45 años de relaciones diplomáticas entre México y China

2017-03-28 09:22:37
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Por JULIÁN VENTURA*

En octubre de 1972, cuando Eugenio Anguiano presentó cartas credenciales ante el vicepresidente Dong Biwu como el primer embajador ante la República Popular China, tanto México como China eran países muy diferentes insertos en un contexto mundial muy distinto al actual. En más de cuatro décadas, los dos países han experimentado profundas transformaciones internas y en su posicionamiento regional e internacional. En este período se construyó progresivamente un sólido andamiaje de diálogo y cooperación.

45 años de relaciones diplomáticas entre México y China

Octubre de 1972. Eugenio Anguiano, primer embajador de México en la República Popular China, presenta cartas credenciales ante el vicepresidente chino, Dong Biwu.

El 14 de febrero de 2007 tuve el privilegio de encabezar la conmemoración del 35° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros países, junto con el entonces vicecanciller Yang Jiechi y la presidenta de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Exterior, Li Xiaolin. He sido testigo de primera mano de los logros obtenidos en la última década, incluyendo una notable institucionalización de la agenda bilateral, con visión estratégica y de largo plazo; el crecimiento de la relación económica; y la intensificación de los intercambios culturales, educativos y de cooperación.

Reconociendo que los avances alcanzados aún estaban por debajo de su potencial, los presidentes Enrique Peña Nieto y Xi Jinping decidieron -al inicio de sus respectivas gestiones- dar un renovado impulso al fortalecimiento de los vínculos bilaterales, a partir de un enfoque práctico orientado a generar resultados específicos en los campos del comercio, la inversión, el turismo y la cooperación cultural, educativa y científico-técnica. A lo largo de seis encuentros presidenciales en los últimos cuatro años, ambos Gobiernos han mantenido un seguimiento permanente de las prioridades marcadas por los presidentes.

En materia económica, nuestra relación ha experimentado un dinamismo sin precedentes en los últimos años. Con una creciente complementariedad económica que abona a nuestra competitividad internacional, China es el segundo socio comercial de México -con intercambios de aproximadamente 75.000 millones de dólares- y el tercer destino de nuestras exportaciones. Asimismo, México se ha consolidado como el principal socio comercial de China en América Latina. Un número creciente de productos mexicanos, desde productos agroalimentarios de alta calidad hasta manufacturas de alto valor agregado, están incursionando en el mercado chino con gran éxito. En 2015, México fue el país que firmó más protocolos agroalimentarios con China y se mantuvo como su primer proveedor latinoamericano de vehículos y autopartes. Los resultados en el ámbito comercial son, sin duda alguna, muy alentadores para el desarrollo futuro de la relación económica bilateral.

En materia de inversiones, China se ha posicionado como el cuarto mayor inversionista asiático en México. Un número creciente de reconocidas empresas mexicanas y chinas han descubierto las oportunidades que nuestros respectivos países ofrecen como destinos de inversión. Con miras a lograr que las inversiones bilaterales reflejen de mejor manera el tamaño de nuestras economías y su importancia en el mapa mundial de inversión, se establecieron un Grupo de Alto Nivel de Inversión y un Fondo Binacional de Inversión por 1200 millones de dólares, integrado con capitales de ambos países y administrado por la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial con los más altos estándares de transparencia. En 2016, el Fondo anunció sus primeras inversiones en México orientadas a los sectores de energía y telecomunicaciones, rubros particularmente relevantes en el contexto de las reformas económicas impulsadas por mi país. Estas acciones favorecerán el financiamiento de nuevos proyectos y fomentarán la conformación de alianzas estratégicas entre empresas mexicanas y chinas, lo que permitirá profundizar nuestra agenda de inversión en los años por venir.

Los flujos turísticos también han experimentado resultados alentadores. Hoy, China es el segundo destino turístico para México en Asia-Pacífico, mientras que México es el principal destino latinoamericano para los visitantes chinos. El fortalecimiento de la conectividad aérea y la promoción de nuestros destinos turísticos seguirán contribuyendo a mantener una dinámica positiva en este ámbito.

