Revisión mensual de avances tecnológicos de China XXIX

2019-12-31 13:56:33
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V.

China lanzó este diciembre en la noche el tercer Gran Marcha-5, el cohete portador más grande del país, desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en la provincia de Hainan, sur de China.

Revisión mensual de avances tecnológicos de China XXIX

  El cohete, codificado como Gran Marcha-5 Y3, despegó del centro de lanzamiento costero a las 20:45 hora de Beijing, transportando al satélite de experimentación tecnológica Shijian-20 con un peso de más de ocho toneladas, el satélite de comunicaciones más pesado y más avanzado del país.

  Unos 2.220 segundos después, el satélite fue enviado a su órbita planeada.

  Wu Yanhua, subdirector de la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés), declaró que el lanzamiento fue un éxito.

  El éxito del vuelo sienta la base para una serie de futuros proyectos espaciales para el país, incluyendo la exploración de Marte, el traslado de muestras lunares y la construcción de su propia estación espacial, dijo Wu.

  El satélite Shijian-20 será usado para probar las tecnologías clave de la plataforma DFH-5, la gran plataforma de satélite de nueva generación de China y ofrecerá servicio de comunicación y transmisión, indicó Wu.

  El Gran Marcha-5, un cohete grande de dos etapas, es capaz de transportar un cargamento de 25 toneladas, equivalente al peso de 16 autos, a una órbita terrestre baja, 14 toneladas a una órbita de transferencia geoestacionaria, ocho toneladas a una órbita de transferencia Tierra-Luna o cinco toneladas a una órbita de transferencia Tierra-Marte, más del doble que la capacidad de los actuales cohetes de la serie principal Gran Marcha.

  Combinado con una etapa superior, el cohete es capaz de enviar sondas para explorar Júpiter y otros planetas en el sistema solar, dijo la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespaciales de China (CASC).

  El Gran Marcha-5 hizo su primer vuelo el 3 de noviembre de 2016 desde Wenchang. Sin embargo, el segundo mayor cohete, el Gran Marcha-5 Y2, sufrió una falla luego de un mal funcionamiento ocurrido menos de seis minutos después de su despegue el 2 de julio de 2017.

  El equipo de investigación descubrió que la falla fue causada por un problema en el motor de la primera etapa básica del cohete. "Hemos hecho mejoras al diseño, materiales y tecnologías del motor", explicó Li Dong, diseñador en jefe del cohete Gran Marcha-5 de la Academia de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de China (CALT) de la CASC.

  Comparado con el Gran Marcha-5 Y2, el nuevo cohete tiene más de 200 mejorías tecnológicas, mencionó Yang Hujun, subjefe de diseño del cohete.

  El motor modificado ha sido sometido a más de 10 pruebas en tierra de más de 3.000 segundos en total.

  "En los últimos dos años, el equipo de investigación ha resuelto el problema del motor y mejorado la confiabilidad del cohete", señaló Wang Jue, comandante en jefe del equipo de investigación.

  La capacidad de transporte del cohete Gran Marcha-5 equivale al de otros cohetes importantes de gran escala en la industria global, lo que mejora enormemente la capacidad de China para lanzar naves espaciales y sienta la base para el desarrollo de cohetes portadores de nueva generación y de vehículos de lanzamiento de carga pesada, dijo Wang Xiaojun, jefe de la CALT.

  El cohete mide unos 57 metros de largo, equivalentes a la altura de un edificio de 20 pisos, con una etapa central de cinco metros de diámetro y propulsores de 3,35 metros de diámetro. El Gran Marcha-5 es mucho más grande que los cohetes portadores previos de China. Tiene un peso de despegue de unas 870 toneladas y un impulso de más de 1.000 toneladas.

  Los cuatro propulsores, desarrollados por la Academia de Tecnología de Vuelos Espaciales de Shanghai de la CASC, se encargan de más del 90 por ciento del impulso para el despegue.

  El cohete usa combustible amigable con el medio ambiente, que incluye queroseno, hidrógeno líquido y oxígeno líquido, en vez de propulsores altamente tóxicos.

  Está equipado con ocho motores de cohete de oxígeno líquido y queroseno en cuatro propulsores auxiliares, dos motores de hidrógeno líquido y oxígeno líquido en la primera etapa y dos motores relativamente pequeños de hidrógeno líquido y oxígeno líquido en la segunda etapa.

  El peso del cohete representa sólo un 10 por ciento del peso de despegue y el otro 90 por ciento es el peso de los propulsores.

  El equipo de investigación ha realizado esfuerzos para incrementar el peso del cohete en su diseño. Por ejemplo, el armazón del cohete sólo tiene unos milímetros de espesor en algunas partes, según Li Linsheng, un diseñador de análisis de fortaleza estructural del cohete.

  La temperatura del hidrógeno líquido es de -253 grados centígrados y la temperatura del oxígeno líquido es de -173 grados centígrados. La temperatura máxima del combustible durante la combustión en el motor del cohete es de más de 3.300 grados centígrados.

  China construyó el Centro de Lanzamientos Espaciales de Wenchang, el cuarto centro de lanzamientos espaciales del país, para el Gran Marcha-5 y otros cohetes portadores de nueva generación. El centro se ubica en la costa de la provincia insular de Hainan, lo que evita posibles daños por la caída de fragmentos del cohete.

  En el centro se encuentra la plataforma de lanzamiento más grande y más avanzada del país con 70 metros de altura, lo equivalente a un edificio de 24 pisos, y abarca una zona de 600 metros cuadrados, la mitad de una cancha de baloncesto.

