El desarrollo del budismo tibetano

2016-01-20 17:29:20
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Por LI YUAN

Drukhang Thubten Khedrup es el séptimo Buda Viviente Drukhang, miembro del Comité Permanente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), vicepresidente de la CCPPCh de la región autónoma del Tíbet y presidente de la Asociación Budista de China en el Tíbet. Drukhang dice que es el Buda Viviente más ocupado. Y es cierto. Siempre está predicando el budismo, ayudando a los pobres o educando a los niños.

Saludable desarrollo

Desde el primer Buda Viviente Drukhang hasta el séptimo de hoy han pasado más de 380 años. La creencia en la reencarnación es como resuelve el budismo tibetano la cuestión sobre el sucesor del Buda Viviente, decisión respetada por el Estado. Hasta el momento, 358 Budas Vivientes han obtenido el reconocimiento de acuerdo con las reglas tradicionales y los ritos de la reencarnación.

Drukhang Thubten Khedrup fue reconocido como el séptimo Buda Viviente Drukhang en 1958. Al tratarse del primer Buda Viviente reencarnado después de la liberación pacífica del Tíbet, su ceremonia de entronización tuvo una gran atención por parte del Gobierno Central chino, por lo que fue una ceremonia bastante solemne.

Drukhang Thubten Khedrup ha sido testigo del desarrollo religioso en el Tíbet desde la fundación de la región autónoma. “El anterior régimen feudal teocrático hizo que la religión terminara siendo secuestrada por la política y perdiera su pureza. Con la fundación de la región autónoma y bajo el sistema socialista, la política en el Tíbet fue separada de la religión y los monjes alcanzaron realmente la libertad de profesar su religión y predicar el budismo”, asegura.

Drukhang Thubten Khedrup precisa que el Tíbet tiene 1787 sitios religiosos y más de 46.000 monjes en sus templos. “La notable mejora en las condiciones de vida y en el ejercicio de su oficio ha reconfortado el corazón de numerosos monjes y creyentes”, dice Drukhang Thubten Khedrup. En estos últimos años, el gobierno de la región autónoma ha promovido una serie de medidas en beneficio de los templos y los monjes. El 70 % de los templos cuentan con servicios de telecomunicaciones, electricidad, agua potable, radio y televisión, mientras que veinte de ellos están equipados, además, con aparatos para hacer ejercicio por un valor de 1,2 millones de yuanes. Con un fondo asignado de 13 millones de yuanes, el 93,3 % de los monjes registrados han adquirido seguros médicos, y el 66,8 % de ellos se han incorporado al sistema de pensiones. El subsidio de subsistencia mínima cubre toda la región autónoma. Los monjes de la región pueden solicitar un examen físico gratuito y sus historias clínicas están registradas.

El desarrollo del budismo tibetano
Una solemne ceremonia religiosa de la secta Kagyu.  

El Gobierno Central chino también ha tomado medidas para proteger y recuperar el patrimonio cultural del budismo tibetano. Un ejemplo fue la restauración del Palacio Potala, la cual fue considerada por la Unesco como “una maravilla en la historia de la protección de edificaciones antiguas y una gran contribución a la preservación de las culturas tibetana y mundial”.

Desde 2008 China ha invertido 570 millones de yuanes en el mantenimiento y reparación de los monasterios Jokhang, Ramoche, Sera y Drepung. Los sutras budistas también están bajo la protección del Estado. Por ejemplo, se han restaurado La Tripitaka Bstanvgyur de China, El Sumario General de la Tripitaka en Tibetano-Chino, Las Siete Teorías de Hetuvidya interpretadas por Zhuang Yanhua, entre otras obras sobre ritos budistas, biografías y escritos.

“Este patrimonio cultural le pertenece al Tíbet, al pueblo chino y a toda la humanidad. El Estado no escatima esfuerzos ni fondos para protegerlos, lo que es un gran incentivo para todo el círculo religioso”, asegura Drukhang Thubten Khedrup.

Sistema educativo

El 10 de julio pasado culminaron el segundo curso del sistema escolar de la Academia de Budismo del Tíbet y el séptimo curso de capacitación a los monjes de templos aislados y fronterizos.

La Academia de Budismo del Tíbet, fundada en 2011, se encuentra al lado del monasterio Rato, en el distrito de Nyetang, Lhasa, y es el primer centro integral de enseñanza superior sobre el budismo tibetano en el Tíbet. Aplica una pedagogía que combina la enseñanza moderna con la escolástica tradicional y cuenta con tres facultades (doctrina esotérica, doctrina exotérica y del buda viviente), en las cuales se imparten tres clases de asignaturas: legislación, relaciones públicas y budismo. La Academia tiene ahora 13 maestros budistas, todos procedentes de grandes templos del Tíbet. Drukhang Thubten Khedrup tiene el cargo de presidente.

Para Drukhang Thubten Khedrup, el acelerado desarrollo del Instituto no se explica sin el apoyo del Gobierno Central. Según Drukhang Thubten Khedrup, además de cultivarse en el budismo, los estudiantes acostumbran a reunirse para discutir diversos temas, como, por ejemplo, qué contribuciones han hecho eminentes monjes de generaciones anteriores, cómo mejorar las cualidades de los monjes de las diferentes sectas, qué papel desempeña el budismo en el fomento de la paz mundial y la protección del medio ambiente, entre otros.

Con el fin de difundir las experiencias pedagógicas de la Academia y elevar el nivel académico de los monjes budistas, se fundó en 2011 el Sub-Instituto del Templo Hau Teng, en el distrito de Nagqu. Los primeros estudiantes se graduaron en julio de 2015.