Cultura: motor de acercamiento

Como potencias culturales globales y cunas de civilizaciones milenarias, la cultura es un motor de acercamiento y conocimiento mutuo entre China y México, así como un componente central de la agenda bilateral. A través de una sólida cooperación con las instituciones culturales chinas, entre 2013 y 2014 los principales museos de Beijing, Guangzhou y Shanghai albergaron grandes exposiciones mexicanas como “Diego Rivera: Orgullo de México”, “Mayas: El Lenguaje de la Belleza”, “México en Plata: Historia y Porvenir”, entre otras, disfrutadas por cientos de miles de visitantes chinos. Tan solo la exposición sobre los mayas, inaugurada en noviembre de 2014 por los presidentes Xi Jinping y Enrique Peña Nieto, recibió más de 150.000 visitantes en tres meses.

45 años de relaciones diplomáticas entre México y China

El embajador Julián Ventura en la exposición “Diego Rivera: Orgullo de México”. Fotos cortesía del autor

En 2016 sumamos nuestros esfuerzos a los de China para celebrar el Año de Intercambio Cultural China-América Latina, a través de la participación de México en el Festival de las Artes “Meet in Beijing”, la Feria “Art Beijing” y el Festival de las Artes Visuales. En el marco del 45º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, seguiremos acercando al pueblo chino lo mejor de la cultura mexicana, a través de actividades que reflejen la riqueza y diversidad de nuestras expresiones artísticas en los campos del arte contemporáneo, festivales y ciclos de cine, gastronomía, danza, diseño, arquitectura y literatura.

En el ámbito educativo, China y México compartimos la tarea permanente de elevar la calidad de la educación para que nuestras sociedades estén cada vez mejor preparadas para enfrentar los retos de nuestro siglo. En este sentido, la enseñanza de idiomas ha sido un componente constante y decisivo de la relación bilateral, desde que en 1974 los primeros estudiantes chinos llegaron a México a aprender español en El Colegio de México. México es el país de América Latina que cuenta con el mayor número de Institutos Confucio. Como el principal país hispanoparlante, existe un gran potencial para extender y profundizar el aprendizaje del español y del chino-mandarín.

A través del Programa Bilateral de Becas, cada año 80 estudiantes de ambos países llevan a cabo estudios de licenciatura y posgrado, así como de aprendizaje de idioma y cultura general. Dos destacadas universidades mexicanas, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey han consolidado su presencia en China. En marzo próximo se realizará en Beijing el Segundo Foro de Rectores China-México, encuentro que permitirá intensificar los contactos entre instituciones de educación superior.

Por otra parte, hemos promovido que la cooperación y los intercambios técnicos y científicos adquieran mayor relieve en la agenda bilateral y una posición más acorde con las transformaciones económicas y sociales experimentadas por ambos países en años recientes. Por primera vez en 2015 se dio el lanzamiento entre China y un país latinoamericano de convocatorias para realizar investigaciones conjuntas, lo que permitirá desarrollar proyectos en los campos de energías limpias, biotecnología, agricultura, ingeniería aeroespacial, recursos hídricos, medio ambiente y salud, entre otros.

En este sentido, es importante que sigamos intercambiando experiencias y mejores prácticas, así como ampliando nuestra colaboración en los campos de la enseñanza de idiomas, la movilidad estudiantil, los intercambios académicos, la investigación en diversas disciplinas y los programas de becas, a fin de responder a la gran demanda que actualmente existe por parte de estudiantes mexicanos y chinos.

Nuestra cooperación trasciende el ámbito bilateral e incluye una intensa dinámica de diálogo en organismos y foros internacionales, como las Naciones Unidas, el G-20 y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), frente a retos globales como el cambio climático y la cooperación para el desarrollo. La coyuntura internacional presenta grandes retos y oportunidades frente a los cuales China y México seguirán desempeñando un papel constructivo y de liderazgo.

