Librería física en China en la era digital

2018-12-25 17:35:58
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El Internet proporciona al mundo muchas oportunidades comerciales, mientras tanto también presenta retos a algunos sectores, por ejemplo, la librería física, que en cierta medida se ha convertido en una biblioteca pues la mayoría de los lectores lee los libros allí, y los compra a través de librerías online. En China, las librerías físicas están buscando sus propios caminos de desarrollo.

La Librería Yufeng, ubicada en el distrito de Haidian de Beijing, es la primera librería de membresía femenina de China. Durante sus 7 años de gestión ha desarrollado una cadena de librerías. Sus 5 sucursales se distribuyen en la capital china y en Qingdao. Justamente dependen de la cuota de membresía, esta singular cadena de librerías sobrevive en la oleada del fracaso de las librerías físicas.

Otro ejemplo es la Librería One Way Street, que destaca por sus actividades como el salón cultural celebrado cada fin de semana. Ahora cuenta con dos tiendas en Beijing, la tercera se abrirá pronto gracias a una inversión recibida el año pasado. Además, dicha librería está ampliando sus negocios gracias a varias medidas, por ejemplo, publica sus propios libros, ofrece el café, la comida, y lanza productos innovadores.

El gobierno municipal de Beijing entrega 50 millones de yuanes (7,46 millones de dólares) en subsidios cada año para ayudar a las librerías físicas tradicionales a sobrevivir en las áreas del centro. La oficina de información del gobierno dijo que a partir del año anterior, el presupuesto anual se adecua para apoyar a 150 librerías físicas. De acuerdo con el plan de subsidios, cada uno de los 16 distritos en Beijing debería tener una gran librería para 2020, para cuando debería haber 200 librerías en las bulliciosas calles comerciales de la ciudad, áreas residenciales densamente pobladas y cerca de los principales sitios turísticos. Para mejorar los servicios culturales de la ciudad, el gobierno municipal ha alentado a las librerías a abrir las 24 horas y combinar las ventas de libros con actividades culturales como clubes de lectura y conferencias en cooperación con bibliotecas públicas. Zhang Su, subdirector de la administración municipal de publicación de prensa, radio, cine y televisión, dijo que tener librerías al alcance en las áreas del centro de la ciudad puede promover la lectura. El gobierno también anima a las librerías a desempeñar el papel de bibliotecas públicas.

La librería Xinhua de Wangfujing, una famosa calle comercial de la capital china, colabora con una biblioteca pública en el distrito de Dongcheng para permitir a los ciudadanos pedir prestados libros de la librería de forma gratuita. Los costos serán cubiertos por la biblioteca pública. Las librerías tradicionales están retrocediendo ante el avance de la lectura digital y las compras en línea. La mayoría tiene dificultades debido al impacto de las tiendas en línea que ofrecen grandes descuentos y libros electrónicos que están cada vez más disponibles a precios muy bajos. Según la oficina, además de los subsidios, el gobierno también reembolsará la inversión en la construcción de librerías del presupuesto del gobierno para la construcción de infraestructura urbana, y priorizará las librerías tradicionales en las compras gubernamentales y para realizar actividades culturales patrocinadas por el gobierno.

Un edificio histórico de madera de dos pisos de hace más de 400 años ha sido desmontado y trasladado a Shanghai, en donde ha sido rehabilitado y transformado en una librería. La estructura de madera, de estilo hui, que estaba originalmente en la montaña Huang, en la provincia oriental china de Anhui, a 400 kilómetros al suroeste de Shanghai, se separó en dos partes. El edificio ocupa 1.600 metros cuadrados y tiene grabados en las puertas y los pilares de madera. La reconstrucción se hizo en Guangfulin, un lugar dedicado a la protección arqueológica y cultural en el distrito de Songjiang de Shanghai, en donde se desenterraron artefactos de hace más de 4.000 años.

