Pakistán exhibe ya resultados

2017-05-05 14:23:46
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En 2016, la economía mundial mantuvo una debilidad y un crecimiento lento. Sin embargo, pese a estas circunstancias, Pakistán registró un mérito brillante: en el último año fiscal (de julio de 2015 a junio de 2016) su PIB creció un 4,7 %, la tasa más alta en los últimos ocho años, y su crecimiento industrial registró un aumento del 6,8 %, también todo un récord en los últimos ocho años, superior a la meta prevista de crecimiento del 6,4 %. Mientras tanto, para el presente año fiscal (de julio de 2016 a junio de 2017), el Banco Mundial ha proyectado un crecimiento económico de Pakistán del 5 %, y para el siguiente periodo (de julio de 2017 a junio de 2018), uno del 5,4 %.

Pakistán exhibe ya resultados

Además, el índice KSE100 de Pakistán en 2016 aumentó en más del 45 %, estableciendo así un récord histórico como el mejor rendimiento del mercado en Asia. De hecho, Morgan Stanley Capital International (MSCI) incluyó nuevamente el mercado de valores de Pakistán dentro del índice de Mercados Emergentes MSCI.

Es evidente que la tendencia al alza del mercado de valores de Pakistán está estrechamente vinculada con su continuo crecimiento económico, beneficiado en gran medida por la implementación de la iniciativa china de “Una Franja y Una Ruta”. Shaukat Aziz, ex primer ministro de Pakistán, en repetidas ocasiones ha expresado que la estrategia de “Una Franja y Una Ruta” ha traído grandes oportunidades de desarrollo para su país, y se ha convertido en un factor impulsor clave para el desarrollo regional. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional también ha manifestado varias veces que la inversión relacionada con los proyectos a través del Corredor Económico China-Pakistán es uno de los tres principales motores económicos de este país.

Una infraestructura deficiente limita el desarrollo

Pakistán es un país en vías de desarrollo y la agricultura es un sector predominante en su economía, pues un 48 % de la población se dedica a ella. Con una base económica débil, tanto el volumen total de la economía como el tamaño de los diversos sectores y empresas son pequeños, y las ramas sectoriales son aún incompletas. El valor de la producción industrial representa tan solo el 24 % del PIB.

En los últimos 20 años, la economía de Pakistán ha mantenido un ímpetu de crecimiento. Pero el suministro insuficiente de energía y la mala infraestructura constituyen un cuello de botella que restringe su desarrollo económico. No obstante, el país tiene una fuerte voluntad de mejorar su situación.

Tomemos como ejemplo el sector energético. Durante el periodo pico de verano, Pakistán sufre un déficit de energía de hasta 6000 MW, lo que de vez en cuando genera apagones en todo el país, dada la falta de capacidad instalada de electricidad. El 10 de julio de 2012, la capital paquistaní, Islamabad, sufrió un apagón que duró entre 8 y 10 horas. El 25 de junio de 2013 hubo una interrupción forzada en las principales ciudades del país de entre 12 y 15 horas, y de entre 16 y 18 horas en las zonas rurales. Esto mismo se repitió el 29 de abril de 2014, aunque con menos horas de duración.

El desarrollo económico de Pakistán también se ha visto severamente restringido por la atrasada infraestructura de transporte. La construcción de ferrocarriles se mantiene estancada y sus instalaciones son obsoletas. Lo mismo ocurre con la construcción de carreteras. Muchas zonas remotas aún no tienen acceso al resto del país.

El Corredor Económico China-Pakistán

La construcción del Corredor Económico China-Pakistán, iniciada en 2013, constituye una parte importante de la iniciativa de “Una Franja y Una Ruta”, cuya primera intención es la de fortalecer los intercambios y la cooperación entre China y Pakistán en los sectores de transporte, de energía, marítimo, entre otros campos, para profundizar la conectividad entre los dos países.

Pakistán exhibe ya resultados

Se trata de una ruta comercial que incluye carreteras, ferrocarriles, oleoductos, gasoductos y cableados de fibra óptica. Desde la ciudad china de Kashgar (Xinjiang), por el norte, hasta el puerto pakistaní de Gwadar, por el sur, el corredor tiene una longitud de más de 3000 km y su trayecto cubre una población de cientos de millones de personas. China y Pakistán están dispuestos a desarrollar el corredor en cuatro áreas clave: el puerto de Gwadar, energía, infraestructura de transporte y cooperación industrial, todo en aras de promover la conectividad y el desarrollo económico de Pakistán.

Tras el establecimiento de los principios de la construcción del corredor económico, se fueron iniciando varios proyectos importantes, incluidos parques industriales y zonas de libre comercio, y se llevó a cabo una cooperación en múltiples campos, como infraestructura, recursos energéticos, obras hidráulicas agrícolas y tecnología informática. En 2015, los dos países firmaron más de 50 acuerdos de cooperación, valorados en 46.000 millones de dólares.

En el campo de la energía, se inició la construcción de una serie de proyectos de energía eléctrica contratados por China, incluyendo energía térmica, hidráulica, eólica, solar y nuclear. Algunos ya han entrado en funcionamiento en Pakistán.

En términos de transporte, ya se concluyó la primera etapa del proyecto de mejora y ampliación de la carretera Karakoram y, en mayo de 2016, se inició la construcción de la autopista Karachi-Lahore, una arteria económica que conecta el sur y el norte de Pakistán. Además, en la ciudad de Lahore se construirá el primer ferrocarril urbano de Pakistán. Todos estos proyectos no solo mejorarán la infraestructura de ese país, sino que también generarán enormes oportunidades de desarrollo para las regiones ubicadas a lo largo de estas líneas de transporte.

