La innovación china beneficiará al mundo
La innovación china beneficiará al mundo
Por LI GANG
CHINA ha apostado por la innovación como palanca de su desarrollo, lo cual no solo implica una oportunidad para que el país actualice su modelo económico, mejore su calidad y aumente su eficiencia, sino que también contribuye a impulsar el estancado crecimiento de la economía mundial.
La innovación china vista por el mundo
McKinsey Global Institute ha publicado un informe en el que evalúa el nivel innovador de las empresas chinas. El informe divide las innovaciones en cuatro tipos: la innovación basada en la ciencia, la innovación basada en la ingeniería, la que se centra en el cliente y la impulsada por la eficiencia.
El informe evalúa y compara los ingresos de las empresas chinas con el total de las industrias globales para medir su nivel innovador (véase la tabla 1), lo que le lleva a concluir que las empresas chinas tienen una notable superioridad en la innovación centrada en el cliente. Apoyados en el enorme mercado doméstico, los sectores de electrodomésticos, de software de Internet y de la electrónica de consumo, que acaparan el 39 %, el 15 % y el 10 %, respectivamente, del mercado global, llevan la delantera a sus homólogos mundiales en la innovación centrada en el cliente. Respecto a la innovación impulsada por la eficiencia, las empresas chinas han logrado aumentar el valor añadido de su producción industrial y consolidar la posición central de la manufactura china. Sin embargo, China muestra desequilibrios en el desarrollo de la innovación basada en la ingeniería, avanzada en ferrocarriles de alta velocidad, energía eólica y equipos de telecomunicaciones, y retrasada en vehículos motorizados y dispositivos médicos. China dista mucho de los países desarrollados en estudios científicos y necesita mejorar su nivel de innovación.
En términos generales, a medida que ha ido avanzando su desarrollo económico, China ha ido mejorando paulatinamente su capacidad de innovación. Según El índice global de innovación 2015: políticas de innovación eficaces para el desarrollo, publicado conjuntamente por la Universidad Cornell, INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), China ocupa el puesto 29 entre los 141 países evaluados, el cual sitúa al país a la cabeza de los países en desarrollo y cada vez más cerca de los países desarrollados.
La innovación y el desarrollo científico y tecnológico producen un notable impacto en la vida humana y están cambiando y mejorando la calidad de vida del pueblo chino. Entre las décadas de 1950 y 1970, los cuatro artículos preferidos por los chinos eran la bicicleta, la máquina de coser, el reloj y la radio. Durante ese mismo periodo, los países desarrollados ya habían superado esa forma de consumo de bienes simples y duraderos. Actualmente en China, gracias al desarrollo científico y al aumento del nivel innovador, productos anteriormente de lujo como los aparatos de aire acondicionado, las computadoras, los teléfonos celulares o los automóviles, entre otros, ya forman parte de la vida cotidiana de las familias comunes. Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 2015 la penetración de la telefonía móvil e Internet alcanzó al 92,3 % y al 49,3 %, respectivamente, de la población china.
El aumento de la capacidad de innovación de China se debe a la gran demanda del mercado, a sus ricos recursos laborales y a políticas económicas abiertas, así como a la rápida comercialización a bajo coste de productos innovadores por parte de las empresas, entre otras razones. Las empresas con inversión extranjera también pueden apoyarse en estas ventajas para comercializar los nuevos frutos de su innovación y fortalecer su capacidad y competencia.
