Libro amarillo de América Latina y el Caribe 2016-2017 analiza la situación regional

2017-09-01 15:09:03
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El Instituto para América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS, por sus siglas en inglés) publicó el 30 de junio el Libro Amarillo de América Latina y el Caribe 2016-2017 en Beijing, y sostuvo un simposio para explicar los cambios y tendencias de la política, economía, sociedad y relaciones exteriores de América Latina y el Caribe desde el 2016.

Libro amarillo de América Latina y el Caribe 2016-2017 analiza la situación regional

Debido a las consecuencias de la crisis financiera global, el entorno de gobierno de muchos países latinoamericanos se deteriora, y se aumentan la dificultad y el estrés de gobernanza. Resulta que las fuerzas políticas han experimentado un gran cambio. La izquierda ha perdido la posición predominante en esta región. En ese sentido, la estructura política ha cambiado fundamentalmente, y muestra una tendencia de retroceso de la izquierda y la progresión de la derecha. Yang Jianmin, director de la Oficina de Investigación de la Política del Instituto para América Latina de CASS, manifestó:

“A pesar de que la izquierda sigue gobernando en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Nicaragua y Chile, la estructura política de América Latina en la que la izquierda ocupaba la posición predominante ha sufrido un cambio fundamental. La izquierda no puede mantener dicha posición. En el año pasado, la caída de la izquierda en Brasil, es otro importante evento político en esta región, después del fracaso de la izquierda en Argentina. Aunque la izquierda sigue gobernando en algunos países medianos y pequeños, las primeras mayores cuatro economías de América Latina, Brasil, México, Argentina y Colombia, se van más hacia la derecha. Es decir, la política latinoamericana comienza a entrar a un nuevo periodo en el que la izquierda y la derecha se alternan, y la centro-derecha se convierte en la principal fuerza política”.

En 2016, bajo el contexto de la frágil recuperación de la economía del mundo y el suceso frecuente de Cisne Negro, la economía de América Latina y el Caribe cayó en una profunda recesión. Su Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó en 1,1 por ciento, y el PIB per cápita registró una disminución del 2,2 por ciento. Por primera vez en esta región se experimenta un descenso en dos años consecutivos tras el estallido de la crisis financiera global.

Sin embargo, entre los países latinoamericanos existe una distancia. Zhang Yong, investigador adjunto de la Oficina de Investigación de Economía del Instituto para América Latina de CASS, indicó:

“En América Central, América del Sur y la región Caribe, la situación no es la misma. Debido a la relación estrecha de América Central con la economía de los Estados Unidos, su PIB mostró un crecimiento. No obstante, el desarrollo económico de América del Sur se afectó profundamente por la reducción del comercio y la inversión. Además, la región Caribe ha sufrido el incremento del precio de cereales y condiciones meteorológicas extremas, por lo que se observa una caída en la economía en 2016.”

La distancia mencionada también se está ampliando. De acuerdo con datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas, el crecimiento del PIB de Brasil, Venezuela y Argentina que se registró en 2016 fue de -3,6, -9,7 y -2 por ciento, respectivamente. Estos tres países son los principales factores que causan la recesión de la economía regional.

En la región Caribe, el PIB de Surinam, Trinidad y Tobago, y Belice descendió respectivamente en 10,4, 4,5 y 2,4 por ciento. También generan una influencia negativa en el desarrollo regional integral.

Cabe mencionar que el crecimiento de Dominica, Panamá y Nicaragua superó el 4 por ciento, sobre todo el de los primeros dos, aumentó respectivamente 6,4 y 5,2 por ciento, convirtiéndose en países con el desarrollo más rápido de la región en tres años consecutivos.

Desde 2012, afectado por la recesión de la economía global y la reducción del precio de productos básicos, la economía latinoamericana ha experimentado la disminución en cinco años consecutivos, e incluso en 2015 y 2016, se registró un crecimiento negativo.

Debido al empeoramiento constante de la situación económica, la tendencia buena en el ámbito social que se había venido dando después de entrar al siglo XXI empieza a revertirse.

En la mayoría de los países latinoamericanos, la tasa de desempleo ha ascendido, la calidad del empleo ha bajado, y algunas personas que habían logrado salir de la pobreza han vuelto a esta situación desfavorable. Fang Lianquan, director de la Oficina de Investigación de Sociedad y Cultura del Instituto para América Latina de CASS, subrayó:

“En el empleo sucedió un cambio inverso. En 2016, la tasa de desempleo de América Latina estaba en 8 por ciento, la cifra más alta de la historia. Mientras tanto, la tasa de empleo sigue descendiendo. A pesar de que la tasa de participación en la fuerza de trabajo creció, la tasa de empleo bajó. Resulta que la tasa de desempleo subió. La mayoría de los nuevos desempleados se ocupan en el empleo informal, es decir, el trabajador por cuenta propia. El empleo formal está decreciendo. Además, en el aspecto de la reducción de la pobreza, a partir de 2013, la tasa de pobreza ha mostrado una tendencia a aumentar levemente. Y el grupo de la clase media que puede lograr de cuatro a diez dólares cada día se está expandiendo constantemente, e incluso el número de personas de clase media ya ha superado el de personas con ingresos altos, y ocupa más de un tercio de la población total. Sin embargo, afectado por la crisis financiera global, el ingreso de la clase media posiblemente disminuirá, por lo que se puede llamar “clase vulnerable”.