El puerto de Gwadar

Situado en Balochistán (sudoeste de Pakistán), el puerto de Gwadar es un excelente puerto de aguas profundas. Sin embargo, debido a la infraestructura inadecuada, su potencial no ha sido aprovechado al máximo. En 2013, una empresa china adquirió los derechos de operación del puerto, el cual se convirtió en el extremo sur del Corredor Económico China-Pakistán.

Para mejorar la infraestructura de transporte del puerto de Gwadar, se han construido varias autopistas hacia el puerto y un nuevo aeropuerto internacional. Mientras tanto, también se ha avanzado la construcción de una zona de libre comercio en el sector, lo cual viene generando más puestos de trabajo para la población local. Muchas empresas extranjeras han establecido centros de negocios y tienen la intención de hacer de Gwadar el principal puerto para sus importaciones y exportaciones.

En noviembre de 2016, el puerto de Gwadar inició sus operaciones formalmente y, por primera vez, se exportaron desde allí contenedores en gran escala al exterior. El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, presidió la ceremonia inaugural. En su discurso, hizo hincapié en que, gracias al Corredor Económico China-Pakistán, su país se convertirá en un nudo en Asia en materia de transporte, y diversos países compartirán su desarrollo y prosperidad.

Sajjad H. Baloch, jefe ejecutivo de la Oficina de Desarrollo de la Región de Gwadar, también sostuvo que para el año 2050 el puerto tendrá 80 atracaderos, convirtiéndose en el mayor de su tipo del país. La Oficina de Desarrollo también ha reservado terrenos para atraer la inversión industrial. “Esperamos que el puerto de Gwadar pueda impulsar el desarrollo económico de todo el país”, sostuvo Baloch. “Tenemos la meta de que la construcción de Gwadar sea como la de la ciudad china de Shenzhen”.


En 2016, la economía mundial mantuvo una debilidad y un crecimiento lento. Sin embargo, pese a estas circunstancias, Pakistán registró un mérito brillante: en el último año fiscal (de julio de 2015 a junio de 2016) su PIB creció un 4,7 %, la tasa más alta en los últimos ocho años, y su crecimiento industrial registró un aumento del 6,8 %, también todo un récord en los últimos ocho años, superior a la meta prevista de crecimiento del 6,4 %. Mientras tanto, para el presente año fiscal (de julio de 2016 a junio de 2017), el Banco Mundial ha proyectado un crecimiento económico de Pakistán del 5 %, y para el siguiente periodo (de julio de 2017 a junio de 2018), uno del 5,4 %.

Pakistán exhibe ya resultados

Además, el índice KSE100 de Pakistán en 2016 aumentó en más del 45 %, estableciendo así un récord histórico como el mejor rendimiento del mercado en Asia. De hecho, Morgan Stanley Capital International (MSCI) incluyó nuevamente el mercado de valores de Pakistán dentro del índice de Mercados Emergentes MSCI.

Es evidente que la tendencia al alza del mercado de valores de Pakistán está estrechamente vinculada con su continuo crecimiento económico, beneficiado en gran medida por la implementación de la iniciativa china de “Una Franja y Una Ruta”. Shaukat Aziz, ex primer ministro de Pakistán, en repetidas ocasiones ha expresado que la estrategia de “Una Franja y Una Ruta” ha traído grandes oportunidades de desarrollo para su país, y se ha convertido en un factor impulsor clave para el desarrollo regional. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional también ha manifestado varias veces que la inversión relacionada con los proyectos a través del Corredor Económico China-Pakistán es uno de los tres principales motores económicos de este país.

Una infraestructura deficiente limita el desarrollo

Pakistán es un país en vías de desarrollo y la agricultura es un sector predominante en su economía, pues un 48 % de la población se dedica a ella. Con una base económica débil, tanto el volumen total de la economía como el tamaño de los diversos sectores y empresas son pequeños, y las ramas sectoriales son aún incompletas. El valor de la producción industrial representa tan solo el 24 % del PIB.

En los últimos 20 años, la economía de Pakistán ha mantenido un ímpetu de crecimiento. Pero el suministro insuficiente de energía y la mala infraestructura constituyen un cuello de botella que restringe su desarrollo económico. No obstante, el país tiene una fuerte voluntad de mejorar su situación.

Tomemos como ejemplo el sector energético. Durante el periodo pico de verano, Pakistán sufre un déficit de energía de hasta 6000 MW, lo que de vez en cuando genera apagones en todo el país, dada la falta de capacidad instalada de electricidad. El 10 de julio de 2012, la capital paquistaní, Islamabad, sufrió un apagón que duró entre 8 y 10 horas. El 25 de junio de 2013 hubo una interrupción forzada en las principales ciudades del país de entre 12 y 15 horas, y de entre 16 y 18 horas en las zonas rurales. Esto mismo se repitió el 29 de abril de 2014, aunque con menos horas de duración.

El desarrollo económico de Pakistán también se ha visto severamente restringido por la atrasada infraestructura de transporte. La construcción de ferrocarriles se mantiene estancada y sus instalaciones son obsoletas. Lo mismo ocurre con la construcción de carreteras. Muchas zonas remotas aún no tienen acceso al resto del país.

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