Se celebra Tercer Seminario de Las Relaciones Sino-Mexicanas: Desarrollo y Cooperación en la Nueva Era

2018-11-01 17:56:02
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Recientemente, se celebró el Tercer Seminario Las Relaciones Sino-Mexicanas: Desarrollo y Cooperación en la Nueva Era en Beijing, China, organizado conjuntamente por Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y El Colegio de México (COLMEX).

Al evento asistieron Cai Fang, vicepresidente e investigador, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS), José Luis Bernal, embajador de México en China, Roberto Castañón Romo, director del Centro de Enseñanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Gustavo Vega Cánovas, secretario general en El Colegio de México (COLMEX), también dieron discursos en dicho evento.

En este seminario, los expertos chinos y mexicanos discutieron sobre cinco temas: la globalización y la cooperación económica y comercial, la construcción de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la innovación científica y tecnológica, las políticas sobre el desarrollo verde y el desarrollo regional coordinado.

Gustavo Vega Cánovas, actualmente secretario general en El Colegio de México (COLMEX), es profesor-investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III.

Opina que en las últimas décadas, la proliferación de los acuerdos comerciales regionales ha configurado de manera fundamental el sistema multilateral del comercio. De acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), en lo que vamos de 2018 se tienen 286 acuerdos comerciales regionales en vigor y todavía los países continúan participando en nuevas negociaciones cada vez más amplias y complejas. Sin embargo, en estos últimos años el entorno internacional de la actual economía globalizada experimentó eventos como el Brexit y la nueva política comercial de Estados Unidos que van en contra de estas directrices. El primero poniendo de manifiesto que existen todavía limitantes al proceso de integración regional como la Unión Europea en el que Gran Bretaña dirigirá una política comercial propia, y el segundo con un interés expreso de negociar acuerdos comerciales bilaterales por encima de los regionales.

Según Dong Yan, investigadora titular del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés), con el desarrollo más del medio siglo, el sistema multilateral de comercio que coordina las políticas como los aranceles nacionales y reduce los obstáculos para librar el flujo comercial, ha desempeñado un papel positivo en la promoción del crecimiento del comercio mundial y el desarrollo estable de la economía global. El proteccionismo comercial actual está amenazando al desarrollo del sistema multilateral de comercio y, al mismo tiempo, el juego de intereses entre países ofrece una nueva oportunidad para la formación de nuevas reglas de comercio multilateral y la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El sistema multilateral de comercio debería seguir dando estímulos a la recuperación de la economía mundial, y promover su desarrollo sostenible. Ante los problemas nuevos la equidad y la distribución del ingreso en el global, la reforma de la OMC, mostrará los requisitos del nuevo modelo comercial representado por la cadena de valor global y equilibrará los intereses de los países en desarrollo y los desarrollados.

Alicia Girón, coordinadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA), sostiene que a partir del periodo de post-crisis se ha realizado una reorganización de los flujos financieros de China a partir de la iniciativa de la Franja y la Ruta. Es justo bajo esta iniciativa y viendo los caminos que se han ido conformando durante la última década de los flujos financieros provenientes de los grandes bancos así como de las empresas chinas en América Latina y considerando la necesidad de estrechar los lazos entre China y México es necesario proponer un banco de desarrollo conjunto. No sólo es que China abra más su sistema financiero profundizando las reformas financieras realizadas durante los últimos años sino que en una relación de equidad financiera y de desarrollo económico entre ambos gobiernos se realice un banco para operar las inversiones de los bancos y empresas de capital mexicano en China así como de aquéllos bancos y empresas de China en México. El objetivo del banco de desarrollo sería para apoyar obras de infraestructura con un impacto de bienestar y sustentabilidad en México. Por los cuál proponer un banco de desarrollo con capitales de China y México no sólo podrían profundizar las relaciones financieras entre ambos países sino que podrían avanzar en un reordenamiento de los flujos financieros hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 de la Asamblea de las Naciones Unidas.

