Historia de Xi Jinping y su madre

CGTN 2022-05-08 17:11:46
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La madre de Xi Jinping, Qi Xin, es una excelente miembro del Partido Comunista y una madre fuerte que quiere "hacer todo bien".

En la crianza de sus hijos, Qi siempre ha dado un buen ejemplo, influenciándolos y educándolos con una excelente tradición familiar. En sus expectativas de Xi Jinping, Qi alberga un mayor sentido de responsabilidad y compromiso con el país y el pueblo.

En este Día de la Madre, CGTN Español les invita a conocer el profundo amor de Xi Jinping por su madre con estos cortos relatos.

Cuando Xi Jinping tenía cinco o seis años, su madre le enseñó a "servir a la patria con la máxima lealtad".

Por aquel entonces, su madre, que lo llevaba en su espalda, visitaba muy a menudo la librería Xinhua para comprar libros de dibujos animados que contaran la historia de Yue Fei, un general militar chino del siglo XII cuya madre le hizo un tatuaje de "servir a la patria con la máxima lealtad" en la espalda. Al regrasar a casa, la madre de Xi Jinping le contaba siempre al joven Xi las historias de Yue Fei.

A partir de ese momento, las palabras "servir a la patria con la máxima lealtad" se arraigaron en el corazón de Xi como una semilla y se convirtieron en su objetivo de toda la vida.

A los 15 o 16 años, Xi Jinping fue al campo y se convirtió en un trabajador juvenil en la aldea Liangjiahe en el norte de la provincia de Shaanxi. Desde aquel entonces Xi estuvo separado de su familia durante siete años.

Debido a esta separación su madre cosió una bolsa tejida a mano para Xi Jinping y le bordó tres grandes letras rojas: ¡Corazón de Madre!

Durante los siete años en Liangjiahe, este "¡Corazón de Madre!" acompañó a Xi Jinping a enfrentarse las dificultades de la vida.

Antes de irse de Liangjiahe, Xi regaló esta bolsa tejida a mano a su vecino Zhang Weipang como recuerdo, y dijo: "Aunque me he ido, he dejado mi corazón aquí".

Desde entonces, de Zhengding a Fujian, de Zhejiang a Shanghai y al Gobierno Central, este "corazón" se ha fortalecido y nunca ha cambiado.

"Trabajar bien, estudiar bien y hacer todo bien" era la forma de pensar Xi Zhongxun, esposo de Qi Xin, y lo tomó como lema de su vida y animaba a Xi Jinping con esta frase.

En la Fiesta de la Primavera de 2001, Xi no pudo reunirse con sus padres por motivos de trabajo. Su madre, Qi Xin, hizo una llamada telefónica a Xi Jinping, quien era el entonces gobernador de la provincia de Fujian. Durante la llamada, Qi Xin instó: "Mientras hagas bien tu trabajo, ese es la mayor devoción filial que puedes mostrar a tus padres".

A lo largo de los años, Xi siempre recuerda las enseñanzas de su madre, trabajando con diligencia y practicando su voto de "Dejaré de lado mi propio bienestar por el bien de mi pueblo".

Qi Xin siempre ha mantenido una vida sencilla y nunca ha utilizado su posición en beneficio propio. Siendo esposa de Xi Zhongxun, solo asistió a un acto de relaciones exteriores cuando su esposo era viceprimer ministro.

La buena tradición familiar impuso una buena influencia a los valores de vida de Xi Jinping, para cada paso que daba Xi, Qi Xin siempre estaba allí para ofrecerle el estímulo y la sugerencia oportunos.

Cuando Xi Jinping era gobernador de la provincia de Fujian, Qi Xin le escribió una carta de acuerdo con la tradición de la familia, instruyéndole para que fuera aún más estricto consigo mismo.

"Cuando una familia es benevolente, un país prospera con la benevolencia". El concepto de "El Partido se establece para el público y sirve al público con integridad" está profundamente esculpido en la filosofía y la práctica de la gobernanza de Xi Jinping.

En la transición de la primavera al verano de 2000, por el encargo de Xi Zhongxun, Qi Xin realizó un viaje de inspección por las antiguas zonas revolucionarias de Shaanxi, Gansu y Ningxia. La visita duró 40 días y recorrió más de 4.000 kilómetros. En la escuela primaria del Ejército Rojo de la aldea Beiliang en el pueblo ZhaoJin, al ver la desfavorable situación de las aulas e instalaciones, Qi movilizó a su familia para donar 150.000 yuanes para reconstruir la escuela. En mayo de 2018, los niños escribieron al secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jinping, para contarle de sus experiencias de aprendizaje de la historia revolucionaria y los cambios de la escuela. Una semana después, los niños recibieron una carta de respuesta de Xi. El secretario general les animó a "transmitir el gen rojo de generación en generación con acciones prácticas". El gen rojo se transmite de generación en generación. Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido, Xi Jinping ha visitado varias veces los lugares sagrados revolucionarios, y sus "huellas rojas" se han extendido por todo el país.

En el despacho de Xi Jinping hay varias fotos de él con sus padres y su familia, una de ellas muestra el cálido momento en el que Xi Jinping toma la mano de su madre Qi Xin para dar un paseo.

Otra foto apareció por primera vez en 2021 en la estantería de su despacho, cuando Xi Jinping pronunció el discurso de Año Nuevo. En la foto, Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan sostienen a su madre Qi Xin con los brazos, las manos de madre e hijo se entrelazan fuertemente. Tomarse de la mano, una simple acción, puede congelarse en una cálida huella del tiempo a través de fotografías. Desde el inicio de su juventud, no importa cuánto haya viajado, al mirar atrás, nos apoyamos en las enseñanzas de nuestros padres, y el origen del aprendizaje sigue siendo nuestra familia. Este es el paisaje del que no podemos salir, y un sentimiento que no podemos dejar. A lo largo de los años, no importa cómo hayan cambiado su trabajo y su posición, Xi Jinping siempre ha recordado las palabras de su madre, se ha adherido a su aspiración original, ha asumido sus responsabilidades y ha servido al pueblo. Esta es la "mayor devoción filial" de Xi Jinping hacia su madre.

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