por la administración Clinton hasta la retirada de la administración Trump del "Acuerdo de París" firmado por la administración Obama, el gobierno de Estados Unidos considera los acuerdos internacionales como un asunto trivial basado en luchas partidistas, retrasando seriamente la respuesta global al cambio climático.

Las acciones hablan más que las palabras. ¡Estados Unidos no debe decepcionar nuevamente al mundo esta vez! Ya sea la Declaración Conjunta de Glasgow emitida por China y Estados Unidos o el documento de Resolución de Glasgow alcanzado por la COP26, Estados Unidos debe implementar acciones, seguir el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, tomar la iniciativa para asumir obligaciones sustanciales de reducción de emisiones, e invertir en financiación, tecnología y creación de capacidad para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los desafíos climáticos. Lo importante es que Estados Unidos necesita saber que ayudar a los países en desarrollo no es hacer caridad, sino saldar las deudas que ha contraído a lo largo de la historia.

Sin la implementación, ninguna cantidad de promesas y resoluciones ambiciosas se convertirán en letra muerta. Ahora, el mundo necesita una acción real y Estados Unidos debe cumplir verdaderamente sus promesas.

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