En 2016 los factores fuera de la región y el cambio político dentro de la región han cambiado la estructura internacional y la evolución de la situación de América Latina.

Por un lado, el proceso electoral de los Estados Unidos interrumpió el desarrollo de los países de la región, y el nuevo presidente Trump ha traído mucha incertidumbre. Por otro lado, el presidente de China, Xi Jinping visitó tres países latinoamericanos y asistió la reunión informal de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC). Esto ha iniciado una nueva etapa de la diplomacia de China hacia América Latina. Chen Yuanting, subdirectora de la Oficina de Investigación de Relaciones Internacionales del Instituto para América Latina de CASS, formó tres juicios sobre las relaciones exteriores de esta región:

“Primero, la característica destacada de la política exterior de países latinoamericanos y la evolución de relaciones internacionales de la región radica en que el cambio político ha dado un viraje al rumbo de la política exterior, sobre todo, los países grandes de la región están cambiando la estructura antigua de relaciones entre los países. Segundo, en cuanto al esfuerzo en la diversidad de relaciones exteriores de países latinoamericanos, tanto América del Norte y Europa, como la región de Asia-Pacífico, son objetivos estratégicos clave de sus relaciones exteriores. Tercero, desde el cambio del siglo XX al XXI, se destacan los éxitos en la búsqueda de la independencia de los gobiernos dirigidos por el centro izquierda de América Latina, pero estos países no cumplen un cambio fundamental en el desarrollo del país, no aprovechan el crecimiento rápido de la economía bajo una condición determinada. En la actualidad, la política hacia el liberalismo y la apertura exterior de los principales países latinoamericanos se confronta con la oleada fuerte del nacionalismo y el proteccionismo en América del Norte y Europa. Por eso, las relaciones exteriores de países de América Latino se enfrentan a un desafío especial sin precedentes en la historia. Cabe seguir muy de cerca su evolución”.

Chen añadió que la política hacia América Latina del gobierno de Trump ha generado un impacto en la relación estadounidense-latinoamericana, y ha puesto a China en el frente. Hay un dicho de que “los Estados Unidos construyen la muralla, y China hace el puente”. ¿Cómo aprovechar esta oportunidad? Será una prueba para la diplomacia de China.

El Instituto para América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS, por sus siglas en inglés) publicó el 30 de junio el Libro Amarillo de América Latina y el Caribe 2016-2017 en Beijing, y sostuvo un simposio para explicar los cambios y tendencias de la política, economía, sociedad y relaciones exteriores de América Latina y el Caribe desde el 2016.

Libro amarillo de América Latina y el Caribe 2016-2017 analiza la situación regional

Debido a las consecuencias de la crisis financiera global, el entorno de gobierno de muchos países latinoamericanos se deteriora, y se aumentan la dificultad y el estrés de gobernanza. Resulta que las fuerzas políticas han experimentado un gran cambio. La izquierda ha perdido la posición predominante en esta región. En ese sentido, la estructura política ha cambiado fundamentalmente, y muestra una tendencia de retroceso de la izquierda y la progresión de la derecha. Yang Jianmin, director de la Oficina de Investigación de la Política del Instituto para América Latina de CASS, manifestó:

“A pesar de que la izquierda sigue gobernando en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Nicaragua y Chile, la estructura política de América Latina en la que la izquierda ocupaba la posición predominante ha sufrido un cambio fundamental. La izquierda no puede mantener dicha posición. En el año pasado, la caída de la izquierda en Brasil, es otro importante evento político en esta región, después del fracaso de la izquierda en Argentina. Aunque la izquierda sigue gobernando en algunos países medianos y pequeños, las primeras mayores cuatro economías de América Latina, Brasil, México, Argentina y Colombia, se van más hacia la derecha. Es decir, la política latinoamericana comienza a entrar a un nuevo periodo en el que la izquierda y la derecha se alternan, y la centro-derecha se convierte en la principal fuerza política”.

En 2016, bajo el contexto de la frágil recuperación de la economía del mundo y el suceso frecuente de Cisne Negro, la economía de América Latina y el Caribe cayó en una profunda recesión. Su Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó en 1,1 por ciento, y el PIB per cápita registró una disminución del 2,2 por ciento. Por primera vez en esta región se experimenta un descenso en dos años consecutivos tras el estallido de la crisis financiera global.

Sin embargo, entre los países latinoamericanos existe una distancia. Zhang Yong, investigador adjunto de la Oficina de Investigación de Economía del Instituto para América Latina de CASS, indicó:

“En América Central, América del Sur y la región Caribe, la situación no es la misma. Debido a la relación estrecha de América Central con la economía de los Estados Unidos, su PIB mostró un crecimiento. No obstante, el desarrollo económico de América del Sur se afectó profundamente por la reducción del comercio y la inversión. Además, la región Caribe ha sufrido el incremento del precio de cereales y condiciones meteorológicas extremas, por lo que se observa una caída en la economía en 2016.”

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