El “bullying” de Estados Unidos en el comercio internacional está condenado a fracasar
Estados Unidos ha prendido la mecha, con la aplicación de nuevos aranceles del 25 por ciento sobre productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares, de la mayor guerra comercial de la historia económica. Como respuesta, Beijing impone a la misma hora aranceles adicionales del 25 por ciento sobre las mercancías norteamericanas del mismo valor.
Siendo la única superpotencia del planeta, Estados Unidos lleva ventajas absolutas en la economía, la ciencia y la tecnología, las fuerzas armadas y otras áreas. Ahora, presuntuoso y descaradamente, impone en todo el mundo el “bullying” en el comercio internacional por medio de aranceles, bajo la bandera de “America First”.
La guerra comercial desencadenada por Estado Unidos no solo amenaza gravemente la seguridad de la cadena industrial y de valor global, sino también dificultará la recuperación económica mundial, provocarán agitación en el mercado global y afectará a muchas multinacionales, compañías y consumidores ordinarios.
Curiosamente, el 59 por ciento de las mercancías chinas por valor de 34.000 millones de dólares que Washington impondrán aranceles adicionales, son productos de empresas de capital foránea, incluso norteamericana, que funcionan en China.
Este tipo de guerra comercial, que perjudica el interés de los demás mientras que no se logra beneficios propios, está condenada a fracasar.
La administración de Donald Trump debe aprender de la historia. La guerra comercial lanzada por el presidente Herbert Hoover en 1930 provocó la reducción de una mitad tanto de la exportación como de la importación de Estados Unidos y una recesión económica a largo plazo del país. Como dice Washington Post, el 6 de julio de 2018 se recordará como una fecha tristemente famosa en la historia económica.
La administración de Trump debe saber que ésta no se trata de una guerra entre las dos mayores economías del mundo, sino una lucha global entre el unilateralismo y el multilateralismo, la hegemonía y las reglas, así como entre el proteccionismo y el libre comercio. Las propuestas de China en favor del libre comercio y el mecanismo multilateral han gozado de amplia acogida en la comunidad internacional, mientras que las medidas arancelarias de Estados Unidos han recibido críticas y represalias de diversos países, incluso sus aliados.
La administración de Trump debe tener encuenta la fuerte oposición dentro de su país, tanto de los empresarios y los inversores de Wall Street como de los consumidores ordinarios.
La administración de Trump también debe tomar en serio la tenacidad de la economía china. China no es un rival acostumbrado de Estados Unidos. La confianza, la capacidad y la experiencia de China podrán superar la imaginación de la Casa Blanca.
Es hora que la comunidad internacional se unen para salvaguardar el libre comercio y el mecanismo multilateral que han beneficiado a todo el mundo, y derrotar el “bullying” de Estados Unidos en el comercio internacional.