Los huevos de mil años (Songhua Dan)
Los huevos de mil años, son huevos de pata conservados en una mezcla de sal, cal, té, ceniza vegetal y barro. La clara de este huevo queda cristalina, de un tono ámbar y toma forma de hojas de pino. De ahí su nombre en chino: Songhua Dan, literalmente huevos de flores de pino. Existen dos tipos, de yema espesa y de yema dura.
La elaboración de los huevos de mil años puede remontarse a la Dinastía Ming. Según Yangyu Yueling, escrito por Dai Xi, del período de Chongzhen, se elaboraron así: cientos de huevos, curados con sal de 500 gramos, ceniza de carbón vegetal de cinco litros, cal de un litro, se curan en una jarra por un mes, se les da la vuelta cada tres días. Hasta la Dinastía Qing, la forma de elaboración se ha ido modificando. En el Shixian Hongmi, escrito por Zhu Yizun, también se registró la producción de huevos de mil años: cientos de huevos, con sal de 500 gramos, se elabora la salmuera con agua de té espeso y sal, junto con las cenizas de carbón vegetal, de paja trigaza, de rama de ciprés, y la untan en la superficie de los huevos por un mes.
El descubrimiento de los huevos de mil años fue muy casual. Según se dice, a las orillas del lago Taihong, donde había muchos patos, hay un poblado llamado Lili. Un día, un camarero de la casa del té, abandonó el té y la ceniza de leña en una fosa de cal, en la que las patas siempre ponían huevos. Posteriormente, el niño del dueño de la casa del té, los cogió y se los llevó a casa. Cuando el dueño descortezó los huevos, se sorprendió mucho, porque la clara y la yema se habían solidificado, presentaban el color ámbar y medio cristalino y aparecían como hojas de pino en la clara. Impulsado por la curiosidad, el dueño probó el huevo, le pareció que era muy agradable al paladar. La noticia se extendió, mucha gente actuó según el mismo modelo, poco a poco, se fue desarrollando una receta, mezclando las cenizas de morera, soda, cal, sal, té, etc, en forma de gacha, con la que se unta en los huevos, después de un tiempo, se puede comer.
Posteriormente, la elaboración se difundió a Beijing. Un comerciante con el apellido Chen, del distrito de Tongzhou, modificó la forma de la preparación. Él puso los huevos de pata en un cántaro, en el que añadió agua con sal, ceniza de árbol de castaño, cal, le daba la vuelta cada tres o cinco días, así en total tres veces. Luego lo guardó por un mes. Este tipo de huevo, sin barro en la superficie, también es muy sabroso.
En la actualidad, el hecho más común es envolver el barro de la mezcla de los condimentos formados por sal, cal, óxido de plomo y carbonato potásico en ceniza de plantas. Después de cubrir los huevos de pata con el barro, también se unta una capa de cáscara de arroz con el objetivo de prevenir la entrada de las bacterias, y de que no se rompa fácilmente en el proceso de transporte. Además, tiene un sabor mejor.
Cada vez que la gente come los huevos de mil años, está interesada en las hojas de pino que aparecen en el huevo. ¿Cómo se forman aquéllas? En realidad, en el proceso de elaboración, el hidróxido iónico ingresa en la cáscara de huevo, hace una reacción química con proteína de clara de huevo, haciendo que la proteína se congele. Al mismo tiempo, alguna proteína se descompone en aminoácido, que tiene a su vez reacción con el hidróxido iónico para generar aminoácido y sal, que no se disuelve en el agua, así se cristaliza en la clara de huevo, y se forman las hojas de pino.
Ahora vamos a presentar una sopa de arroz con los huevos de mil años.
Ingredientes:
Arroz...150 g
Carne de filete...90 g
Huevos de mil años...2
Jengibre... cantidad apropiada
Puerro...cantidad apropiada
Almidón...2 g
Salsa de soja...3 g
Sal...3 g
Vino de cocina…2 ml
Cortamos el jengibre y el puerro en pedazos.
Ponemos el arroz en el tazón, en el que añadimos el agua. Frotamos un poco el arroz y lo dejamos en remojo por una hora.
Escurrimos el agua, limpiamos el arroz, y ponemos el arroz en la olla, en la que añadimos de nuevo el agua para cocer.