La librería, cuyo nombre es “Antigua academia Yunduo”, tiene un pequeño estanque, un pino y diseños en forma de nubes en el patio interior. El grupo Shanghai Century Publishing tiene el objetivo de hacer que el edificio se convierta en una referencia de los estilos culturales de Shanghai y del sur de China, manifestó la presidente de la editorial, Wang Lan. En la apertura de la tienda se inauguró una exposición de 20 variedades de libros históricos y más de medio centenar de obras maestras de la caligrafía y la pintura al agua de la dinastía Ming (1368-1644).

Para Gao Hengrui, de 20 años, ir a la librería ya no es solo cosa de comprar libros, ahora es más bien algo así como una caza cultural. Gao dijo: “Las librerías hoy en día ya no son solamente tiendas, sino también espacios públicos donde la gente se puede relajar”. Degustaciones de vinos, exposiciones fotográficas, conferencias temáticas y otros eventos culturales de este tipo han convertido a las librerías en destinos obligados para los jóvenes chinos. En vista de que el gasto de los consumidores chinos en cultura está aumentando, las librerías del país están reinventándose. Con la estrategia de redefinirse a sí mismas como “centros de conocimiento” o “centros culturales”, los negocios tradicionales están reanimando una industria que desde tiempo atrás venía de capa caída. Un ejemplo es CITIC Books, una cadena de libros propiedad del conglomerado Grupo CITIC, que proporciona servicios de valor añadido para satisfacer la demanda de un nicho de mercado. CITIC Books tiene como objetivo a un grupo de consumidores a quienes llama

“la clase en ascenso”, y a los cuales proporciona productos que antes no tenían cabida en una librería, como drones y productos relacionados con el internet.

Para diversificar su flujo de ingresos, la cadena también proporciona servicios personalizados a ejecutivos de empresas, seleccionando los libros correctos para dar gusto a la demanda de ese grupo con base en características personales, como edad o intereses particulares. Fang Xi, gerente general de CITIC Books, señaló: “Ahora las librerías ya no se limitan a vender productos. En realidad, están vendiendo un estilo de vida”. En el año pasado, la compañía matriz de CITIC Books, CITIC Press, generó beneficios netos por 128 millones de yuanes (18,6 millones de dólares), un 28 por ciento más que en 2015, según el informe anual de la compañía. Fang tiene toda la confianza en que los ingresos seguirán aumentando, comoquiera que en este año la cadena abrirá 60 locales nuevos.

Siguiendo el estilo de CITIC Books, diferentes librerías de todo el país están buscando su propio nicho de mercado. En Guangzhou, una librería opera como una tienda de moda, ofreciendo accesorios de diseñador y obras de arte, además, claro, de espacios adecuados para que sus clientes lean. En Beijing, una más ha decidido mezclar los libros con los gatos, e invita a los amantes de los felinos de todo el mundo a pasar una tarde de libros, café y sus animales favoritos. Lo que yace debajo de la transformación de las librerías tradicionales es un cambio en el consumo de los chinos, que cada vez se diversifican más y se orientan más hacia la cultura. El presidente del Grupo CITIC, Chang Zhenming, indicó: “No hace mucho, las grandes compañías chinas tenían todo el poder para determinar cuáles productos llegaban al mercado. Esa era ya ha pasado, y los modelos de consumo se han modificado para reflejar la primacía de las necesidades de los consumidores”. Fang Xi señaló: “El cambio en la cultura de la librería refleja justamente lo que está sucediendo en la economía”.

Los gastos de China en cultura en su conjunto están ganando ímpetu, ya que las autoridades están impulsando el sector. El XIII Plan Quinquenal (2016-2020), el plan de desarrollo económico y social del país, incluye hacer de la cultura un pilar de la economía nacional. Las autoridades locales han introducido también medidas de apoyo detalladas, como recompensas e incentivos fiscales, a fin de estimular las librerías tradicionales.