A juicios de Li Ziying, directora del Centro de Estudios de Alianza del Pacífico, subdirectora y profesora adjunta de la Escuela de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Economía y Comercio Internacional (denominada brevemente UIBE), situada en Beijing, capital de China, al principio de la fundación, la Alianza del Pacífico, como una organización económica de integración emergente muy llamativa en América Latina, se ha convertido en el eje del desarrollo hacia Asia y el Pacífico. Sobre el trasfondo de la situación cambiante global y del hemisferio occidental, explica el posicionamiento económico actual de la subregión de dicha alianza, analiza su papel posible como un puente en el cambio del entorno geoeconómico y en el desarrollo de la integración económica de Asia y el Pacífico, y se centra en la interacción entre China, los países-miembros y las organizaciones regionales en América Latina, mirando hacia sus perspectivas de los desarrollos y retos.

De acuerdo con José Luis Valdés Ugalde, politólogo e internacionalista de México, coordinador del proyecto PAPIIT “Los polos de poder dominantes en el sistema internacional del siglo XXI: Estados Unidos, la Unión Europea y China: el problema del declive relativo de Estados Unidos frente a sus contrapartes”, es notable la retórica agresiva y guerrerista de Donald Trump, si toman en cuenta sus diversos pronunciamientos respecto a la carrera nuclear, o bien, su percepción negativa de las prácticas comerciales a nivel internacional. Incluida desde luego, su retórica proteccionista frente a China y México, la cual ya ha iniciado una guerra comercial con la primera y una confrontación fronteriza con el segundo. Trump coloca al público a la incertidumbre de lo inesperado, al no dejar claro cuáles de sus constantes afirmaciones son retórica y cuáles serán parte de sus decisiones oficiales. Además, quiénes construyen la postura de Washington en política exterior delinea una política económica rigurosa y restrictiva confusa y sin brújula, que disminuirá la participación estadounidense frente a sus compromisos económicos y políticos internacionales. Están los otros países ante un gobierno evidentemente proteccionista. Estados Unidos ha dejado claro que persigue la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) y, no pueden dejar de lado las duras críticas que ha reiterado hacia China sobre sus políticas comerciales, las cuales percibe como dañinas para el comercio en el mundo.

Con ello, hay ya en el presente modificaciones en las correlaciones de fuerza regionales y globales de Washington. Esto podrá abrir una brecha no conocida del todo en la relación de China y el mundo y desde luego, entre los organismos internacionales, China y Estados Unidos. La geoeconomía se superpone a la geopolítica y confunde a los actores globales. Debido al panorama descrito arriba, podemos decir que China buscará nuevas alternativas en sus relaciones multilaterales. De hecho, sus autoridades ya han sugerido estrechar lazos con varios países que, como México, se han visto afectados por la política proteccionista de Trump. Será de vital importancia que México considere medidas de diversificación comercial con varios actores globales relevantes, con el fin de superar la creciente dependencia comercial (80%) que guarda la relación comercial de México con Estados Unidos. Todo esto, ante las modificaciones inconvenientes para México que Trump intentará imponer en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En este sentido, sus objetivos de diversificación tendrán que estar concentrados en Asia y la Unión Europea (el TLCUE y el TPP ya se concretaron en abril pasado), en concreto China, Japón y Alemania, respectivamente. La firma de un Acuerdo de cooperación con China más amplio y profundo, será particularmente importante, pues con ello se contrarresta el efecto negativo de pérdida de mercados relacionados con el TLCAN, específicamente en Estados Unidos. En combinación con lo anterior, se podría esperar que China invierta mucho de su sobre flujo financiero en proyectos de infraestructura en México, sobre todo en planes de transporte ferroviario y carretero; esta derrama de inversión creará fuentes de empleo. Con este plan puesto en la práctica, podremos ver que México ideé planes alternativos para evitar quedar atrapados en la trampa que el aislacionismo estadounidense le puede imponer al país.

