Intel realizará inversión de 1,600 mdd en su planta de Chengdu
Intel anunció, en diciembre de 2014, una inversión de 1,600 millones de dólares para la modernización de su planta en la ciudad de Chengdu, en el oeste de China.
De acuerdo con William Holt, vicepresidente ejecutivo de la empresa, la inversión también promoverá la economía local:
“La planta totalmente modernizada de Chengdu ayudará a la industria china de semiconductores e impulsará el crecimiento de la economía regional.”
Añadió que, como parte de la inversión, llegaría a China la tecnología de pruebas de microprocesadores más avanzada:
“El desarrollo de nuestra nueva tecnología de pruebas en China demuestra nuestro compromiso para innovar en conjunto con el país”.
Considerados “el corazón” de todos los dispositivos electrónicos, los chips, ampliamente usados en las computadoras, dispositivos electrónicos de consumo, electrónica automotriz y comunicaciones por Internet, son vitales para el desarrollo de la industria de la información en general.
Aunque pequeños en tamaño, y cada vez de menor tamaño conforme avanza la tecnología, los chips tienen un alto valor y representan un vínculo importante en la cadena de la industria de la información.
Un chip semiconductor con un valor de producción de un dólar se traduce en 10 dólares de crecimiento para la industria de la información relacionada y agrega 100 dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de un país, según una investigación del FMI.
Aunque el uso de semiconductores en China representa más de la mitad del mercado mundial, China no ha obtenido ganancias del proceso de fabricación de chips; mientras tanto, el país depende, en exceso, de los proveedores extranjeros de chips.
Las estadísticas muestran que las importaciones de chips de China crecieron un 20,5% en 2013 para ascender a 231.300 millones de dólares, lo que superó las importaciones de otros bienes, incluyendo el petróleo. De hecho, los chips han ocupado, en varias ocasiones, el primer lugar en la lista de importaciones de China en la última década.
Aunque el 77% de los teléfonos celulares vendidos en el mercado mundial son hechos en China, sólo el 3% de los chips de estos teléfonos son de proveedores chinos, indicó Li Ping, vicedirector de XMC, un fabricante de semiconductores de Wuhan.
La participación de mercado de los chips hechos por fabricantes nacionales es de sólo un 10% en China, agregó Li.
En cuanto a la inversión, la investigación y la expansión de la producción, la Corporación Internacional Fabricante de Semiconductores (SMIC, por sus siglas en inglés), la mayor productora de chips de China, sólo puede destinar 100 millones de dólares, al año.
Sin embargo, los principales fabricantes mundiales de chips gastan pródigamente en este aspecto. Las estadísticas muestran que, en 2012, Samsung invirtió 14.200 millones de dólares e Intel gastó 12.500 millones de dólares.
Algunos expertos opinan que con la actual “Tercera Revolución Industrial” propulsada por el Internet móvil, el Internet de las Cosas y la computación en la nube, la industria china de los chips podrá prosperar en el futuro.
Intel anunció, en diciembre de 2014, una inversión de 1,600 millones de dólares para la modernización de su planta en la ciudad de Chengdu, en el oeste de China.
De acuerdo con William Holt, vicepresidente ejecutivo de la empresa, la inversión también promoverá la economía local:
“La planta totalmente modernizada de Chengdu ayudará a la industria china de semiconductores e impulsará el crecimiento de la economía regional.”
Añadió que, como parte de la inversión, llegaría a China la tecnología de pruebas de microprocesadores más avanzada:
“El desarrollo de nuestra nueva tecnología de pruebas en China demuestra nuestro compromiso para innovar en conjunto con el país”.
Considerados “el corazón” de todos los dispositivos electrónicos, los chips, ampliamente usados en las computadoras, dispositivos electrónicos de consumo, electrónica automotriz y comunicaciones por Internet, son vitales para el desarrollo de la industria de la información en general.
Aunque pequeños en tamaño, y cada vez de menor tamaño conforme avanza la tecnología, los chips tienen un alto valor y representan un vínculo importante en la cadena de la industria de la información.
Un chip semiconductor con un valor de producción de un dólar se traduce en 10 dólares de crecimiento para la industria de la información relacionada y agrega 100 dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de un país, según una investigación del FMI.
Aunque el uso de semiconductores en China representa más de la mitad del mercado mundial, China no ha obtenido ganancias del proceso de fabricación de chips; mientras tanto, el país depende, en exceso, de los proveedores extranjeros de chips.
Las estadísticas muestran que las importaciones de chips de China crecieron un 20,5% en 2013 para ascender a 231.300 millones de dólares, lo que superó las importaciones de otros bienes, incluyendo el petróleo. De hecho, los chips han ocupado, en varias ocasiones, el primer lugar en la lista de importaciones de China en la última década.
Aunque el 77% de los teléfonos celulares vendidos en el mercado mundial son hechos en China, sólo el 3% de los chips de estos teléfonos son de proveedores chinos, indicó Li Ping, vicedirector de XMC, un fabricante de semiconductores de Wuhan.