Verdolaga aderezada con salsa

En el verano, el sol es tan ardiente como el fuego, cuando se viaja a las afueras, se puede ver la verdolaga que crece por todas partes en las montañas y valles. Es una planta trepadora, el tallo presenta el color morado y las hojas son carnosas. Si se rompe el tallo, se puede percibir su fuerte aroma. Cuando esta planta recibe mucha iluminación, crece mucho más alta, frondosa y fuerte. Aunque esté expuesta al sol y al viento, puede florecer y da frutos muy fácilmente. Por eso, la gente la llama “Chang Ming Cai (verdura de larga vida)”.

El comer verdolaga se puede datar desde tiempos muy antiguos. El pueblo la preparaba de diferentes formas, ya sea escaldar la verdolaga en agua caliente, y cocerla junto con condimentos como jengibre, vinagre, aceite de sésamo y ajo. También se la sofreír o prepararla en una sopa, de cualquier manera, saldrá muy sabrosa. En la dinastía Ming (1368-1644), Xu Guangqi se escribió en el libro Nong Zheng Quan Shu que la verdolaga se cosecha durante el verano, se escalda en agua caliente, se la seca y se la guarda para el invierno. Según se dice, comer la verdolaga es algo muy popular en el estado de Chu. En la actualidad, el nivel de vida está mejorado rápidamente, por esta razón ya no hay mucha gente que coseche verdolaga.

Además de ser una excelente fuente de alimento, la verdolaga también tiene variadas aplicaciones medicinales, es muy común en la medicina china, donde la utilizan como diurético natural y laxante ya que contiene altos porcentajes de potasio. En otros países como India y Grecia, la verdolaga se utiliza desde tiempos inmemoriales para tratar una infinidad de patologías. Gracias a su efecto antiinflamatorio, su uso para aliviar las infecciones en las vías urinarias y otros tipos de problemas relacionados con estas, es una planta ampliamente recomendada por quienes defienden la medicina natural.

En cuanto a esta verdura, se transmite una historia interesante. Según se dice, cuando Yao, un legendario monarca de la China antigua, estaba en el trono, había 10 soles en el cielo. Los soles eran fuertes que rostizaban la superficie de la tierra hasta que quedara completamente calcinada. Los cultivos se marchitaban tan pronto como los tocase la luz, las personas sentían mucho calor y sufrían constantemente por la falta de alimento, por ello usualmente caían inconscientes. Debido al calor abrasador, algunos feroces monstruos y bestias salían de los ríos y lagos secos, incluso de los sofocantes bosques y hacían estragos con la humanidad. Como se registró en el Huai Nan Zi de la dinastía Han del Oeste (206 a.de J.C.-24 d.C.), “hasta el tiempo del monarca de Yao, había 10 soles en el cielo, que quemaron a los cereales y plantas, la gente no tenía nada para comer.” En aquel tiempo, existió un arquero que se llamaba Hou Yi. Un día se le informó sobre las catástrofes de la humanidad al monarca Yao, quien ordenó a Hou Yi, ayudar al pueblo a librarlos de miseria. Hou Yi llevó consigo un arco rojo y una bolsa de flechas blancas, al principio, Hou Yi primero fue a persuadir a los 10 soles a salir por turno, así se podría dar calor y luz a la humanidad para evitar que la tierra estuviera demasiado caliente. Pero los soles decidieron no seguir el consejo de Hou Yi. Él, que estaba furioso, empezó una pelea, se armó con su arco rojo, tomó las flechas blancas y disparó hacia los soles. Al cabo de poco tiempo 9 soles fueron derribados, él dejó tan solo a un sol en el cielo. Así la humanidad podía vivir feliz y trabajar en paz. Por eso, la gente agradecía inmensamente la ayuda de Hou Yi. Sin embargo, los otros 9 soles no murieron, de vez en cuando subían al cielo a crear problemas. El monarca Yao temía que ellos volvieran a dañar al pueblo y ordenó a un hombre que se llamaba Yang Jian, que terminará este mal de raíz. Él era muy impaciente e implacable, con un cuchillo persiguió día y noche a los soles, cruzando montañas y ríos. Por medio de duras batallas, logró hacer varias grandes montañas para apresar a los 9 soles y así estos nunca podrían liberarse. Tan pronto como el décimo fue vencido por Yang Jian, de la urgencia se escondió bajo las hojas de la verdolaga, logrando así escapar. Ahora el sol que cuelga en el cielo es este, el único que logró escapar. Con el objetivo de agradecer a la verdolaga, el sol nunca la secará, aunque hubiese una tremenda sequía, la verdolaga siempre se mantuvo verde y exuberante.

Sea como sea, es un relato fantástico, realmente la razón por la que la verdolaga es resistente al sol consiste en que sus hojas contienen resina para prevenir que el agua se evapore. Además, las hojas de la verdolaga se pegan estrechamente a la tierra, así pueden absorber agua de la misma, lo más posible.

En China la forma de preparación de la verdolaga más común es aplicarle frío y aderezado con salsa.

Ingredientes:

Verdolaga... 300g

Ajo... 5

Aceite de sésamo... 10ml

Salsa de soja... 10ml

Sal... 2g

Azúcar refinada... 2g

Preparación:

En primer lugar, quitamos el tallo duro de la verdolaga, la mojamos por media hora y luego la lavamos bien.

Añadimos agua en una olla, cuando esté hirviendo, echamos la verdolaga ya lavada. Cuando el agua vuelva a hervir, sacamos la verdolaga y la escurrimos, luego ponemos la verdolaga en agua hervida ya fría para lavarla varias veces con el objetivo de quitar la mucosidad de la hoja.

Picamos el ajo y luego ponemos aceite de sésamo, salsa de soja, vinagre, sal y el azúcar en un tazón pequeño, lo revolvemos muy bien, con esto ya está lista la salsa.

Ponemos las picadas de ajo en la verdolaga, calentamos un poco de aceite, cuando esté caliente, echamos el aceite en las picadas de ajo hasta que salga el aroma.

Por último, añadimos la salsa preparada en el paso anterior a la verdolaga, luego mezclamos la verdolaga, las picadas de ajo y la salsa preparada anteriormente. Ya está listo.

Es un plato adecuado para el verano, porque es muy fresco y sabroso. ¡A la mesa!