Además, las librerías físicas de China están recurriendo a la celebración de bodas para intentar volver a tener negocio, ya que cada vez más su actividad es copada por el comercio electrónico. El pasado domingo se celebró una boda en la Librería Gogol en Harbin, capital de la provincia nororiental china de Heilongjiang del país. La recién casada, Li Xiaoyu, afirmó: “Al principio no teníamos planes de celebrar una ceremonia. Pero siempre nos ha encantado leer libros y visitar librerías, y pensamos que celebrar una boda en una de ellas sería una idea atractiva”. En contraste a las bodas tradicionales organizadas en hoteles y que cuentan con una variedad de platos para los invitados, las ceremonias en las librerías son más íntimas y a los asistentes se les ofrecen libros y otros productos relacionados.

La gerente general de la librería Gogol, Yu Bing, dijo: “Normalmente preparamos una alfombra roja con poesías de amor impresas. También preparamos regalos para los invitados, que pueden ser libros, marcadores y tarjetas postales. Todos especialmente diseñados con un tema específico para cada boda”. La librería fue decorada con lámparas y flores frente a los estantes. Las fotos de la pareja se colocaron en las paredes. La pareja también escribió sus historias de amor y sus experiencias vitales en un libro, y las copias fueron repartidas a los invitados. Li describió: “En la mitad de la ceremonia, se pide a cada uno de los invitados que saque el marcador del libro y lea la famosa poesía que está impresa en él. Posteriormente comparten lo que han entendido de la poesía y felicitan a la pareja”.

La ceremonia fue la boda más inolvidable y única que hemos vivido nunca, según los amigos y familiares de la pareja. Yu destacó que desde 2014, un total de 35 parejas han celebrado sus bodas en la librería. Bodas similares en librerías se han organizado en ciudades como Guangzhou, Foshan y Chongqing. La librería estatal de Gogol ha estado luchando para volver a ganar clientes en la era digital, cuando muchos de ellos optan por leer libros electrónicos, en lugar de visitar las librerías físicas.

De hecho, las librerías físicas por toda China están en dificultades. En 2010, la librería Disanji, una de las mayores del país, se cerró debido a las fuertes pérdidas. Un año después, la librería 02 Sun, la mayor cadena privada de librerías del país por aquel entonces también cerró sus puertas. De acuerdo con un estudio publicado por la Federación Nacional de Industria y Comercio, del 2004 al 2014, casi una mitad de las librerías privadas del país habían cerrado sus puertas. Yu resaltó: “Mucha gente dice que el incremento del comercio electrónico significa la muerte de librerías como la nuestra, pero hemos intentado buscar maneras para revivir nuestro negocio. Creo que la celebración de bodas es una idea magnífica, porque satisface a los jóvenes, que buscan sencillez y personalidad en la vida”.

Su Xiaodong es el dueño de la tienda de libros “agujero de gusano”, en la isla de Gulangyu de la ciudad de Xiamen, en la provincia oriental china de Fujian. Su, de 47 años, viajó por muchos países antes de decidir abrir una librería hace tres años. Su dijo: “Un agujero de gusano conecta tiempos y espacios diferentes. Eso es exactamente lo que quiero hacer, conectar la isla con su bello pasado. La historia y la cultura de aquí es muy distinta”. Gulangyu, en la costa de Xiamen, es famosa por su variada arquitectura e historia multicultural y fue incluida en Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. La isla está salpicada de residencias de estilo occidental que fueron construidas por las élites chinas que salieron al exterior y que volvieron a la isla a principios del siglo XX. Su alquila el Pabellón Haitian, un edificio histórico, para su tienda de libros y renovó el interior para que pareciese que lo hubiese hecho a principios del siglo XX. Su contó: “Fue el mejor periodo en Gulangyu, tranquilo y con gente de diferentes culturas viviendo en una comunidad internacional de manera pacífica. Hoy en día, Gulangyu recibe más de diez millones de visitantes al año, y han abierto muchas tiendas boutique, restaurantes y hoteles en los últimos años.