Un budismo fuerte

Con el paso del tiempo, el budismo tibetano se ha ido difundiendo en el extranjero. El Buda Viviente Drukhang no solo viaja entre el interior del país y la meseta Qinghai-Tíbet, sino que también visita el exterior, y ha dejado huella en Myanmar, Tailandia, Malasia, Japón, Australia, Francia, Alemania, Suecia y Bélgica.

Durante sus viajes siempre le preguntan cómo se viene adaptando el budismo al desarrollo social de esta nueva época. Según Drukhang Thubten Khedrup, la esencia del budismo es la misericordia infinita, el estándar de conducta de sus practicantes es “no herir ninguna vida” y “aislarse del vil mal”, mientras que el objetivo del budismo es “salvar a todos los seres vivientes”. “Todos estos pensamientos son todavía adaptables a la sociedad actual y la doctrina budista no necesita reformas”.

El desarrollo del budismo tibetano

El Buda Viviente Drukhang Thubten Khedrup (izq.) entrega un certificado a un monje que aprobó los exámenes de la Academia de Budismo del Tíbet.

El budismo tibetano perderá fuerza a menos que se adapte a la sociedad actual. “El destino de la religión está estrechamente vinculado al crecimiento del país. Los budistas no podrán dedicarse al estudio del budismo sin la estabilidad social y la prosperidad del Estado”, expresa Drukhang Thubten Khedrup. Asimismo, indica que el budismo tibetano tiene que superar las desavenencias en la política y acabar con la creencia de supersticiones feudales, distinguiendo bien entre la doctrina budista y la mera superstición.

Además, la consolidación interna es también muy importante. “En el Tíbet, las sectas Nyingma, Sakya, Kagyu, Gelug y Bon son realmente parte de la misma familia y comparten las más importantes doctrinas, a pesar de sus discrepancias en algunos sermones. Si observamos su historia, el budismo tibetano vivió grandes períodos cada vez que sus diferentes sectas convivieron en armonía”.

“El budismo es una de las tres principales religiones del mundo y en sus más de 2000 años de historia en China ha logrado fusionarse perfectamente con el confucionismo y el taoísmo, convirtiéndose en una parte importante de la cultura china. Hoy atraviesa su mejor etapa de desarrollo”, sostiene Drukhang Thubten Khedrup.

Por LI YUAN

Drukhang Thubten Khedrup es el séptimo Buda Viviente Drukhang, miembro del Comité Permanente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), vicepresidente de la CCPPCh de la región autónoma del Tíbet y presidente de la Asociación Budista de China en el Tíbet. Drukhang dice que es el Buda Viviente más ocupado. Y es cierto. Siempre está predicando el budismo, ayudando a los pobres o educando a los niños.

Saludable desarrollo

Desde el primer Buda Viviente Drukhang hasta el séptimo de hoy han pasado más de 380 años. La creencia en la reencarnación es como resuelve el budismo tibetano la cuestión sobre el sucesor del Buda Viviente, decisión respetada por el Estado. Hasta el momento, 358 Budas Vivientes han obtenido el reconocimiento de acuerdo con las reglas tradicionales y los ritos de la reencarnación.

Drukhang Thubten Khedrup fue reconocido como el séptimo Buda Viviente Drukhang en 1958. Al tratarse del primer Buda Viviente reencarnado después de la liberación pacífica del Tíbet, su ceremonia de entronización tuvo una gran atención por parte del Gobierno Central chino, por lo que fue una ceremonia bastante solemne.

Drukhang Thubten Khedrup ha sido testigo del desarrollo religioso en el Tíbet desde la fundación de la región autónoma. “El anterior régimen feudal teocrático hizo que la religión terminara siendo secuestrada por la política y perdiera su pureza. Con la fundación de la región autónoma y bajo el sistema socialista, la política en el Tíbet fue separada de la religión y los monjes alcanzaron realmente la libertad de profesar su religión y predicar el budismo”, asegura.

Drukhang Thubten Khedrup precisa que el Tíbet tiene 1787 sitios religiosos y más de 46.000 monjes en sus templos. “La notable mejora en las condiciones de vida y en el ejercicio de su oficio ha reconfortado el corazón de numerosos monjes y creyentes”, dice Drukhang Thubten Khedrup. En estos últimos años, el gobierno de la región autónoma ha promovido una serie de medidas en beneficio de los templos y los monjes. El 70 % de los templos cuentan con servicios de telecomunicaciones, electricidad, agua potable, radio y televisión, mientras que veinte de ellos están equipados, además, con aparatos para hacer ejercicio por un valor de 1,2 millones de yuanes. Con un fondo asignado de 13 millones de yuanes, el 93,3 % de los monjes registrados han adquirido seguros médicos, y el 66,8 % de ellos se han incorporado al sistema de pensiones. El subsidio de subsistencia mínima cubre toda la región autónoma. Los monjes de la región pueden solicitar un examen físico gratuito y sus historias clínicas están registradas.

El desarrollo del budismo tibetano
Una solemne ceremonia religiosa de la secta Kagyu.  

El Gobierno Central chino también ha tomado medidas para proteger y recuperar el patrimonio cultural del budismo tibetano. Un ejemplo fue la restauración del Palacio Potala, la cual fue considerada por la Unesco como “una maravilla en la historia de la protección de edificaciones antiguas y una gran contribución a la preservación de las culturas tibetana y mundial”.

Desde 2008 China ha invertido 570 millones de yuanes en el mantenimiento y reparación de los monasterios Jokhang, Ramoche, Sera y Drepung. Los sutras budistas también están bajo la protección del Estado. Por ejemplo, se han restaurado La Tripitaka Bstanvgyur de China, El Sumario General de la Tripitaka en Tibetano-Chino, Las Siete Teorías de Hetuvidya interpretadas por Zhuang Yanhua, entre otras obras sobre ritos budistas, biografías y escritos.

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