Consolidar lo que hasta ahora se ha logrado y continuar encontrando nuevas rutas de cooperación requiere de trabajo constante enmarcado en una clara visión de futuro, a fin de que la hoja de ruta que México y China han trazado siga rindiendo frutos en beneficio de nuestros pueblos.

*Julián Ventura es embajador de México en la República Popular China.

Por JULIÁN VENTURA*

En octubre de 1972, cuando Eugenio Anguiano presentó cartas credenciales ante el vicepresidente Dong Biwu como el primer embajador ante la República Popular China, tanto México como China eran países muy diferentes insertos en un contexto mundial muy distinto al actual. En más de cuatro décadas, los dos países han experimentado profundas transformaciones internas y en su posicionamiento regional e internacional. En este período se construyó progresivamente un sólido andamiaje de diálogo y cooperación.

45 años de relaciones diplomáticas entre México y China

Octubre de 1972. Eugenio Anguiano, primer embajador de México en la República Popular China, presenta cartas credenciales ante el vicepresidente chino, Dong Biwu.

El 14 de febrero de 2007 tuve el privilegio de encabezar la conmemoración del 35° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros países, junto con el entonces vicecanciller Yang Jiechi y la presidenta de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Exterior, Li Xiaolin. He sido testigo de primera mano de los logros obtenidos en la última década, incluyendo una notable institucionalización de la agenda bilateral, con visión estratégica y de largo plazo; el crecimiento de la relación económica; y la intensificación de los intercambios culturales, educativos y de cooperación.

Reconociendo que los avances alcanzados aún estaban por debajo de su potencial, los presidentes Enrique Peña Nieto y Xi Jinping decidieron -al inicio de sus respectivas gestiones- dar un renovado impulso al fortalecimiento de los vínculos bilaterales, a partir de un enfoque práctico orientado a generar resultados específicos en los campos del comercio, la inversión, el turismo y la cooperación cultural, educativa y científico-técnica. A lo largo de seis encuentros presidenciales en los últimos cuatro años, ambos Gobiernos han mantenido un seguimiento permanente de las prioridades marcadas por los presidentes.

En materia económica, nuestra relación ha experimentado un dinamismo sin precedentes en los últimos años. Con una creciente complementariedad económica que abona a nuestra competitividad internacional, China es el segundo socio comercial de México -con intercambios de aproximadamente 75.000 millones de dólares- y el tercer destino de nuestras exportaciones. Asimismo, México se ha consolidado como el principal socio comercial de China en América Latina. Un número creciente de productos mexicanos, desde productos agroalimentarios de alta calidad hasta manufacturas de alto valor agregado, están incursionando en el mercado chino con gran éxito. En 2015, México fue el país que firmó más protocolos agroalimentarios con China y se mantuvo como su primer proveedor latinoamericano de vehículos y autopartes. Los resultados en el ámbito comercial son, sin duda alguna, muy alentadores para el desarrollo futuro de la relación económica bilateral.

En materia de inversiones, China se ha posicionado como el cuarto mayor inversionista asiático en México. Un número creciente de reconocidas empresas mexicanas y chinas han descubierto las oportunidades que nuestros respectivos países ofrecen como destinos de inversión. Con miras a lograr que las inversiones bilaterales reflejen de mejor manera el tamaño de nuestras economías y su importancia en el mapa mundial de inversión, se establecieron un Grupo de Alto Nivel de Inversión y un Fondo Binacional de Inversión por 1200 millones de dólares, integrado con capitales de ambos países y administrado por la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial con los más altos estándares de transparencia. En 2016, el Fondo anunció sus primeras inversiones en México orientadas a los sectores de energía y telecomunicaciones, rubros particularmente relevantes en el contexto de las reformas económicas impulsadas por mi país. Estas acciones favorecerán el financiamiento de nuevos proyectos y fomentarán la conformación de alianzas estratégicas entre empresas mexicanas y chinas, lo que permitirá profundizar nuestra agenda de inversión en los años por venir.

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