Su expresa que quiere que la librería sea un espacio donde la gente pueda escapar del comercialismo, y explorar la cultura de la isla en un entorno histórico. La tienda atesora más de 3.000 libros sobre Gulangyu y Su tiene un plan de buscar más por el mundo. Su manifestó: “Preservar la herencia cultural no es solo proteger edificios. También es sobre los recuerdos de esos inmuebles y la recreación de las experiencias para la gente moderna, para que puedan entender mejor un cierto lugar o tiempo”. Su cree que el arte es una vía para que la gente vaya más allá de aquí y ahora y acceda al "agujero de gusano" que les lleva al pasado o al futuro. Su librería presentó trabajos de jóvenes artistas de 16 países, que han estado en Gulangyu durante dos meses creando arte. Su, que fue inspirado por la muestra, aprovechó la historia de la isla como asentamiento internacional a través de la invitación de artistas de 13 países que habían abierto consulados en Gulangyu a mediados del siglo XIX, para permanecer y crear arte en la isla. Su concluyó: “Sus historias y trabajos saludan a la historia y pueden traer sangre fresca a la cultura de Gulangyu”.

El Internet proporciona al mundo muchas oportunidades comerciales, mientras tanto también presenta retos a algunos sectores, por ejemplo, la librería física, que en cierta medida se ha convertido en una biblioteca pues la mayoría de los lectores lee los libros allí, y los compra a través de librerías online. En China, las librerías físicas están buscando sus propios caminos de desarrollo.

La Librería Yufeng, ubicada en el distrito de Haidian de Beijing, es la primera librería de membresía femenina de China. Durante sus 7 años de gestión ha desarrollado una cadena de librerías. Sus 5 sucursales se distribuyen en la capital china y en Qingdao. Justamente dependen de la cuota de membresía, esta singular cadena de librerías sobrevive en la oleada del fracaso de las librerías físicas.

Otro ejemplo es la Librería One Way Street, que destaca por sus actividades como el salón cultural celebrado cada fin de semana. Ahora cuenta con dos tiendas en Beijing, la tercera se abrirá pronto gracias a una inversión recibida el año pasado. Además, dicha librería está ampliando sus negocios gracias a varias medidas, por ejemplo, publica sus propios libros, ofrece el café, la comida, y lanza productos innovadores.

El gobierno municipal de Beijing entrega 50 millones de yuanes (7,46 millones de dólares) en subsidios cada año para ayudar a las librerías físicas tradicionales a sobrevivir en las áreas del centro. La oficina de información del gobierno dijo que a partir del año anterior, el presupuesto anual se adecua para apoyar a 150 librerías físicas. De acuerdo con el plan de subsidios, cada uno de los 16 distritos en Beijing debería tener una gran librería para 2020, para cuando debería haber 200 librerías en las bulliciosas calles comerciales de la ciudad, áreas residenciales densamente pobladas y cerca de los principales sitios turísticos. Para mejorar los servicios culturales de la ciudad, el gobierno municipal ha alentado a las librerías a abrir las 24 horas y combinar las ventas de libros con actividades culturales como clubes de lectura y conferencias en cooperación con bibliotecas públicas. Zhang Su, subdirector de la administración municipal de publicación de prensa, radio, cine y televisión, dijo que tener librerías al alcance en las áreas del centro de la ciudad puede promover la lectura. El gobierno también anima a las librerías a desempeñar el papel de bibliotecas públicas.

La librería Xinhua de Wangfujing, una famosa calle comercial de la capital china, colabora con una biblioteca pública en el distrito de Dongcheng para permitir a los ciudadanos pedir prestados libros de la librería de forma gratuita. Los costos serán cubiertos por la biblioteca pública. Las librerías tradicionales están retrocediendo ante el avance de la lectura digital y las compras en línea. La mayoría tiene dificultades debido al impacto de las tiendas en línea que ofrecen grandes descuentos y libros electrónicos que están cada vez más disponibles a precios muy bajos. Según la oficina, además de los subsidios, el gobierno también reembolsará la inversión en la construcción de librerías del presupuesto del gobierno para la construcción de infraestructura urbana, y priorizará las librerías tradicionales en las compras gubernamentales y para realizar actividades culturales patrocinadas por el gobierno.

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