Fuerza motriz inagotable
El crecimiento constante del mercado de consumo chino ofrece una inagotable fuerza motriz a las empresas y las impulsa a acelerar la comercialización a escala de sus novedades. Gracias al desarrollo económico y al aumento de los ingresos disponibles del pueblo chino, el mercado doméstico ha crecido notablemente. En la actualidad, China es el principal consumidor de teléfonos inteligentes del mundo, con 750 millones de usuarios, 4,2 veces los de Estados Unidos. Hay 650 millones de chinos que son usuarios de Internet, 420 millones más que en el país norteamericano. Además, China es el mayor mercado de computadores personales, aparatos de aire acondicionado, refrigeradores, hornos microondas y lavadoras domésticas. Todo ello ha contribuido a que empresas como Baidu, Alibaba, Tencent y Haier lideren los sectores de la búsqueda en Internet, comercio electrónico, juegos en Internet y electrodomésticos. Asimismo, las empresas de capital extranjero se han beneficiado de su desarrollo. Considerando la disminución de la demanda de pequeños electrodomésticos en los países desarrollados, Philips ajustó su estrategia y trasladó en 2011 parte de su producción de electrodomésticos (aspiradoras, batidoras, ollas arroceras) a China. La compañía ha logrado buenos resultados comerciales. En 2014, las ventas de estos productos aumentaron un 56 % respecto a 2012.
Reducción de costos innovadores por ricos recursos laborales
La mano de obra es un elemento que desempeña un papel decisivo en la producción e innovación. A pesar del desafío del envejecimiento de la población, China sigue siendo uno de los países con más ricos recursos laborales del mundo. Actualmente, el sector manufacturero chino cuenta con 150 millones de empleados, cantidad muy por encima de la de Estados Unidos (14 millones), Japón (9 millones) y Corea del Sur (4 millones). China posee un gran contingente de personal capacitado que brinda el apoyo inteligente necesario para la innovación de las empresas.
En 2013, 28.700 personas se doctoraron en Ciencia e Ingeniería en China, cifra que sitúa al país en el primer lugar del mundo. Aunque el coste de la mano de obra tiende a aumentar, en términos absolutos sigue siendo bajo en comparación con los países desarrollados. Según cálculos de McKinsey Global Institute, los costos laborales por unidad de tiempo del sector manufacturero de China habrán aumentado de los dos dólares por hora de 2010 a los cinco por hora en 2019, lo que supone una subida de 1,5 veces. Esta cifra equivaldrá a un 11,6 % de la de EE. UU. y un 9,6 % de la de Alemania (véase la figura 1). El contingente de mano de obra cuantiosa, ágil y barata y de personal altamente cualificado proporciona una garantía para la innovación de las empresas, ayudándolas a reducir costos y a acelerar sus innovaciones.
La nueva estrategia china inyecta vitalidad a la economía mundial
En el XIII Plan Quinquenal se formula la concepción de desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto y compartido. El desarrollo innovador, el prioritario, será el nuevo motor de la economía china bajo la nueva normalidad, lo cual no solo ejercerá una profunda influencia sobre su desarrollo, sino que también inyectará confianza y vigor a la economía mundial, todavía en fase de desaceleración.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado sus Perspectivas de la Economía Mundial de octubre de 2015 y ha aumentado las expectativas del crecimiento económico de China en 0,2 puntos porcentuales para 2016 y 2017, pronosticando que China crecerá un 6,5% y un 6,2% respectivamente. Al mismo tiempo, el FMI redujo las expectativas de las principales economías del mundo. Según sus cálculos, durante estos dos años el crecimiento de Estados Unidos será en ambos casos del 2,4 % y el 2,5 %, con una reducción de 0,4 y 0,3 puntos porcentuales respecto a las expectativas anteriores; el de la zona euro, de un 1,5 % y un 1,6 %, respectivamente, con una disminución de 0,1 puntos porcentuales para ambos casos; el de Japón, de 0,5 % y -0,1 %, respectivamente, con una bajada de 0,5 puntos porcentuales para ambos casos. Las expectativas de crecimiento de China, asumidas por el FMI, se basan en su fuerza económica y su estrategia de desarrollo a medio y largo plazo. Como segunda economía del mundo, China ocupa una significativa posición mundial. En 2015, el volumen global de su economía representó un 17,1 % del total mundial y fue responsable del 11,4 % de las exportaciones de mercancías y servicios del mundo. El FMI prevé que, en el próximo lustro (2016-2020), China mantenga una tasa de contribución anual al desarrollo económico del mundo superior al 25 %.