VI.

China y Brasil continúan desarrollando más satélites juntos y profundizando en la cooperación aeroespacial, dijeron funcionarios de ambos países después de que un nuevo satélite producido de forma conjunta fuera enviado al espacio este mes.

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  El lanzamiento del Satélite de Recursos Terrestres - 4A China-Brasil (CBERS-4A) también marca el 45º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas sino-brasileñas.

  Las dos partes ampliarán la aplicación de los datos satelitales del CBERS-4A tanto para su propio beneficio como para el de los países participantes en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, dijo Wu Yanhua, subdirector de la Administración Nacional del Espacio de China.

  China y Brasil han elaborado un plan de cooperación a diez años para el desarrollo de satélites meteorológicos, de detección remota y de comunicaciones. La colaboración también puede expandirse a la exploración lunar y del espacio profundo, y a la formación en tecnología aeroespacial y viajes espaciales tripulados, añadió Wu.

  En 1988, los dos países firmaron un acuerdo para iniciar el programa de satélites de recursos terrestres China-Brasil. Ambas partes compartieron los costos y desarrollaron por separado sus sistemas, aportando así diferentes ventajas altamente complementarias.

  El primer aparato del programa fue lanzado en 1999, y se convirtió en el primer satélite de teleobservación de tipo de transmisión para los dos países. El equipo fue seleccionado como uno de los diez principales avances científicos y tecnológicos del año en China.

  También fue el primer satélite desarrollado conjuntamente por China y otro país, y se convirtió en un modelo de cooperación entre países en vías de desarrollo en el campo de la tecnología espacial.

  Durante los más de 30 años de cooperación, China y Brasil han enviado al espacio seis satélites, y la resolución de las imágenes ha mejorado de forma constante.

  Los satélites de recursos terrestres China-Brasil han proporcionado más de 6 millones de imágenes a usuarios de los dos países, y los datos han sido ampliamente utilizados en agricultura, silvicultura, conservación del agua, tierras y recursos, protección ambiental y prevención y atención de desastres. En el caso particular de Brasil, los artefactos han servido de apoyo para monitorear los cambios en la selva amazónica y el medio ambiente de todo el país, de acuerdo con la administración.

  Los países en vías de desarrollo tienen acceso gratuito a los datos de teledetección, y también han sido utilizados para monitorear desastres como incendios forestales en Australia, inundaciones en Pakistán y un terremoto y tsunami en Japón.

  China también ha ayudado a Brasil en la capacitación del personal, mientras que científicos y tecnólogos de ambos lados han llevado a cabo diversos intercambios durante la vigencia del programa.

  "La cooperación espacial entre China y Brasil ha sido muy exitosa y sirve como ejemplo entre los países en desarrollo", afirmó Wu.

  El ministro brasileño de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones, Marcos Pontes, sostuvo que la cooperación ha contribuido al desarrollo económico y social internacional.

VII.

China envió con éxito al espacio dos nuevos integrantes del Sistema de Navegación Satelital BeiDou (BDS, por sus siglas en inglés) desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en la provincia de Sichuan, a las 15:22 (hora de Beijing) del 16 de diciembre.

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  Con el lanzamiento se completa el envío exitoso de los 24 satélites de órbita terrestre mediana del BDS-3, así como el despliegue del sistema de constelación BDS-3 central, según Yang Changfeng, diseñador jefe del BDS.

  "El BDS cuenta ahora con la capacidad completa para el servicio global. Podrá ofrecer un servicio de navegación excelente para los usuarios globales", dijo Yang.

  China comenzó a construir el sistema BDS-3 en 2009. El sistema, construido y operado de forma independiente por China, consiste en tres satélites de órbita geostacionaria, tres satélites de órbita geosíncrona inclinada y 24 satélites de órbita mediana terrestre (MEO, por sus siglas en inglés).

  Los satélites MEO son los satélites principales del BDS-3, dijo Wang Ping, diseñador en jefe de los satélites BDS-3. De acuerdo con el diseño, los 24 satélites MEO están distribuidos equitativamente sobre tres planos orbitales a una altitud de alrededor de 20.000 kilómetros y cada plano orbital cuenta con ocho satélites.

  El diseño permite que cada lugar en todo el mundo sea cubierto por cinco o seis satélites en cualquier momento, que es la condición para que el sistema ofrezca servicio global, dijo Wang.

  A bordo de un cohete portador Gran Marcha-3A, los dos satélites entraron en su órbita preestablecida luego de un vuelo de más de tres horas.

  El lanzamiento fue la misión número 321 para los cohetes portadores de la serie Gran Marcha y la misión número 108 para el cohete portador Gran Marcha-3A.

  Jiang Jie, académico de la Academia de Ciencias de China y diseñador jefe de los cohetes portadores Gran Marcha-3A, dijo que desde el lanzamiento del primer satélite de pruebas BDS-2 en 2007, los cohetes portadores Gran Marcha-3A han enviado con éxito satélites 53 BDS en órbita en 38 misiones.

  Hasta ahora, todos los satélites BDS eran enviados al espacio desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang y todas las misiones de lanzamiento tuvieron éxito, dijo Wang Zemin, subdirector del centro de lanzamiento.

  El primer satélite BDS-3 fue enviado al espacio en 2017 y el despliegue de la constelación BDS básica se completó a fines del año pasado, lo que permitió al sistema ofrecer servicio global dos años antes de lo programado.

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