Un “Silicon Valley” de la agricultura moderna en la Ruta de la Seda
La Prefectura Autónoma de la etnia Hui, en Changji, en la Región Autónoma Uygur noroccidental china de Xinjiang, desarrolla la agricultura como el sostén de su economía. De hecho, el valor del sector ocupa el 85% de Producto Interno Bruto (PIB) local.
Además, Changji integra las ventajas de la agricultura tradicional con la tecnología moderna e impulsa la producción de artículos de alto valor agregado. De esta forma, la zona está forjando un “Silicon Valley” de la agricultura moderna y ampliando con dinamismo el mercado en la zona central de Asia.
La Compañía de Biotecnología de Yongsheng, en la misma zona, se dedica al cultivo de la seta de cardo. En su base de producción se observan hileras de plantas e invernaderos blancos bien ordenados. Al entrar, en cada compartimento equipado con controladores de temperatura electrónicos las setas crecen fuertes y muy juntas entre sí. Cada una de ellas es gorda como un puño y blanca como la nieve. Huang Xiaolan, gerente general de la empresa, recordaba la historia de su negocio:
“Somos la primera firma local especializada en la plantación de seta de cardo. Ahora estamos considerados líderes de la industria. El gobierno de Changji nos ofrece apoyo en materia de reducciones y exenciones de impuestos. Tras 5 años de desarrollo, nuestra venta ocupa una cuota de mercado del 67% en Xinjiang. Asimismo, empresas de Kirguistán y de otros países de Asia Central también desean que invirtamos allí y les traigamos tecnologías”.
Según Huang, la seta de cardo que se produce bajo la marca “Yongchunhua” se inscribe en la lista de Producto Certificado como Alimento Ecológico de China. No solo se vende en los supermercados de Xinjiang, sino que también ha logrado hacerse un hueco en mercados de ciudades como Lanzhou, Xi'an, Xining y otras urbes chinas.
Hoy en día, la producción diaria de este tipo de seta supera las 20 toneladas y el valor anual sobrepasa los 100 millones de yuanes. La compañía también ayuda a más de 2.000 familias de labradores a enriquecerse conjuntamente, cuyos ingresos se han incrementado un promedio de más de 10.000 yuanes.
Después de instalarse en el Parque Nacional de Ciencia y Tecnología de Agricultura de Changji en 2010, la capacidad de producción de la firma se multiplicó por 20 durante los cinco años siguientes gracias a sus políticas favorables, servicios y condiciones convenientes de transporte.
El parque mencionado se fundó en mayo de 2002 en la zona clave del Cinturón Económico de la Cuesta del Norte de la Montaña de Tianshan y cuenta con un área planificada de más de 300 kilómetros cuadrados. Se trata de uno de los mayores parques de ciencia y tecnología en agricultura a nivel nacional de China y es también el primero de ese tipo en Xinjiang.
Tan pronto como se estableció, consideró prioritario el cultivo de semillas. Las empresas líderes del sector en China entraron en el parque y consiguieron sucesivamente diversos tipos nuevos de semillas de maíz, trigo, algodón, melón y otras frutas. Entre ellas, el cultivo de la semilla de la sandía pequeña se ha distribuido por más de 80 distritos y ciudades de Xinjiang y a más de otras 30 provincias del país. Esta semilla incluso se exporta a Estados Unidos, Australia, Holanda y otros 12 países y regiones. Li Jun, subdirector de la Oficina de Desarrollo de Industrias del parque, confirmaba estos datos:
“Nuestra industria de cultivo de semillas de sandía pequeña y de maíz es sobresaliente en toda China. La de maíz se planta anualmente en una superficie de unos 5,6 millones de hectáreas en Xinjiang, debido a su fuerte resistencia a enfermedades, su estabilidad y su adaptabilidad”.
La Prefectura Autónoma de la etnia Hui, en Changji, en la Región Autónoma Uygur noroccidental china de Xinjiang, desarrolla la agricultura como el sostén de su economía. De hecho, el valor del sector ocupa el 85% de Producto Interno Bruto (PIB) local.
Además, Changji integra las ventajas de la agricultura tradicional con la tecnología moderna e impulsa la producción de artículos de alto valor agregado. De esta forma, la zona está forjando un “Silicon Valley” de la agricultura moderna y ampliando con dinamismo el mercado en la zona central de Asia.
La Compañía de Biotecnología de Yongsheng, en la misma zona, se dedica al cultivo de la seta de cardo. En su base de producción se observan hileras de plantas e invernaderos blancos bien ordenados. Al entrar, en cada compartimento equipado con controladores de temperatura electrónicos las setas crecen fuertes y muy juntas entre sí. Cada una de ellas es gorda como un puño y blanca como la nieve. Huang Xiaolan, gerente general de la empresa, recordaba la historia de su negocio:
“Somos la primera firma local especializada en la plantación de seta de cardo. Ahora estamos considerados líderes de la industria. El gobierno de Changji nos ofrece apoyo en materia de reducciones y exenciones de impuestos. Tras 5 años de desarrollo, nuestra venta ocupa una cuota de mercado del 67% en Xinjiang. Asimismo, empresas de Kirguistán y de otros países de Asia Central también desean que invirtamos allí y les traigamos tecnologías”.
Según Huang, la seta de cardo que se produce bajo la marca “Yongchunhua” se inscribe en la lista de Producto Certificado como Alimento Ecológico de China. No solo se vende en los supermercados de Xinjiang, sino que también ha logrado hacerse un hueco en mercados de ciudades como Lanzhou, Xi'an, Xining y otras urbes chinas.
Hoy en día, la producción diaria de este tipo de seta supera las 20 toneladas y el valor anual sobrepasa los 100 millones de yuanes. La compañía también ayuda a más de 2.000 familias de labradores a enriquecerse conjuntamente, cuyos ingresos se han incrementado un promedio de más de 10.000 yuanes.
Después de instalarse en el Parque Nacional de Ciencia y Tecnología de Agricultura de Changji en 2010, la capacidad de producción de la firma se multiplicó por 20 durante los cinco años siguientes gracias a sus políticas favorables, servicios y condiciones convenientes de transporte.
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