El XIII Plan Quinquenal determina la estrategia para el desarrollo económico y social del país a medio y largo plazo, cuya clave está en la aplicación de una estrategia de desarrollo impulsada por la innovación y la reforma estructural por el lado de la oferta. La innovación y reforma de China promoverá un cambio de modelo en sus industrias tradicionales, cuyo impulso será el consumo, más que la inversión. El cambio de modelo de crecimiento, la actualización de la estructura de consumo de pobladores, la optimización de la estructura industrial y la nueva urbanización beneficiarán no solo a China sino también al mundo, generando nuevas oportunidades de inversión para las empresas de diversos países. La economía abierta e inclusiva de China servirá de plataforma de innovación y desarrollo.
La innovación china beneficiará al mundo
Por LI GANG
CHINA ha apostado por la innovación como palanca de su desarrollo, lo cual no solo implica una oportunidad para que el país actualice su modelo económico, mejore su calidad y aumente su eficiencia, sino que también contribuye a impulsar el estancado crecimiento de la economía mundial.
La innovación china vista por el mundo
McKinsey Global Institute ha publicado un informe en el que evalúa el nivel innovador de las empresas chinas. El informe divide las innovaciones en cuatro tipos: la innovación basada en la ciencia, la innovación basada en la ingeniería, la que se centra en el cliente y la impulsada por la eficiencia.
El informe evalúa y compara los ingresos de las empresas chinas con el total de las industrias globales para medir su nivel innovador (véase la tabla 1), lo que le lleva a concluir que las empresas chinas tienen una notable superioridad en la innovación centrada en el cliente. Apoyados en el enorme mercado doméstico, los sectores de electrodomésticos, de software de Internet y de la electrónica de consumo, que acaparan el 39 %, el 15 % y el 10 %, respectivamente, del mercado global, llevan la delantera a sus homólogos mundiales en la innovación centrada en el cliente. Respecto a la innovación impulsada por la eficiencia, las empresas chinas han logrado aumentar el valor añadido de su producción industrial y consolidar la posición central de la manufactura china. Sin embargo, China muestra desequilibrios en el desarrollo de la innovación basada en la ingeniería, avanzada en ferrocarriles de alta velocidad, energía eólica y equipos de telecomunicaciones, y retrasada en vehículos motorizados y dispositivos médicos. China dista mucho de los países desarrollados en estudios científicos y necesita mejorar su nivel de innovación.
En términos generales, a medida que ha ido avanzando su desarrollo económico, China ha ido mejorando paulatinamente su capacidad de innovación. Según El índice global de innovación 2015: políticas de innovación eficaces para el desarrollo, publicado conjuntamente por la Universidad Cornell, INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), China ocupa el puesto 29 entre los 141 países evaluados, el cual sitúa al país a la cabeza de los países en desarrollo y cada vez más cerca de los países desarrollados.
La innovación y el desarrollo científico y tecnológico producen un notable impacto en la vida humana y están cambiando y mejorando la calidad de vida del pueblo chino. Entre las décadas de 1950 y 1970, los cuatro artículos preferidos por los chinos eran la bicicleta, la máquina de coser, el reloj y la radio. Durante ese mismo periodo, los países desarrollados ya habían superado esa forma de consumo de bienes simples y duraderos. Actualmente en China, gracias al desarrollo científico y al aumento del nivel innovador, productos anteriormente de lujo como los aparatos de aire acondicionado, las computadoras, los teléfonos celulares o los automóviles, entre otros, ya forman parte de la vida cotidiana de las familias comunes. Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 2015 la penetración de la telefonía móvil e Internet alcanzó al 92,3 % y al 49,3 %, respectivamente, de la población china.
El aumento de la capacidad de innovación de China se debe a la gran demanda del mercado, a sus ricos recursos laborales y a políticas económicas abiertas, así como a la rápida comercialización a bajo coste de productos innovadores por parte de las empresas, entre otras razones. Las empresas con inversión extranjera también pueden apoyarse en estas ventajas para comercializar los nuevos frutos de su innovación y fortalecer su capacidad y competencia.