Las nuevas cerraduras electrónicas en la Ciudad Prohibida: caso de éxito de una microempresa china

Recientemente en la Ciudad Prohibida de China se renovaron más de dos mil candados por cerraduras electrónicas de estilo antiguo, cuya seguridad ya alcanza el nivel más alto del mundo.

También se instaló el sistema de control de acceso, supervisión y protección contra incendios.

Este sistema se manufactura de forma independiente por una microempresa china, compuesta por solo 50 empleados, llamada Qingdao Tri-link Lock Group Co.,Ltd.

Esta firma, aunque muy pequeña, dispone de más de mil de patentes, y logró una exportación de más de 90 millones de dólares en el año anterior.

La cerradura cuenta con una identificación de seguridad, la cual se abre través de la lectura de las venas de la palma de la mano, un sistema de los más avanzados, lo que ha generado un beneficio mayor. ¿Cuál es el secreto para lograr estos éxitos?

Wang Yuhui, gerente general de la compañía, nos habló al respecto:

“Se trata de la flexibilidad ya que la gestión de la empresa pequeña es absolutamente diferente a la grande, debe ser adaptable. ¿Por qué algunas Pymes chinas sufren dificultades? Se debe a la falta de la capacitad de aprender de las compañías grandes y medidas flexibles de las pequeñas”.

Gracias a dicho factor, la firma logra la marca y tecnología. A inicios, la empresa se enfocaba a la marca. Adquirió sucesivamente varias marcas extranjeras que tenían una larga historia. En ese sentido, buscó pedidos en el mercado extranjero, luego regresó a China y los encargó a fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) para llevar a cabo la producción y exportó los bienes. Wang Yuhui indicó:

“En cuanto a la marca, nos tomaría demasiado despacio cultivar la nuestra. Las firmas pequeñas cuentan con capacidad limitada, por eso elegimos comprar marcas”.

Mientras tanto, la compañía necesitaba tecnologías claves. La identificación a través de la lectura de huella, el control de acceso biométrico y otras tecnologías avanzadas constituyen la competitividad internacional. Al respecto, Wang Yuhui comentó:

“La innovación es muy difícil para las empresas pequeñas. Por lo tanto, cooperamos con compañías foráneas e instituciones científicas y tecnológicas domésticas para integrar sus ventajas”.