Wang Youming, investigador titular y director del Instituto de Países en Desarrollo de los Institutos de Asuntos Internacionales de China (CIIS), sostiene que en México se destacan la falta de conocimiento sobre la iniciativa de la Franja y la Ruta, y al mismo tiempo, el interés por dicha iniciativa. Es obvio su identificación y preocupación frente a esta. Algunas críticas de Occidente con respecto a la Franja y la Ruta tienen cierta influencia en México, tales como el considerar la iniciativa como una herramienta geopolítica, un “Plan Marshall chino”, o un intento de China para beneficiarse a sí misma descargando su exceso de capacidad industrial. Por un lado, México busca aprovechar del desarrollo económico de China; por otro lado, se preocupa que lo pasado con la iniciativa de la Franja y la Ruta en Asia del Sur y Asia Central pueda ocurrir en México, y que cierta opacidad en la inversión de la Franja y la Ruta pueda afectar el sistema político altamente corrupto provocando más conflictos políticos en el país latinoamericano. Además, México tiene miedo de que su participación en la Franja y la Ruta pueda generar antipatías y provocar obstáculos por parte de los Estados Unidos, e incluso, ocasione una lucha geopolítica en México entre China y los Estados Unidos. Después de que el nuevo Gobierno mexicano asuma el cargo, así no haya grandes cambios en la política exterior, será importante profundizar los conocimientos sobre la Franja y la Ruta. Existe incertidumbre sobre las relaciones entre China y México, por lo que depende de México cómo entender y considerar la iniciativa de la Franja y la Ruta.

Enrique Dussel Peters, profesor tiempo completo en la División de Estudios de Posgrados de la Facultad de Economía (DEP-FE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cree que la iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por el presidente chino Xi Jinping en septiembre de 2013 ha tenido un significativo impacto global y en América Latina y el Caribe. Con base en la propuesta de sistematizar la relación actual de ALC con China en cuatro rubros- comercio, financiamiento, inversión extranjera directa y proyectos de infraestructura; cada uno con requerimientos y especialidades, así como con propuestas de política particulares- sus estudios se concretarán los proyectos de infraestructura de China en ALC durante 2000-2017 para el caso de México. Con base en una reciente publicación sobre el tema- proyecto de infraestructura de China en ALC- se detallan características de los proyectos de infraestructura en México y sus retos para logar una relación armónica en el corto, mediano y largo plazo.

Recientemente, se celebró el Tercer Seminario Las Relaciones Sino-Mexicanas: Desarrollo y Cooperación en la Nueva Era en Beijing, China, organizado conjuntamente por Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y El Colegio de México (COLMEX).

Al evento asistieron Cai Fang, vicepresidente e investigador, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS), José Luis Bernal, embajador de México en China, Roberto Castañón Romo, director del Centro de Enseñanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Gustavo Vega Cánovas, secretario general en El Colegio de México (COLMEX), también dieron discursos en dicho evento.

En este seminario, los expertos chinos y mexicanos discutieron sobre cinco temas: la globalización y la cooperación económica y comercial, la construcción de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la innovación científica y tecnológica, las políticas sobre el desarrollo verde y el desarrollo regional coordinado.

Gustavo Vega Cánovas, actualmente secretario general en El Colegio de México (COLMEX), es profesor-investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III.

Opina que en las últimas décadas, la proliferación de los acuerdos comerciales regionales ha configurado de manera fundamental el sistema multilateral del comercio. De acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), en lo que vamos de 2018 se tienen 286 acuerdos comerciales regionales en vigor y todavía los países continúan participando en nuevas negociaciones cada vez más amplias y complejas. Sin embargo, en estos últimos años el entorno internacional de la actual economía globalizada experimentó eventos como el Brexit y la nueva política comercial de Estados Unidos que van en contra de estas directrices. El primero poniendo de manifiesto que existen todavía limitantes al proceso de integración regional como la Unión Europea en el que Gran Bretaña dirigirá una política comercial propia, y el segundo con un interés expreso de negociar acuerdos comerciales bilaterales por encima de los regionales.

Según Dong Yan, investigadora titular del Instituto de Economía y Política Mundial de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés), con el desarrollo más del medio siglo, el sistema multilateral de comercio que coordina las políticas como los aranceles nacionales y reduce los obstáculos para librar el flujo comercial, ha desempeñado un papel positivo en la promoción del crecimiento del comercio mundial y el desarrollo estable de la economía global. El proteccionismo comercial actual está amenazando al desarrollo del sistema multilateral de comercio y, al mismo tiempo, el juego de intereses entre países ofrece una nueva oportunidad para la formación de nuevas reglas de comercio multilateral y la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El sistema multilateral de comercio debería seguir dando estímulos a la recuperación de la economía mundial, y promover su desarrollo sostenible. Ante los problemas nuevos la equidad y la distribución del ingreso en el global, la reforma de la OMC, mostrará los requisitos del nuevo modelo comercial representado por la cadena de valor global y equilibrará los intereses de los países en desarrollo y los desarrollados.

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