Picamos la carne, y añadimos el vino de cocina, la salsa de soja, y el almidón para salsear por diez minutos.
Descortezamos los huevos de mil años, y los cortamos en pedazos.
Cuando esté hirviendo la sopa de arroz, disminuimos el fuego para cocer por otros diez minutos.
Hervimos las picadas de carne en agua caliente y quitamos la espuma de sangre.
Ponemos los pedazos de jengibre, las picadas de carne y los pedazos de huevos de mil años en la olla, cocemos por unos minutos.
Antes de apagar el fuego, ponemos la sal y los pedazos de puerro en la sopa. ¡Y ya estaría listo!
Los huevos de mil años, son huevos de pata conservados en una mezcla de sal, cal, té, ceniza vegetal y barro. La clara de este huevo queda cristalina, de un tono ámbar y toma forma de hojas de pino. De ahí su nombre en chino: Songhua Dan, literalmente huevos de flores de pino. Existen dos tipos, de yema espesa y de yema dura.
La elaboración de los huevos de mil años puede remontarse a la Dinastía Ming. Según Yangyu Yueling, escrito por Dai Xi, del período de Chongzhen, se elaboraron así: cientos de huevos, curados con sal de 500 gramos, ceniza de carbón vegetal de cinco litros, cal de un litro, se curan en una jarra por un mes, se les da la vuelta cada tres días. Hasta la Dinastía Qing, la forma de elaboración se ha ido modificando. En el Shixian Hongmi, escrito por Zhu Yizun, también se registró la producción de huevos de mil años: cientos de huevos, con sal de 500 gramos, se elabora la salmuera con agua de té espeso y sal, junto con las cenizas de carbón vegetal, de paja trigaza, de rama de ciprés, y la untan en la superficie de los huevos por un mes.
El descubrimiento de los huevos de mil años fue muy casual. Según se dice, a las orillas del lago Taihong, donde había muchos patos, hay un poblado llamado Lili. Un día, un camarero de la casa del té, abandonó el té y la ceniza de leña en una fosa de cal, en la que las patas siempre ponían huevos. Posteriormente, el niño del dueño de la casa del té, los cogió y se los llevó a casa. Cuando el dueño descortezó los huevos, se sorprendió mucho, porque la clara y la yema se habían solidificado, presentaban el color ámbar y medio cristalino y aparecían como hojas de pino en la clara. Impulsado por la curiosidad, el dueño probó el huevo, le pareció que era muy agradable al paladar. La noticia se extendió, mucha gente actuó según el mismo modelo, poco a poco, se fue desarrollando una receta, mezclando las cenizas de morera, soda, cal, sal, té, etc, en forma de gacha, con la que se unta en los huevos, después de un tiempo, se puede comer.
Posteriormente, la elaboración se difundió a Beijing. Un comerciante con el apellido Chen, del distrito de Tongzhou, modificó la forma de la preparación. Él puso los huevos de pata en un cántaro, en el que añadió agua con sal, ceniza de árbol de castaño, cal, le daba la vuelta cada tres o cinco días, así en total tres veces. Luego lo guardó por un mes. Este tipo de huevo, sin barro en la superficie, también es muy sabroso.
En la actualidad, el hecho más común es envolver el barro de la mezcla de los condimentos formados por sal, cal, óxido de plomo y carbonato potásico en ceniza de plantas. Después de cubrir los huevos de pata con el barro, también se unta una capa de cáscara de arroz con el objetivo de prevenir la entrada de las bacterias, y de que no se rompa fácilmente en el proceso de transporte. Además, tiene un sabor mejor.
Cada vez que la gente come los huevos de mil años, está interesada en las hojas de pino que aparecen en el huevo. ¿Cómo se forman aquéllas? En realidad, en el proceso de elaboración, el hidróxido iónico ingresa en la cáscara de huevo, hace una reacción química con proteína de clara de huevo, haciendo que la proteína se congele. Al mismo tiempo, alguna proteína se descompone en aminoácido, que tiene a su vez reacción con el hidróxido iónico para generar aminoácido y sal, que no se disuelve en el agua, así se cristaliza en la clara de huevo, y se forman las hojas de pino.