La verdadera democracia consiste en que “el pueblo sea dueño del destino de su país”

La referencia para considerar el sistema democrático de un país como bueno o malo es si el pueblo es capaz de ser dueños del destino de su país.

"La democracia occidental está en crisis". El diario español El País publicó recientemente un artículo indicando que, si bien los ciudadanos de las sociedades occidentales actuales continúan gozando de derechos políticos como el voto, estos no garantizan que tengan el poder de influir en las decisiones políticas, y tampoco limitan la capacidad de las élites de tomar decisiones sin respaldo popular. Este análisis pone el dedo en la llaga de la democracia occidental, demostrando que la “democracia electoral” de la que tan orgullosos se muestran algunos países occidentales no es más que un “juego” para las élites económicas, no una verdadera democracia.

Entonces, ¿cuál es la verdadera democracia? El comunicado de la sexta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista de China emitido recientemente resume la práctica de la conformación de la política democrática de China, poniendo especial énfasis en el desarrollo de una democracia popular en toda su amplitud y asegurando que sea el pueblo quien decida la dirección de su destino. Esto implica el retorno de la democracia a su significado original y proporciona a la comunidad internacional la oportunidad de reflexionar y de comprender el modelo democrático de China.

La democracia no es un concepto ajeno y exótico para la sociedad china. La inmensa historia y cultura de China ha propiciado una concepción fundamental de la democracia. Desde su establecimiento, el Partido Comunista de China ha ido absorbido los logros del largo devenir político tanto nacional como internacional y los ha consagrado a conseguir que el pueblo sea el verdadero dueño de su destino. Especialmente desde 2012, el PCCh ha cultivado el concepto y la práctica de la democracia, adoptando un modelo de democracia popular en el proceso. Este modelo democrático abarca elementos políticos como la democracia electoral, democracia consultiva, democracia social, democracia de bases, democracia cívica y otros elementos políticos democráticos, ensamblándolos en un robusto sistema institucional que garantiza el disfrute por parte del pueblo chino de una democracia amplia, auténtica y funcional.

“La clave para considerar democrático a un país es la capacidad del pueblo para ser dueños del destino de su propio país”. “La democracia no sirve de adoro ni se usa para decorar, sino que se convierte en la solución para resolver los problemas que el pueblo necesita resolver” … Estas importantes declaraciones de Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, se han convertido en la “llave maestra” para que la comunidad internacional comprenda la política democrática de China.

La consideración sobre si un país es democrático o no pertenece exclusivamente a sus ciudadanos. En los resultados de una reciente encuesta presentada por una agencia encuestadora estadounidense, la satisfacción del pueblo chino con el partido gobernante y el gobierno alcanza las cotas del 95% y 98%, respectivamente. Esta es la mejor respuesta a las dudas sobre la democracia de que disfrutan los ciudadanos chinos.

La democracia no es un monopolio de los países occidentales. Todas las naciones tienen derecho a elegir su propia senda de desarrollo democrático. En el largo camino hasta su centenario, el PCCh ha guiado al pueblo hacia su propio desarrollo democrático popular. Este desarrollo destruye el “mito de la democracia” occidental, demostrando la alta confianza del pueblo chino en su propio sistema político y proporcionando una referencia útil para que un elevado número de países en desarrollo exploren modelos democráticos adecuados a sus propias circunstancias nacionales.

En el futuro, el PCCh se compromete a continuar estudiando y aprendiendo de los grandes logros y avances de la civilización humana, pero nunca aceptará lecciones sin fundamento de arrogantes “maestros”. El modelo democrático occidental se ha derrumbado. Bajo el liderazgo del PCCh, el pueblo chino progresará con firmeza y resolución en el camino de la democracia en la cual “el pueblo es el amo del destino de su país”.