Estudiar y trabajar fuertemente la artesanía tibetana
La cultura típica del Tíbet es una perla brillante de la cultura china y del mundo. Muchas personas expertas en la cultura tibetana empiezan a estudiar aplicadamente desde muy pequeños. Como lo dice el dicho chino: un minuto actuando en la escena equivale a diez años estudiando en casa. Solo así, se pueden obtener éxitos y hacer contribuciones a la promoción de la cultura tradicional tibetana.
En Lhasa, los jóvenes de este salón pictórico de Thang-ga empezaron a estudiar la técnica de Thang-ga desde muy pequeños. Solo después de realizar prácticas de entre seis a catorce años, ya pueden pintar ellos solos. Para hacer una pequeña obra de Thang-ga, se requiere de medio año trabajando ocho horas diarias.
El monje Lang Jie Puncog comenzó a estudiar la técnica de la pintura Thang-ga cuando tenía diez años. En el año 2013 fue calificado como el pintor de Thang-ga de primer nivel de la Región Autónoma del Tíbet. Este día ha venido al salón para enseñar y contar historias religiosas sobre la pintura Thang-ga a sus estudiantes.
Este joven artesano de la fábrica de incienso tibetano, puede elaborar un incienso en diez minutos. No es nada fácil hacer un incienso recto y regular a mano.
Pasang Tsering empezó a estudiar la confección de botas y ropas tibetanas a los 15 años. Tras años y años de aprendizaje y acumulación de experiencias, ya se ha convertido en el sucesor de las botas y ropas tibetanas de Gadong, en el Tíbet. Su cooperativa ha contratado para trabajar aquí a muchos chicos de familias indigentes. Estos chicos comenzaron a estudiar un oficio a los pocos años para luego vivir de su propio trabajo y mejorar la vida de su familia.
La técnica de forjar bronce del distrito rural Dazi de la ciudad de Lhasa es el patrimonio cultural inmaterial de la Región Autónoma del Tíbet. Desde que su sucesor Rob Ja empezó a estudiar con sus familias la técnica de forjar estatuas de buda de bronce a los 13 años, ya han pasado casi 30 años. Las figuras de buda hechas de bronce que hizo Rob Ja, entre otros objetos artesanales, se vendieron mucho en el mercado. Por consiguiente, él admitió a muchos alumnos provenientes de diferentes lugares del Tíbet para que estudiaran esta técnica de manera gratuita.