Colocasia con hilos acaramelados
La colocasia con hilos acaramelados es un platillo típico de la gastronomía de Shandong, dicha provincia se halla en el curso inferior del renombrado río amarillo. La península Jiaodong, en la parte oriental de esta provincia, está bañada por los mares Bohai y Amarillo, por lo que su clima es templado. En sus zonas litorales abundan los mariscos y otros productos marinos mientras que en las interiores se crían y cultivan muchas variedades de animales, aves de corral, verduras, frutas y peces de agua dulce. Aprovechando plenamente estas favorables condiciones ambientales, los lugareños han desarrollado un arte culinario de muy alto nivel y a lo largo de muchos años han ido acumulando un sinfín de ricas experiencias.
La escuela de Shandong constituye una de las más antiguas e importantes escuelas culinarias de China, es por ello que casi todos los platos del norte del país han sufrido, en distinto grado, su influencia. Este es el caso de la escuela de Beijing, la que es relativamente joven, esta ha importado mucho de ella. La escuela de Shandong comprende principalmente dos estilos: el de Jinan, capital de la provincia y el de Jiaodong. Entre los platillos de Jinan destacan los salteados, guisados y fritos, los cuales se caracterizan por su sabor ligero, crujiente y tierno. Los platillos de Jiaodong han obtenido una gran reputación por su variedad de mariscos y pescados. Qingdao y Yantai, son ciudades bañadas por el mar, situadas en la península de Jiaodong, que gozan de mucha fama por este tipo de platos.
En muchas regiones de China, se mantiene la costumbre de comer la colocasia en la Fiesta de Mediados del Otoño (15 de agosto del calendario lunar). Antiguamente la gente llamaba a la colocasia como Guzhi, Yunai, Yugen, Yukui, Maoyu, etc. ¿Por qué la gente tiene la costumbre de comer colocasia en la Fiesta de Mediados del Otoño? Esta costumbre está relacionada con la siguiente leyenda.
Según se dice, en las postrimerías de la dinastía Han del Oeste (206 a. de J.C. -24 d.C.), Liu Xiu encabezó el ejército para pelear contra Wang Mang. Pero pocos días después de ser sitiado por las tropas de Wang Mang en una montaña, los cereales se le agotaron. Los comandantes y soldados estaban muriendo de hambre, por ello la moral del ejército era muy baja. En aquel entonces, las tropas de Wang Mang lanzaron un ataque con fuego, incendiando toda la montaña. El ejército de Liu Xiu enfrentaba el peligro de una liquidación total, en este momento tan crítico, cayó una lluvia a cántaros y rápidamente el fuego se apagó. Después de cesar la lluvia, la tierra emanaba un olor que se les hacía agua la boca. ¿Pero qué olor emanaba? Liu Xiu preguntó a los soldados y siguiendo el olor los soldados fueron a excavar entre las cenizas de las plantas, al poco tiempo encontraron que las colocasias que crecían en la tierra se quemaron, informaron a Liu Xiu que aquel olor provenía de la colocasia quemada. Liu Xiu fue a apartar las cenizas de plantas, tomó una colocasia caliente, le quitó la corteza y probó un pedacito, dijo con una sonrisa en su rostro que estaba muy sabrosa, posteriormente ordenó inmediatamente a los soldados que comiesen las colocasias para mitigar el hambre, los soldados que ya morían de hambre buscaron en cada rincón de la montaña las colocasias quemadas, ellos las comieron como si no hubiese un mañana. Después de comer, todos estaban muy llenos, y sus espíritus estaban regios como una piedra. Aprovechando la oportunidad, Liu Xiu ordenó romper el cerco y al final Liu Xiu y su ejército pasaron del peligro extremo a la seguridad total, además consiguieron la victoria. Tiempo después Liu Xiu se convirtió en el emperador y fundador de la dinastía Han del Este (25-220). Debido a que aquel día precisamente el 15 de agosto del calendario lunar, dictó el decreto imperial que todo el mundo tenía que comer la colocasia en el día de la Fiesta de Mediados del Otoño con el objetivo de conmemorar la benevolencia de la colocasia al mitigar el hambre de aquel día.
La colocasia contiene mucho almidón, por lo que puede servir para satisfacer el hambre, como las verduras. Debido a que tiene unas características muy especiales, las langostas no la comen, en la antigüedad se la cultivaba ampliamente como cereales de reserva en caso de desastres naturales. En los libros históricos de la dinastía Han del Oeste (206 a. de J.C.- 24 d.C.), y de la dinastía Song (960-1279), se pueden leer varios registros de esta planta como reserva de cereales.
En China, la preparación de la colocasia es muy variada, sus formas de preparación son tan diversas que se puede encontrar colocasia cocida con carne de cerdo, colocasia estofada con chuleta de cerdo, sopa de colocasia, colocasia con hilos acaramelados, colocasia cocida al vapor con carne, arroz de colocasia, gacha de arroz glutinoso con colocasia, etc. También se las puede cocinar en picaditas para hacer ravioles de colocasia, tortillas de colocasia, bolitas de colocasia, etc.
Comer colocasia en la Fiesta de Mediados del Otoño tiene otro significado: la colocasia con un racimo lleno de frutos, simboliza el buen deseo tener muchos hijos y nietos; por otra parte, la colocasia es de forma redonda, por lo que si toda la familia la come simboliza una firme unión familiar; también existe otra explicación que dice que la colocasia en chino se llama Yutou, palabra que tiene la homofonía con “encontrar”, por ello la gente piensa que comer colocasia puede ayudarlos a encontrar buenas cosas.
Ingredientes:
Colocasia… 500gr
Azúcar… 150gr
Aceite de maní… 750ml (se consumen unos 75ml durante la preparación)
Preparación:
Hacemos cortes curvos en la colocasia pelado y lavado al mismo tiempo, luego la pasamos por agua hirviendo y la dejamos escurrir.
En una sartén con aceite de maní semicaliente, a fuego medio, freímos la colocasia hasta que quede casi tierna y la sacamos.
Solo dejamos 25ml de aceite de maní en la sartén y cuando ya este un poco caliente, a fuego moderado, doramos el azúcar hasta que forme burbujas e incorporamos los trocitos de la colocasia. Empuñando la sartén damos unas vueltas en el aire para que el jarabe cubra completamente la colocasia.
Volcamos el contenido sobre una fuente llana, debe cuidarse que el fuego sea el adecuado (ni muy fuerte ni demasiado débil) ya que esa es la calve para formar sus característicos largos hilos acaramelados.
Antes de servir cada porción, los palillos deben pasarse por agua fría para evitar que se peguen.
Ya está listo. ¡A la mesa!